El mi茅rcoles 8 de marzo, Grecia qued贸 paralizada por la huelga general m谩s masiva de la 煤ltima d茅cada. Esta ha sido, hasta el momento, el punto 谩lgido de una importante ola de movilizaciones que amenaza con convertirse en toda una rebeli贸n social tras el brutal accidente ferroviario del pasado 28 de febrero.
Las im谩genes del choque entre un convoy de mercanc铆as y otro de pasajero, que hac铆an su recorrido por la l铆nea Atenas -Tesal贸nica conmocionaron a todo el pa铆s. El resultado, 57 muertos, 56 desaparecidos y decenas de heridos, muchos de los cuales permanecen en la UCI. Pero esta conmoci贸n r谩pidamente se transform贸 en indignaci贸n y rabia.
Miles de personas tomaron las calles de las principales ciudades de Grecia pocas horas despu茅s del accidente al grito de 鈥渟ois asesinos, sois hip贸critas, el sistema que hab茅is organizado nos quita la vida鈥 y se帽alando a la aut茅ntica causa de esta matanza: la privatizaci贸n de los servicios ferroviarios, la falta de inversi贸n, los recortes, la precariedad laboral, la falta de personal y el af谩n de multiplicar los beneficios aunque con ello pueda morir mucha gente.
En este ambiente de rebeli贸n se ha fraguado la huelga general del 8 de marzo. A esta jornada, convocada en un principio por la Confederaci贸n de los Sindicatos de Empleados P煤blicos (ADEDI) para exigir 鈥渜ue terminen las pol铆ticas de privatizaciones鈥 en el sector ferroviario y 鈥渟e depuren las verdaderas responsabilidades por el crimen homicida鈥, se unieron la Federaci贸n Panhel茅nica de Marineros (PNO), la Federaci贸n Griega de Maestros de Primaria (DOE), al tiempo que la Federaci贸n Panhel茅nica de Empleados Ferroviarios (POS) y otros sindicatos del sector acordaron prolongar la huelga que ya manten铆an desde el 1 de marzo hasta el 10.

A las pocas horas de que ADEDI hiciera p煤blica la convocatoria de huelga, todos los sindicatos de clase o sectoriales se sumaron al paro, excepto la Confederaci贸n General de Trabajadores Griegos (GSEE), socia de ADEDY en el sector privado. Pero a pesar de la actitud esquirola de la direcci贸n del GSEE, el pa铆s heleno qued贸 paralizado y el seguimiento del paro fue mayoritario.
La circulaci贸n de trenes un d铆a m谩s, y ya lo estaba desde hac铆a una semana, se mantuvo completamente paralizada. La web de la empresa lo dejaba claro: 鈥淭odos los itinerarios de tren en Grecia permanecen 鈥榯emporalmente suspendidos鈥”. As铆 mismo, el importante puerto del Pireo mantuvo interrumpida toda su actividad; ning煤n tipo de barco zarp贸 de sus instalaciones ese d铆a.
La mayor铆a de las escuelas cerraron, y en varias regiones los estudiantes de secundaria, desde el lunes, ya estaban en huelga y manten铆an ocupados los institutos. Los hospitales p煤blicos solo prestaron servicios de urgencias; cientos de juicios fueron suspendidos en la mayor铆a de los tribunales y los ferris que unen Atenas con las islas no realizaron ninguno de los viajes previstos. El transporte p煤blico estuvo paralizado en las grandes ciudades. En Atenas, la 鈥渆xcepci贸n鈥 fueron los trabajadores del metro que anunciaron que trabajar铆an un par de horas para que todos los y las trabajadoras pudieran participar en la manifestaci贸n convocada en la capital.
Las 79 manifestaciones organizadas por todo el pa铆s fueron multitudinarias. En Atenas, decenas de miles de personas tardaron casi cuatro horas en completar un recorrido que en convocatorias pasadas, tambi茅n masivas, no suele tomar m谩s de una o dos horas. Tambi茅n en Tesal贸nica, segunda ciudad del pa铆s, la movilizaci贸n fue hist贸rica. En Patras, Volos, Heracli贸n o Mitilene no se ve铆an manifestaciones tan grandes desde el final de la dictadura en 1974. En Larisa, ciudad de unos 160.000 habitantes y la m谩s cercana al accidente, 10.000 personas salieron a la calle.

