December 23, 2020
De parte de La Tarcoteca Contrainfo
189 puntos de vista


 3
EL INTERÉS DE LAS ÉLITES: EL NUEVO ORDEN

El interés de las élites dominantes
capitalistas, sea cual sea la forma que tomen, bien camarilla
política, club de millonarios, cenáculo conspirativo, comité de
sabios, tecnócratas, estado mayor, señores de la guerra,
oligarquía, aristocracia, dictadura, directorio, parlamento,
república o incluso IA, es siempre e indefectiblemente la misma: la
obtención de beneficios. Ni supervivencia ni harmonía ni equilibrio
ni paz… eso son herramientas, estrategias, concesiones, doctrinas;
como la guerra. Acumulación. El fenómeno se lleva describiendo
desde los albores de los movimientos revolucionarios socialistas en el
SXVIII, expresándose en todas su crudeza en esa gran obra icónica
que es ‘Das Kapital’ de Marx [10].
No podría ser de otra manera en un sistema capitalista.

El interés general de los propietarios
de una zona se materializa en forma del ‘Interés Nacional’,
un conjunto de conveniencias derivadas de la situación política,
económica, social, geográfica y del propio desarrollo de las
guerras de clase y entre las élites.

¿Cabe la posibilidad de que un cambio
paradigmático ajustado a las nuevas condiciones mundiales proceda de
las élites? ¿Qué este cambio sea de interés para ellas? Como
siempre algunas élites avanzadas se convertirán en mecenas
filantrópicas cooptando los movimientos masivos que les empujan al
reparto. Pero eso no es lo normal ni lógico de su especie.

Con
beneficios menguantes, reacias a los cambios, in
tentarán
mantener su status por medio de las mencionadas alianzas,
compras y fusiones. Pero una vez caiga al mínimo la tasa de
beneficio cerca de 2045-50, abandonada la noción de competencia y la
inversión (el beneficio mueve a la inversión y no al revés) por la
planificación, sustituidos sus proyectos por burbujas, cracks y
estampidas, la única forma segura de extraer beneficio será por
expolio
: colonialismo al externo y explotación al interno de su
área de influencia, monopolios y monopsodios [28]. Invasionismo: colonos
y colonias. Cuanto más avance en sus conquistas militares, cuanto
más grandes sean sus alianzas comerciales, mayor será su nivel de
represión interna. Será el momento en que una tras otra las
sociedades se polaricen y se militaricen definitivamente
.
Fascismo e Imperialismo. Ya se sabe, el fascismo es capitalismo en
decadencia. El fascismo es la economía por otros medios. El
imperialismo, fase final del capitalismo. Veremos la conjunción
sinérgica de ambos movimientos.

Pero claro, no hay luz sin su sombra.
En la medida que esto suceda aumentarán inevitablemente las
resistencia
, ya que los lugares
donde no lo haga, la explotación engullirá a su sociedad, el
militarismo se hará con los beneficios hasta estrangular la
inversión, con esta la economía y con esta la gobernanza comenzará
a ser disfuncional, avocando al desastre y a la pobreza al régimen
que lo practique. Sobran ejemplos. Muchas de estas
resistencias serán propiamente fascistas/nacionalistas, capitalismos
en todas sus variantes, azuzadas por élites descontentas e
intentando perpetuar un modelo que, de triunfar, volverá
a engullirlas. Pero según avance la situación de degradación otras
serán comunistas o netamente libertarias. Indefectible. Cuando
sucederá no lo sabemos, pero si reconocemos los indicadores.

LOS
PROCESOS CIVILIZATORIOS DEL SXXI SOBRE LAS ÉLITES

Hace
tiempo que se rompió el precinto que definía a las élites como
socialistas, comunistas, fascistas o capitalistas, es decir, en
virtud de su ideología. El neoliberalismo venció, acabando con el
debate inclus
o en China. De hecho ésta se presenta como el
hegemón racionador e intervencionista del ‘Nuevo Orden Mundial’.

La pugna prioritaria entre las
élites es por el territorio
,
como las buenas alimañas. Su cambio se basa en el intercambio de
territorios. No es un cambio cualitativo, sino cuantitativo. Ellas
mismas se denominan según la expansión de su poder y su área de
influencia. Como en el medievo se dividen entre:
localistas/separatistas, nacionales/coloniales,
continentalistas/multipolares o globales/ trasnacionales/ unipolares.
Las élites locales compiten con las nacionales y
trasnacionales por los restos del naufragio
. Unas por cerrar sus
fronteras aplicando aranceles y comerse ellas solas el pastel que hay
en su demarcación. Y otras por expandirse, quebrar los aranceles y
comerse a los peces pequeños. La lucha es intestina y a muerte.

