
Charla Congelar óvulos para retrasar el embarazo: una perspectiva criopolítica con Thomas Lemke y Sara Lafuente Funes
La reproducción asistida ha transformado cómo pensamos, hacemos e imaginamos la reproducción. En menos de medio siglo, la fecundación in vitro ha pasado de ser experimental a ser una forma rutinaria de quedarse embarazada que ha dado lugar a millones de bebés. En la última década una nueva técnica ha sido introducida en las clínicas reproductivas que modifica no ya el modo en que podemos pensar la reproducción si no la fertilidad en sí misma: la congelación de óvulos para “preservar fertilidad”. Este tratamiento conecta el mundo de la reproducción asistida con el de la criopreservación, permitiendo que nos preguntemos sobre qué significa la creciente tendencia de intentar “congelar el tiempo” a través de “suspender la vida” (en su sentido más biológico).
La congelación de óvulos trae consigo una promesa fundamental: poder preservar la fertilidad y retrasar el embarazo al momento óptimo o más deseado por aquellas que puedan pagarse un tratamiento que, hoy por hoy, sigue siendo costoso. Congelar óvulos, además, tiene consecuencias fundamentales para la forma en que se estructuran los mercados reproductivos: por un lado, ahora buscan clientes en todas las mujeres en edad reproductiva (no solo las que buscan un embarazo), por otro, facilita la movilidad de los óvulos “donados”, haciendo que el mercado en torno a estos pueda escalar su producción de beneficio, dando una vuelta de tuerca a su comercialización (y exportación). ¿Qué supone la expansión de estos mercados? ¿Cómo se relaciona con la actual crisis reproductiva? ¿Y con otras crisis como la de cuidados o incluso la climática?
El proyecto de investigación “Postponer el embarazo, extender la fertilidad” aborda estas cuestiones desde una perspectiva feminista y criopolítica dentro del marco más amplio de una investigación en torno a las llamadas “Criosociedades” centrada en estudiar la “vida suspendida” a través de explorar prácticas de criopreservación en diferentes contextos y lugares de Europa. La perspectiva “criopolítica” bebe de Foucault y busca conectar las racionalidades que se ponen en juego en el campo de lo reproductivo con aquellas que aparecen también para dar respuesta a otras crisis características del momento actual, como por ejemplo la climática y el uso de congelación en las estrategias de conservación de biodiversidad (con la instauración de grandes bancos de semillas como el de Svalbard, o la creciente aparición de bancos de ADN congelado de animales en peligro de extinción).
El próximo 7 de Julio Thomas Lemke introducirá brevemente la perspectiva criopolítica y el modo en que estas prácticas forman parte de una “política de suspensión”: congelamos para “extender el presente”, a la par que eludimos (o no logramos) intervenir aquí y ahora sobre lo que produce las crisis que conforman nuestros presentes (y que afectarán de forma clave al futuro). Por su parte, Sara Lafuente presentará los resultados de esta investigación en torno a la congelación de óvulos, con la idea de abrir un espacio para debatir y pensar juntas la relevancia política de este nuevo giro de los mercados (reproductivos y más allá) y del papel que la congelación de óvulos puede tener para la crisis reproductiva.
Fuente: Traficantes.net