EL
BLOG DE JULIÁN – 28/09/2015
Si te hablo de Afganistán, seguramente, la primera imagen que llegará a tu mente
será: Burka, país atrasado, país cuasimedieval, pobre y lleno de
miseria, ocupado militarmente por la OTAN. Recordarás a Al-Qaeda, el
11-S y a Bin Laden. Un país donde la vida tiene que ser un infierno,
de hecho, parte de los refugiados que llegan en este momento a Europa
son de allí: 14 años después el país ocupado por EE.UU es una
cloaca de miseria, opresión y pobreza.
Sin embargo, con toda
probabilidad, desconozcas que hubo un pasado donde Afganistán consiguió liberarse de las cadenas de la Edad Media y entrar en la
Edad Contemporánea como una locomotora. Donde ese país, hoy
atrasado, superaba en algunos aspectos, que luego veremos, a la
España de aquella época: El Afganistan Socialista.
Esa explosión de avances
llegó gracias a la Revolución de Saur, una revolución popular que
estalla gracias a la acción de los comunistas afganos. Tras la
represión desencadenada por el régimen anterior, la Revolución
cuaja en abril de 1978 y triunfa. El nombre de la Revolución de Saur
le viene del nombre persa del mes, por lo que también se le llama La
Revolución Roja de Abril.
Bandera de la RPDA en
1978-1979
Bandera de la RPDA desde
1980
Un revolucionario y
ambicioso programa de Reformas
Programa de
alfabetización impartido por mujeres. 1979. Zona rural de Afganistán
El gobierno marxista de
Taraki inició un programa de amplios cambios en la sociedad afgana.
Para empezar, eliminó la usura (medida de la que se beneficiaron once
millones de campesinos), inició una campaña de alfabetización (por
primera vez en las escuelas se enseñó en las lenguas nativas de los
alumnos y también asistían mujeres), implantó una muy radical
reforma agraria, separación total de la Religión y el nuevo Estado
(que, en virtud de la Ley, pasaba a ser constitucionalmente laico),
eliminó el cultivo del opio, legalizó los sindicatos y estableció
una ley de salario mínimo para subir sueldos a los trabajadores y
trabajadoras afganas.
Trabajadora en una
fábrica, 1983
Niños y niñas en clase,
años 80, durante la RPDA
Mujeres en clase. 1981.
Kabul. RPDA
Mujeres milicianas para
combatir a los muyahidines islamistas financiados por EEUU, 1980
El gobierno de Taraki
también promovió la igualdad de derechos para las mujeres: permiso
de no usar velo si así lo deseaban, permiso de transitar libremente
y conducir automóviles, abolición de la compra de mujeres,
integración de mujeres al trabajo y a estudios universitarios, así
como a la vida política con cargos públicos.
Los comunistas afganos
tomaron medidas para sacar al Pueblo del atraso y la miseria. En un
primer momento distribuyeron tierra a 250 mil campesinos, abolieron
todas las deudas contraídas por los campesinos con los
terratenientes, liberaron 8 mil presos políticos, declararon la
educación universal para ambos sexos.
La tasa de mortalidad
infantil de menores de 5 años pasa de 380 en 1960 a 300 en 1988; el
80% de la población urbana accede a servicios de salud; el 63% de
los niños y niñas realizan íntegramente el curso escolar en
1985-87; la esperanza de vida pasa de 33 años en 1960 a 42 en 1988.
Centenares de miles de personas son alfabetizadas. Se aumenta en un
50% el número de médicos, se duplica el total de camas en los
hospitales; se crean por primera vez jardines de infancia y casas de
reposo para los trabajadores.
Manifestación del 1 de
mayo, impensable hoy en Afganistan
El gobierno comunista se
esfuerza en sacar a las mujeres del tremendo atraso y opresión que
sufren: el analfabetismo femenino es reducido del 98 al 75 % y miles
de mujeres afganas dejan de usar el chador. Se incorporan a la
producción e integran los destacamentos populares de defensa de la
revolución con las armas en la mano. Los afiliados del PDPA que
practican la poligamia son expulsados del partido. Incluso se
incorporan a la vida política: las mujeres son una décima parte de
la militancia del PDPA, cifra insuficiente pero que es un gran avance
en comparación con la exclusión absoluta que sufren hoy bajo el
régimen de los talibanes. La vicepresidenta de la Unión de Mujeres
Democráticas Safika Razmiha declaró en 1988:»si no se logra la
igualdad de la mujer en nuestra sociedad, es imposible avanzar por el
camino del progreso social. Muchos miles de mujeres afganas aún
están encerradas en los harenes, millones ocultan su rostro bajo el
chador y el 75 % de ellas son analfabetas. La revolución afgana
realiza un ingente trabajo para emancipar a la mujer. Pero la
correlación de fuerzas es todavía favorable a los atrasos
feudales».
Gracias a la Revolución de Saur, Afganistán permitió el
divorcio en 1980, curiosamente, un año antes que España.