La economía, gestión de bienes y
servicios, es objetivo estratégico de los estados, interfiriendo
constantemente en la economía con aranceles y estímulos,
sustrayendo capitales y expulsando miseria. Llegará un punto de
bajos beneficios en que la
iniciativa privada ya no encuentra más beneficios en la economía
real que los que obtiene al aliarse con el estado y vivir de sus
subsidios; como sus ciudadanos.
El estado a su vez cada vez
favorece y se apoya más a sus compañías aliadas, estratégicas les
llamarán, embarcándose en sus aventuras y compartiendo el mismo
destino. Será, si es que no es ya, ‘Capitalismo por otros
medios’
. Cooptación de las instituciones al servicio de la
oligarquía. Los propietarios se harán con el poder político y los
políticos serán propietarios, circunstancia actual de USA, UE o la
Rusia de los tycoon. Porque será cierto que la única forma de
mantener su economía local será por la imposición; su economía
capitalista.

La competencia por el despojo está
servida entre las élites. Por su capacidad de movilización de
recursos tendrán ventaja las trasnacionales. Aquellas que se
hagan con los recursos estratégicos serán las naciones y
corporaciones dominantes.

1 Élites y digitalización

Las corporaciones, como parte del
Interés Nacional, participan del poder del estado, le ofrece sus
servicios y se sirven de sus resortes. Son capaces de gestionar sus
recursos estratégicos, materia reservada, provocar guerras
expedicionarias y civiles, configurar la política exterior y en
pocas palabras manipular al estado.

La digitalización no solo amenaza a
los puestos de trabajo tradicionales, sino a todo el tejido
productivo y empresarial más básico, secular, ergo a la
estructura propia de los estados
. Con la suplantación de la
actividad humana por actividad robótica y la aparición de
Inteligencias Artificiales
los sectores productivos primarios,
secundarios y parte del terciario, como la banca, quedan
automáticamente obsoletos y en manos de Empresas grandes en volumen
pero pequeñas en cuanto a número de trabajadores. Esto quiere decir
que las élites mundiales y locales van a cambiar y mucho, en el
sentido de la concentración. Lo estamos viendo.

El mundo de las élites es muy simple,
el pez grande se come al pequeño y el fuerte al débil. Las grandes
empresas trasnacionales se encuentran definitivamente mejor
posicionadas tanto para crisis como para colapsos. Más capaces de
dotarse de financiación, de la robótica y cibernética adecuada,
capaces de acometer más obras en más lugares y aumentar su
diversificación y disminuir su exposición. También de expandir su
capacidad financiera. Al exterior veremos una pugna por los mercados
entre las grandes tecnológicas que pueden llegar a la creación de
nuevos polos entorno a nuevos modelos de redes de comunicación independientes de internet, como la desconexión rusa en torno a
RuNet 2015 [11]
y la china, ya planeada.

Nos espera una oleada de absorciones
empresariales, no todas en el sentido clásico que nos imaginamos
entre empresas del ramo. Todas las empresas internacionales se han
embarcado en aventuras financieras por medio de la emisión de deuda
y acciones, entrado en el juego financiero. Siemens o Carrefour
tienen disponen de sus propias líneas de crédito, facebook pretende
emitir su propia divisa. Toman las funciones bancarias. Las grandes
empresas bancarias, financieras y aseguradoras invierten en las
mismas empresas intrusivas que las desbancarán, participan en todos
los consejos de dirección. Grandes fondos de inversiones mundiales
centralizan la información de primera mano tal vez mejor. El capital
se mezcla y remezcla, pero siempre con un motivo: evitar costes
concentrando el beneficio. Si a principios del SXX el monopolio
nacional fue alentado por los estados totalitarios, el Monopolio
Trasnacional es el sino del SXXI.

Por lo que la
pugna real será entre las élites trasnacionales unipolares contra
las multipolares y amenazadas por la quiebra de los territorios
dejados atrás en la pugna, en forma de élites locales. Podemos
verlo claramente en el reciente ejemplo de Estados Unidos. En 2016
las élites multipolares/nacionales americanas se hicieron con el
poder en la persona de Donald Trump, en pugna con las élites
unipolares/imperialistas. Tendencia neutralizada por la elección de
Joe Bidden en 2020, pero que aún continua. Una tendencia que
trascendió ambos partidos, alineando tanto a demócratas como
republicanos en una u otra tendencia Detrás de los partidos están
las empresa financieras y el omnimodo complejo industrial-militar y de
seguridad. Y que como se vio planteó la posibilidad de la ruptura
bélica de la continuidad democrática. La violencia siempre está
presente cuando se habla de beneficios.