El Gobierno griego vierte l谩grimas de cocodrilo, mientras reprime duramente las movilizaciones
Los intentos del Gobierno derechista de Nueva Democracia y de su primer ministro, Kiraikos Mitsotakis, de calmar los 谩nimos y desviar la atenci贸n de los aut茅nticos responsables han ca铆do en saco roto.
De nada est谩 sirviendo que poco despu茅s del accidente ya hubieran encontrado al cabeza de turco de turno, en este caso al jefe de estaci贸n de Larisa; o que Mitsotakis haya pedido perd贸n a las v铆ctimas y sus familiares y se haya comprometido a poner en marcha un comit茅 de expertos encargado de 鈥渆xaminar en profundidad las causas del accidente鈥. Tampoco ha tenido el resultado esperado que el ministro de Infraestructura y Transporte, Kostas Karamanlis, haya dimitido, ni la promesa de 鈥渁nalizar los perennes retrasos en la ejecuci贸n de proyectos ferroviarios鈥, ni que se haya apelado a la unidad para superar una tragedia 鈥渟in precedentes鈥.
Los trabajadores y la juventud griega est谩n dando la respuesta que se merecen la hipocres铆a y el cinismo que despliegan sin rubor y a raudales los representantes pol铆ticos de los capitalistas griegos. Y es que mientras el Gobierno vierte l谩grimas de cocodrilo, entona un hip贸crita 鈥渕ea culpa鈥 y hace todo tipo de promesas, lanza a la polic铆a contra los manifestantes. Gran parte de las movilizaciones que se han llevado a cabo antes de la huelga general del 8 de marzo han sido reprimidas salvajemente por los antidisturbios. Estos se han empleado a fondo golpeando a los manifestantes y utilizando gases lacrim贸genos y bombas aturdidoras.
Esto es lo 煤nico que tiene que ofrecer a la clase trabajadora griega y a la juventud la derechista Nueva Democracia, al frente de un Gobierno al servicio de los capitalistas.
Cr贸nica de una tragedia anunciada
El pasado 31 de octubre, del Sindicato Panhel茅nico de Personal de Tracci贸n inst贸 un procedimiento extrajudicial para exigir a la direcci贸n de la empresa 鈥渆l restablecimiento inmediato de la infraestructura ferroviaria, los sistemas de control remoto, las se帽ales luminosas y la seguridad de la red que se ha deteriorado durante a帽os鈥 para que dichas medidas garantizaran la 鈥渟alud y seguridad鈥 de los trabajadores. La direcci贸n de la empresa, lejos de ofrecer soluciones a estas graves irregularidades, amenaz贸 con denunciar por un delito de calumnias a los representantes del sindicato.

