February 4, 2023
De parte de Grup Antimilitarista Tortuga
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El país sudamericano ha hundido de manera controlada el barco, ya fuera de servicio, a pesar de la opinión contraria de la Fiscalía y algunos ministros.

EP

Brasil ha procedido este viernes a hundir de manera controlada su último portaviones, el ’Sao Paulo’, un buque de origen francés que estaba fuera de servicio y que contenía en su interior 760 toneladas de amianto.

El naufragio ha tenido lugar a 350 kilómetros de la costa brasileña, en un área con una profundidad de 5.000 metros, todo ello siguiendo competencias de seguridad para evitar posibles pérdidas logísticas, operativas, ambientales y económicas al Estado brasileño, según ha informado la Armada en un comunicado. Asimismo, el área seleccionada por el hundimiento del portaaviones ha sido seleccionada con base en estudios realizados por el Centro de Hidrografía de la Marina y el Instituto de Estudios del Mar Almirante Paulo Moreira, prestando especial atención a la mitigación de impactos en la salud pública. La técnica utilizada ha contado con la acción de buzos, quienes han colocado explosivos para perforar el casco y aumentar el flujo de agua hacia el interior del barco hasta hundirlo por completo, ha informado ’Folha de S.Paulo’.

Mientras tanto, el hundimiento del buque ha sido objeto de discusiones entre los ministros brasileños José Múcio Monteiro (Defensa) y Marina Silva (Medio Ambiente), ya que este último defendía la tesis de la Fiscalía de Brasil, que rechazó forzar el hundimiento apelando al riesgo ambiental.

Los análisis realizados por la ONG Shipbreaking Platform en un portaaviones gemelo a Sao Paulo identificaron 760 toneladas de amianto en el buque. Ante esto, la organización comenzó a cuestionar si, de hecho, el casco enviado por Brasil tendría las aproximadamente diez toneladas de sustancia tóxica previstas en el inventario.

El portaaviones, en un estado tan deteriorado que apenas podía fondear, fue vendido en 2021 por la Armada a un astillero turco especializado en desguace de barcos, pero el Gobierno turco revocó la autorización a la embarcación. Tras ello, la nave salió de Brasil el 4 de agosto del 2022, en un viaje que generó protestas en todo el mundo y que llevó a Greenpeace a monitorizarlo en tiempo real.

Diario Información


Brasil hundirá en el Atlántico un antiguo portaaviones con materiales tóxicos

Problemas de flotabilidad.

El Gobierno de Brasil anunció este miércoles que hundirá en el Atlántico el portaviones Sao Paulo, que vaga sin rumbo desde hace cinco meses, ya que ningún puerto lo acepta por los materiales tóxicos que hay en su casco.

El Sao Paulo, que en el pasado sirvió a la Armada francesa con el nombre de Foch, será hundido en aguas territoriales brasileñas, a unos 350 kilómetros de la costa, en un punto del Atlántico con una profundidad de 5.000 metros, lejos de zonas de protección ambiental.

La Marina de Brasil afirmó en un comunicado que no tenía alternativa a torpedear el portaviones, porque es “inevitable” que se hunda de forma espontánea dado que el casco está dañado y presenta problemas de flotabilidad.

Asimismo, la Marina explicó que la empresa responsable del barco no tomó las medidas necesarias para obtener la autorización para remolcarlo a puerto, con el objetivo de reparar los graves daños que amenazan su capacidad de permanecer a flote.

El comunicado fue divulgado un día después de que la Fiscalía solicitase ante la Justicia que impida el hundimiento del barco, debido a los peligros que suponen para el medio ambiente y para la salud pública las 10 toneladas de amianto presentes en el casco.

El periplo del antiguo buque de guerra francés comenzó en agosto, cuando fue vendido a un astillero turco especializado en el desguace de embarcaciones por 2 millones de dólares.

Pero nunca llegó a su destino debido a que las autoridades de Turquía prohibieron su entrada, por lo que tuvo que dar vuelta poco antes de llegar al estrecho de Gibraltar.

Desde entonces, el Sao Paulo, segundo y último portaviones de la flota de la Marina de Brasil, vaga por el Atlántico, ante la negativa de los puertos, incluso los brasileños, de recibirlo.

Un batallón en el mar

Construido en Francia en 1963, el portaviones tiene 266 metros de eslora, capacidad para albergar 1.300 tripulantes y transportar 30 cazabombarderos.

El buque sirvió a Francia bajo el nombre de Foch durante 37 años, tiempo en el que fue usado en la guerra civil del Líbano, la guerra del Golfo y otros conflictos en Europa, África y Oriente Medio.

La Marina brasileña lo compró en 2001 por 12 millones de dólares, pero con el pabellón brasileño, el portaviones estuvo más tiempo en puerto que en alta mar.

Debido a diversos problemas técnicos y algunos accidentes, incluido un incendio con víctimas, solo navegó 85.334 kilómetros durante 206 días de operación en 15 años.

Fuente: https://www.montevideo.com.uy/Notic…




Fuente: Grupotortuga.com