Las corporaciones digitales
trasnacionales y deslocalizadas con sus ejércitos de reserva
robóticos e Inteligencias Artificiales IAs se harán con el control de estados, empresas,
bancos y ejércitos, desplazando a las oligarquías locales. Ya
sabemos quienes son: los GAFAN, Yandex, Hawuei, Alibaba, Visa,
American Express, Rytheon, Bayer, Pfizer, Cargil. Unas 400 empresas
matrices que controlan una miríada de empresas auxiliares [29].

De la mano irá una disminución del
beneficio general que arrastrará al pequeño comercio,
desplazado por la venta online.
Como se ha mencionado todo parece indicar el establecimiento
de clusters industriales que concentrarán la producción industrial
robótica, latifundios vacíos trabajados por vehículos autónomos y
que concentrarán la producción primaria, transportes autónomos,
acompañados por ciudades atestadas de ciudadanos pensionados y
subvencionados. Concentración de capitales hasta un grado jamás
imaginado.

Los indicadores serán la penetración
de la bancarización, llegando al 95% en África y equiparándose con
Europa, del éxodo rural, llegando al 95% de población urbana
también en África, la caída del Índice de Fertilidad y Natalidad
en países africanos, que será menor de 2 tal vez sobre el 2060.

2 Élites y agotamiento de recursos

La guerra por los recursos es un
intento de acumulación, control de mercado, destrucción de
competidores y en último término incremento de oferta. En general
la guerra es cara, mucho, y expone al desgaste e inestabilidad social
a los propios territorios que la practican si la conquista no es
rápida. Consume y desgasta recursos que pueden ser vitales para la
supervivencia del régimen de turno. A demás no acaba con el
problema fundamental, el pico productivo de materiales clave. Aviva
el militarismo y la concentración de capitales, potenciando las
oligarquías poseedoras y desigualdades. Una guerra mal llevada puede
llevar al agresor al cambio de gobierno, como en España en 2004, a
revueltas prerevolucionarias como la Semana Trágica de Barcelona
1909 o a la propia revolución, como en la Rusia de 1917.

En la mirilla los países mencionados
con recursos estratégico más los que con el tiempo se sumen a la
lista por el desgaste de recursos no estratégicos. Cuándo estallarán
las guerras es cuestión de tiempo, pero totalmente inevitables si no
se frena las ansias de las élites poseedoras.

Los únicos países que en un estado de
degradación ambiental y económica merecen la pena conquistar son
los que disponen de recursos y reservas a ser posibles estratégicas,
o enclaves de control. Al centrar gran cantidad de intereses también
generan grandes necesidades de defensa. Lo que veremos son grandes
coaliciones militares internacionales azuzados por el capital
financiero mundial
en busca de presa. Algo a lo que por otra
parte ya estábamos acostumbrados. Una ya está aquí, la OTAN. El
resto se formarán poco a poco sobre la base del eje China-Rusia. Lo
que surgirá de su agresión son territorios fragmentados y
devastados que, después del tiempo, no mucho, perderán valor. Es el
caso de los países de oriente medio.

La Invasión Extractivista
implica la destrucción integral de la organización social, derrocar
el gobierno de turno y succionar los sus recursos naturales de un
país o territorio con la mínima inversión, de lo que deriva una
guerra intensiva, corta, y en que se pretende el máximo castigo
posible. Pero tal vez lo más importante sea la ruptura de vínculos
sociales. Lo cual supone la reconfiguración del orden social y su
restablecimiento con élites locales, muchas veces jefes
religioso-militares como en Irak 2001, señores de la guerra como
Afganistán 2001, jefes tribales como en Libia 2011, mafiosos como
los Narcos de México, paramilitares de Colombia, mafias de
Yugoslavia, maras salvadoreñas. Según la doctrina
Cebrowsky-Rumsfeld [12]
cuanto más débil es una organización social mayor es la capacidad
de extracción de recursos. La organización más básica es la
familia. La doctrina que dio lugar entre otros monstruos al plan de
asesinatos por drones inaugurado por Obama en 2016 [13]
en el que sus últimas víctimas eran asistentes a bodas, funerales y
bautizos. Monstruoso.

