Pelao Equis Ese
Hace 100 años nuestr@s compañer@s tenían muy clara la necesidad de declararse enemigos del Estado y por consecuencia del militarismo. sin embargo hoy existe cierta sensación de idea “superada” en torno al antimilitarismo, por eso nosotr@s queremos tensionar la fragmentación de la sociedad y apuntar directamente hacia el militarismo.
Los conflictos armados de antaño implicaban una RESISTENCIA poe parte de quienes se quería someter. Loa ejércitos irregulares, mercenarios y guerreros sin pelos en la lengua protegían a señoríos o imperios. Con el surgimiento de los estados, se asume la guerra como principal actividad lucrativa, por lo tanto se hace regular el ejército. Por primera vez, se crea la fantasía retórica de ser “protegid@” por el Estado, que ejercerá el monopolio de la fuerza y despoja a los seres humanos de su sentido de lucha, su animalidad.
La nuestra es una sociedad carcelaria, donde los jueces ahora remplazan a los dioses para administrar la justicia y eximen a militares y DEMÁS fuerzas represivas de cualquier crimen que puedan cometer, porque hay otros seres que para el poder no son personas, quienes probablemente consumen drogas y alimentan el también lucrativo mundo de las cárceles. El negocio es redondo y funciona como un engranaje, Las drogas crean una “angustia” que te puede llevar a la cárcel, las cárceles crean el castigo impuesto por los jueces, ejercido por las fuerzas militares y represivas y a su vez, estas crean el escenario propicio para la circulación de la droga.
Apelamos a nuestro cotidiano sentido de lucha y autodefensa para hacer frente a la sociedad carcelaria y hacer del ahora el momento para la libertad.
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[Artículo originalmente aparecido en la publicación antiautoritaria Keule # 2, Chile, primavera austral de 2020. Número completo accesible en https://lapeste.org/wp-content/uploads/2020/12/keule__compressed_2.pdf.]
Fuente: Periodicoellibertario.blogspot.com