El a帽o 1911 fue particularmente agitado en la regi贸n uruguaya.
La Federaci贸n Obrera Regional Uruguaya de orientaci贸n anarquista se hab铆a consolidado en 1905 al calor de las violentas huelgas del puerto y la Villa del Cerro. El gobierno represivo de Claudio Williman (1907-1911) no logr贸 quebrar la ascendente agitaci贸n an谩rquica con sus reiterados allanamientos, detenciones y apaleamientos, y ya desde 1909 la agitaci贸n logr贸 desbordar el control estatal solidariz谩ndose tanto con el fusilamiento del maestro Ferrer i Guardia en Barcelona como con el estado de sitio por el Centenario en Buenos Aires.
La creciente alza de los precios en productos de primera necesidad (como harina y fideos), encontr贸 al comienzo del a帽o 1911 con una fuerte organizaci贸n de todos los sectores obreros y rebeldes en el Comit茅 contra la Carest铆a de la vida, que organizo diversas movilizaciones, algunas de las cuales fueron prohibidas.
El ascenso al poder del segundo gobierno de Batlle y Ordo帽ez inund贸 el ambiente social de optimismo en un clima mayor libertad social.
A comienzos de mayo se realiza el tercer Congreso Obrero donde participaron m谩s de cuarenta sociedades obreras y se redacta la siguiente declaraci贸n:
鈥淣uestra organizaci贸n puramente econ贸mica, es distinta y opuesta a la de todos los partidos pol铆ticos, puesto que as铆 como ellos se organizan para la conquista del poder estatal, nosotros nos organizamos para destruir todas las instituciones burguesas y pol铆ticas hasta llegar a establecer en su lugar una Federaci贸n Libre de productores libres.鈥
D铆as despu茅s se produce una fuerte huelga de los obreros tranviarios (los tranv铆as cumpl铆an las funciones que hoy cumplen los 贸mnibus) la cual logra r谩pidamente su triunfo imponi茅ndose en la calle, apedreando y parando trenes por la fuerza con violentos enfrentamientos entre huelguistas contra soldados y carneros.
Tras la victoria obtenida, las empresas despiden a numerosos huelguistas, por lo cual la medida se retoma contando con el apoyo del resto de los gremios tras la declaraci贸n de la huelga general solidaria.
Si bien la historiograf铆a adicta a la democracia burguesa insiste en opacar la medida de lucha resaltando el suceso anecd贸tico producido cuando una multitud vivando la huelga general se movilizaba por la avenida 18 de Julio, frente al balc贸n de la casa de Batlle y Ordo帽ez, el poeta anarquista Angel Falco le exige que se posicione ante al acontecimiento y 茅ste responde que apoya la medida mientras, no trascienda los limites de la legalidad burguesa.
Lo cierto es que la medida fue un谩nime, y cont贸 con decenas de piquetes y enfrentamientos, en una ciudad sitiada militarmente con constantes allanamientos, detenciones y prohibici贸n de reuniones.
La huelga logr贸 imponerse victoriosa. En medio del conflicto, la Federaci贸n obrera public贸 un bolet铆n donde marcaba el sendero que se deber铆a recorrer para obtener la victoria:
鈥淟a huelga es un arma terrible en manos del proletariado, cuando es sabiamente esgrimida, la huelga debe ser aplicada con todas sus consecuencias, con todas sus fatalidades, con sus ramificaciones l贸gicas: sabotaje y acci贸n revolucionaria, para que pueda dar resultados satisfactorios. No se concibe, no puede concebirse una huelga general que no sea abiertamente revolucionaria, contra todo y por todo, esta es la conclusi贸n de que debe compenetrarse todo obrero. (鈥) La acci贸n la encarna y la desenvuelve perfectamente el sabottage. El sabottage se desenvuelve revolucionariamente, destruyendo. As铆, pues, firmes y fuertes; que sientan los burgueses el sabor de las iras populares cuando estallan.鈥
Fuente: Periodicoanarquia.wordpress.com