Dicho de otro modo, el proceso
extractivo en una región supone la dotación sistemática de una
serie de servicios auxiliares que si no se destruyen a tiempo puede
llegar a afectar al beneficio del proceso, y con él a la producción.
El mantenimiento de medios extractivos, de transporte, plantillas y
burocracia consume cada vez más recursos, se rodea de empresas
auxiliares y hace caer el beneficio. Es así que hay regiones enteras
abocadas al subdesarrollo forzado militarmente por medio de la
ocupación, sabotaje, acoso y guerra con fines extractivistas. Casos
actuales como el de Iraq, Libia, Congo, Ruanda, Etiopía, Eritrea,
Sudán, Yemen…

El modelo colonial/imperial de
mantenimiento de estados vasallos por medio de gobiernos títere
puede durar y perdurar en el tiempo ‘hasta que’ se cumplan una
condiciones:

-hasta que se agota el recurso a
explotar (caso de países petrolíferos),

-hasta que la ocupación se vuelve muy
cara de mantener (caso del colonialismo militar americano),

-hasta que las condiciones de
explotación en la colonia se degradan y se vuelve disfuncional,
ingobernables; colonialismo clásico.

Básicamente estas tres condiciones
afectan tanto a la composición de élites locales como a las
resistencias populares locales. Es particularmente interesante
estudiar la política colonial norteamericana actual ya que su
escalada militar y política de deslocalización empresarial
depredadora paralizó su capacidad de innovación industrial y
actividad tecnológica hasta el punto de perderle la competencia
hegemónica con China. Su decadencia.

-Aporofobia/ eugenesia/ esterilización/
genocidio como medio de disminución de la demanda. ‘Teoría de la
Despoblación’
: teoría malthusiana que nos dice que acabando con
la población más pobre se recuperará la prosperidad y aumentarán
los recursos y territorio disponibles (espacio vital). Estas
poblaciones excluidas prácticamente no intervienen en la actividad
económica, ni como consumidores ni productores, viviendo de la
subsistencia. Siendo alrededor del 10% de la población son los que
más cerca están de vivir según la capacidad de carga local, con la
menor cantidad de recursos y menor gasto de energía. Serían una
gran esperanza si tuvieran el ánimo de unirse. Quien piense que
eliminando a los que menos consumen se acaba con el hiperconsumo de
los que más consumen, que eliminando a los que menos degradan el
territorio los problemas de degradación finalizan, es que prefiere
la propaganda darwinista supremacista [14]
que emiten las élites por sus vomitorias mediáticas a extraer
conclusiones a partir de datos y razonamientos. No llega ni a
propaganda, es mera fantasía que ni si quiera amenaza a la lógica.

3 Las élites y el cambio climático

El cambio climático como hemos visto
tiene una dimensión cuantitativa y otra cualitativa. El abandono de
bastos territorios y la superpoblación de otros supone un cambio del
balance de las propias élites. Los países del norte vuelven a
posicionarse de nuevo mejor que los del sur.

El control de la emisión de
contaminantes y la disminución de residuos fueron rechazados durante
décadas sino siglos por las élites dominantes. Siempre se negaron
sistemáticamente a la biorremediación y al reciclaje. Mucho menos a
la adopción de otros tipos de economías que no fueran las que ellas
les convenía. El aire ecologista que ahora les embarga no solo es
fruto de una iluminada voluntad por eliminar o paliar los efectos
perniciosos sobre el ecosistema y clima, sino por el límite
productivo de varios recursos, entre ellos los petróleos de mejor
calidad o materiales exóticos como el litio. También del impacto
climático sobre sus economías: les roba mercado. Las ecologistas
llevábamos berreando décadas, nos desoyeron hasta la represión.
Ahora el efecto sobre sus beneficios es claro, el aumento de los
desastres climáticos recurrentes resulta en un empobrecimiento cuyo
resultado neto es la disminución del consumo y la destrucción del
tejido productivo, luego un gasto de recursos en remediación que no
se traducen en beneficios y ahora pagan las empresas que lo
provocaron.

Las empresas se vuelcan en el reciclaje
que nunca desearon. Pero también para ello tienen remedio, planean
faraónicas empresas de megageoingeniería y cemento. El
ejemplo es Japón: colosales diques de contención separan tierra y
mar para evitar tsunamis. Después de un tiempo nadie sabrá que hay
más allá de esos muros. Tal vez agua. Su forma externa son las
iniciativas pseudoecológicas, el Green New Deal, los ecoBonos, la
industrias del hidrógeno o las energías renovables. Esto ya de por
sí es una pérdida económica efectiva asumida por las élites
mundiales.