El 7 de febrero, el Movimiento Sindical Unionista Democr谩tico de los Ferrocarriles, asegur贸 que 鈥渟i no se toman medidas para proteger los lugares de trabajo y la seguridad en la circulaci贸n de los trenes, los accidentes no terminar谩n鈥.
Este no ha sido el 煤nico aviso. Jristos Katsiulis, presidente del comit茅 para instalaci贸n del sistema de se帽alizaci贸n ferroviaria, dimiti贸 en abril de 2022 y denunci贸 que en varios tramos de la l铆nea Atenas-Tesal贸nica se hab铆an suprimido los sem谩foros. Adem谩s, lament贸 que 鈥渟e permitiera la circulaci贸n de trenes en dicho tramo a 200 kil贸metros por hora, sin que exista ning煤n indicador del estado de la l铆nea, ni siquiera en caso de rotura, con todo lo que ello implica para la seguridad de la circulaci贸n de trenes鈥.
Tras el accidente el presidente del sindicato de maquinistas, Kostas Geridunias, denunci贸 en la televisi贸n p煤blica ERT que “nada funciona, todo se hace manualmente, estamos en modo manual en todo el eje Atenas-Tesal贸nica. Los sem谩foros tampoco funcionan, si lo hicieran, los conductores ver铆an los sem谩foros en rojo y se detendr铆an a tiempo鈥.
Los sistemas que deb铆an automatizar la circulaci贸n en las v铆as fueron comprados en 2000 y se anunciaron como parte de la modernizaci贸n del pa铆s para los Juegos Ol铆mpicos de 2004. Casi dos d茅cadas despu茅s, nunca se han puesto en funcionamiento.
Por su parte el presidente del Sindicato de trabajadores de la empresa estatal de ferrocarriles, OSE, Nikos Tsikalakis, denunci贸 que 鈥渆n un organigrama en el que el propio Estado ha estimado que deber铆a haber 2.100 empleados, hoy apenas hay 750 trabajando en toda Grecia鈥, e insisti贸 en que 鈥渉oy no deber铆a ser posible que un jefe de estaci贸n lo decida todo hablando con otro, debe hacerse de manera automatizada鈥.
Suculentos beneficios privados a costa de vender y desmantelar los servicios p煤blicos
La compa帽铆a de transporte ferroviaria Hellenic Train es una de las m煤ltiples empresas p煤blicas griegas que se privatizaron a ra铆z del estallido de la crisis de la deuda en el pa铆s. En el a帽o 2017, la entonces TrainOSE fue adquirida por 45 millones de euros por la compa帽铆a estatal italiana Ferrovie Dello Stato Italiane.
Los ferrocarriles de Hellenic Train, son operados por la compa帽铆a italiana, pero esta hace un negocio redondo ya que las infraestructuras ferroviarias griegas, incluidos los sistemas de seguridad, siguen dependiendo de la compa帽铆a estatal OSE. A esto hay que sumar que 鈥淗ellenic Train recibe 50 millones de euros al a帽o del Estado como subsidio sin cumplir con su responsabilidad de operar los trenes con garant铆as de seguridad鈥, tal y como denunciaba el KKE (Partido Comunista de Grecia) que ha jugado un papel relevante en el impulso de la movilizaci贸n.
Pero la situaci贸n calamitosa en la que se encuentra la infraestructura ferroviaria griega es un elemento m谩s del deterioro generalizado de unos servicios p煤blicos que siempre se han caracterizado por tener una infraestructura antigua, obsoleta e insuficiente, y que se han hundido tras m谩s de una d茅cada de pol铆ticas de austeridad y privatizaciones.

Despu茅s de a帽os de recortes, de austeridad, de vender a precio de saldo las empresas p煤blicas, y de haber pagado decenas de miles de millones a los que detentan la deuda p煤blica griega, esta sigue representando el 224% del PIB, la segunda mayor del planeta, solo detr谩s de la astron贸mica deuda japonesa.
Mientras un pu帽ado de especuladores exprimen la riqueza que los trabajadores griegos crean con su esfuerzo, las condiciones de vida de la poblaci贸n colapsan. Los salarios siguen estancados en poco m谩s de 700 euros mensuales en un contexto de inflaci贸n casi desbocada (los precios de los alimentos y del transporte suben a un ritmo del 15%). El 40% de las familias griegas no supera los 12.000 euros anuales de ingresos, mientras que otro 40% recibe entre 12.000 y 30.000. En estas condiciones el 35% de los griegos no puede pagar a tiempo las facturas de agua, luz, gas, etc. y el 29,3% de la poblaci贸n se encuentra en riesgo de pobreza o exclusi贸n social.
Con la rebeli贸n obrera que se est谩 produciendo en las 煤ltimas semanas en Reino Unido y Francia y con una tensi贸n social cada vez m谩s palpable extendi茅ndose por toda Europa, los acontecimientos del pa铆s heleno est谩n desatando m谩s a煤n el nerviosismo en el seno de las distintas burgues铆as y sus representantes pol铆ticos. Todos maniobran para intentar apagar cuanto antes el incendio griego y as铆 evitar que se descontrole.
Desde la UE, Von der Leyen se ha comprometido a brindar todo “el apoyo t茅cnico que la Uni贸n Europea puede prestar a Grecia para modernizar sus ferrocarriles y mejorar su seguridad鈥. Nueva Democracia y con ella la burgues铆a griega, se muestran muy preocupadas por el hecho de que Grecia debe celebrar elecciones generales esta primavera, o como muy tarde, este verano; comicios en los que esta formaci贸n de derecha podr铆a sufrir un importante retroceso.

Sea como sea, todo parece indicar que la lucha de clases en Grecia entra en una etapa de auge. En este nuevo ciclo la vanguardia obrera conseguir谩 resta帽ar las heridas de las derrotas pasadas y de la traici贸n de Syriza y volver谩 a recuperar la confianza en sus propias fuerzas. La experiencia volver谩 a poner en el orden del d铆a, ante millones de trabajadores y trabajadoras, la necesidad de acabar con este sistema podrido y construir una nueva sociedad sobre bases socialistas.
Fuente: Izquierdarevolucionaria.net