El control alimentario cada vez
tomará más importancia en un mundo de beneficios menguante. Sobre
todo para los lugares con ecosistemas más frágiles y condiciones
climáticas más extremas. Todo apunta a la desertización de
grandes áreas, la despoblación progresiva de grandes zonas áridas
y el aumento de importancia de las zonas productoras de alimentos del
norte. Óptimo para los procesos extractivos. Esto también apunta a
que el dominio general seguirá permaneciendo en el norte por
otra centuria; cada vez más al norte. Mientras China y EEUU sufrirán
Escandinavia, Rusia y Canadá se verán enormemente beneficiados.

Aunque zonas abandonadas a su suerte
pudieran anecdóticamente reverdecer la tendencia natural es la
cementación del mundo y las grandes estructuras de geoingeniería
como forma de biorremediación. Después nos extrañaremos si nos
extinguimos.

Las élites que no se adecuen al nuevo
entorno simplemente desaparecerán. En mente las industrias
petroleras, automovilísticas o de aviación, muy potentes durante
medio SXX, hoy en franca desmantelación.

Y no es descartable la aparición de
guerras climáticas, en que unos países ataquen a otros para evitar
que desarrollen programas de consumo. En mente tenemos el programa
nuclear Iraní, los países del Sahel o la selva amazónica.

4 Por competencia entre las élites

Se generarán zonas de combate,
tanto políticas como económicas y sociales. Países atacados por
sus recursos, masas de migrantes escapando de las zonas de guerra y
campos de refugiados. Por millones. Los nuevos teatros de guerra
serán los viejos puntos calientes más los que se unan a la
lista por efecto de la escasez/carestía/ importancia. Después la
lista disminuirá conforme decaigan el beneficio y los recursos.

Pero también veremos en nuestras
calles
los efectos de las luchas intestinas entre las élites y
los efectos de la polarización social. Un ejemplo es la américa de
Trump, un estado policial local y represivo que aseguren los retornos
para las élites. Un modelo que exportó a interrem europeo con
Rusia. También estados paramilitares, barrios militarizados o
autonomías controladas por las mafias, milicias o señores de la
guerra.

Todos son efectos del mismo fenómeno.
¿Quién ganará? A caso nos importa? Si ganan las élites
acaparadoras locales sufriremos un régimen opresivo
que no
solucionará nuestros problemas, y si ganan las internacionales lo
mismo
. Explotarán unos recursos que nunca disfrutaremos y se
quedarán con los beneficios, por que por definición es lo que hacen
las élites de propietarios.

Conclusión

No sabemos si en el futuro lejano la
élite mundial se unirá para explotarnos en un único organismo,
totalitario, fascista y onniscientes, el llamado Nuevo Orden Mundial.
Tal vez una simple IA. Si se formaran varios bloques económicos y
militares, el mundo multipolar. Si las corporaciones monopolísticas
barrerán la faz de la tierra, lo cual damos por hecho, o si
acabaremos hablando chino, como hicimos con el inglés. Es decir, si
lo lograrán antes de colapsar.

Está claro es que el viejo régimen
productivo basado en la expansión, contaminación, el residuo y el
desperdicio cayó por su propio peso.

De lo que estamos seguro es de que
van a ser escasas, deslocalizadas, inalcanzables y que no serán
capitalistas. Ni practicarán económicamenten ninguno de sus
derivados
: capitalismo de estado, fascismo, social-capitalismo,
anarcocapitalismo… sus planes de dominio mundial funcionarán, pero
no por mucho tiempo. Nada funcionará, porque nada puede devolver los
recursos desgastados, empleados en la resolución de desastres o el
terreno habitable perdido por el desastre climático. A demás, por
efecto de la robotización no será posible seguir acumulando como
conocíamos. Hablamos de movimientos mundiales coetáneos
surcados por crisis irresueltas y guerras que interfieren en las
capacidades acumulativas. Su suerte estará echada cuando no puedan
mantener sus caros ejércitos.

Este es un tema interesante, porque los
ejércitos robóticos consumen muchos recursos materiales, muchos de ellos estratégicos, y se apoyan
en muchas infraestructuras que pueden ser críticas. Mientras que los
ejércitos humanos necesitan sangre joven, una sangre que no queda en
las sociedades senectes del S.XXI. La mejor carta que pueden y van a
jugar es el control social por medio de IAs y escaneo de redes,
evitando el acceso a bienes y servicios a parte de su población,
como ya se hace en China. Estas pueden ser las sociedades más
golpeadas por una desescalada tecnológica.




Fuente: Tarcoteca.blogspot.com