Estudiantes en la
universidad de Kabul, 1981
Joven investigadora
afgana en la Universidad de Kabul, 1987
Mujer en una protesta en
Kabul tras atentado terrorista de EEUU, 1986
EEUU decide declarar la
guerra a la Revolución de Saur, junto a sus aliados: Pakistan y
Arabia Saudi
Estados Unidos vio la
situación como una oportunidad única para debilitar a la URSS, y el
movimiento esencialmente marcó el final de la era de la distensión
iniciada por el ex Secretario de Estado Henry Kissinger. En 1978, los
estadounidenses comenzaron a formar insurgentes y establecer
emisiones de propaganda para Afganistán desde Pakistán. A
principios de 1979, oficiales estadounidenses comenzaron a reunirse
con los líderes insurgentes para determinar sus necesidades.De
acuerdo con el entonces Consejero de Seguridad Nacional Zbigniew
Brzezinski, la ayuda de la CIA a los insurgentes en Afganistán fue
aprobado en julio de 1979.
Brzezinski dijo que la
ayuda a los muyaidines, que se inició bajo la administración Carter
con la intención de provocar la intervención soviética, fue
impulsado de manera significativa en la administración Reagan.
Mohamed Taraki, primer
presidente de la RPDA
¿Invasión de la
URSS?
Cuando se habla de este
hecho histórico en la bibliografía o en los medios de comunicación,
se le califica de “invasión de Afganistán” o “invasión
soviética”, equiparándolo con episodios que protagoniza la URSS
en Hungría (1956) o en Checoslovaquia (1968). Nada más lejos de la
realidad. La URSS no invade Afganistán, sino que interviene tras
recibir la petición por parte del Consejo Revolucionario. Esto
explica que la intervención en Afganistán no despierte el mismo
descontento que años atrás produjo la invasión del Pacto de
Varsovia en Checoslovaquia.
De hecho no hay que
olvidar dos datos: La Revolución de Saur se produce en 1978 y la
entrada de tropas soviéticas es el 7 de diciembre de 1979, habiendo
ya EE.UU empezado a financiar a los «rebeldes»
Y otro dato: La República
socialista afgana SOBREVIVIÓ a la caída de la URSS durante meses,
sin ayuda y luchando sola contra sus enemigos. La URSS desaparece en
diciembre de 1991 y Kabul no es tomada hasta un año después, lo que
demuestra la existencia de un apoyo importante y notable por parte de
la población, teniendo en cuenta que de 1988 a 1992, la RPDA luchó
sin más ayuda que la de su propio Ejército y las milicias
comunistas.
Apoyo abierto por parte
de EEUU a los islamistas, de entre los cuales acabará naciendo Al-Qaeda
EEUU no dudó, con el
apoyo de Arabia Saudi, en financiar y armar a los “freedom figthers” Como en Siria y Libia ha pasado en los últimos años, EEUU no tuvo
problema en apoyar a gente que, sumidos en un feroz fanatismo
islamista, obedecían y servían a los poderes que les financiaban.
Reagan se reunía con
ellos cómodamente en la Casa Blanca en el año 82.
Reagan llegó a decir de
ellos:
“Ver los valientes
afganos luchadores por la libertad contra modernos arsenales con
simples armas de mano es una inspiración para aquellos que aman la
libertad.”
La misma AlQaeda tiene el
origen de su nacimiento en Afganistán, algo que ha sido reconocido
por la misma Hillary Clinton.
En 1981 se producen
secuestros similares de ciudadanos soviéticos como estos. Fueron
ejecutados como hoy ejecuta ISIS a sus capturados. Entonces, los
medios de prensa, a ese acto, igual que a los coches bomba, le
llamaban «luchar por la libertad»
Ciudadanos soviéticos
capturados por los muyahidines. 1981. Fueron degollados y tiroteados.
Bin Laden era retratado
en medios occidentales en los años 90 como un héroe de la libertad
Con la complicidad de la
prensa occidental, donde se vendía que eran “rebeldes” que
luchaban contra un “régimen”. De hecho, ya estaba allí “informando” la conocida periodista de EL PAIS, Pilar Bonet,
denunciada por la intoxicación de sus artículos sobre Ucrania en
2014.
O en los años 80, cuando
era una constante (curiosamente escrito por la misma tipa que hoy
escribe crónicas desde Ucrania) que los muyahidines eran «oposición
armada», y quienes les combatían, «régimen».
Tras el 11-S, tuvieron la “decencia” de cambiarlo, claro, una vez sembrado Afganistán de
fanatismo y muerte, intolerancia y guerra.
Imágenes del Afganistán socialista y vida cotidiana, antes y después
Kabul, 1990
Imagen tomada en 1992,
cuando los islamistas toman la ciudad de Kabul.
Mujeres por las calles de
Afganistan en 1988
tomada el año pasado. No es 1600, es 2013, tras la “liberación”
del Afganistan de la Revolución Saur por los “freedom figthers” de
EEUU y la “nueva liberación” de EEUU en 2001
Foto del asesinato del
último presidente comunista de la RPDA por los «aliados» de EEUU.
El día de ese trágico suceso, EL
PAIS publicaba un editorial llamado «Hijos de Occidente», alabando
a los asesinos:
http://elpais.com/diario/1996/09/29/opinion/843948006_850215.html
El progreso de Afganistán fue tal que llegó a tener el primer astronauta de su historia. Lo
tuvo 12 años antes de que ESPAÑA enviase a un astronauta al espacio
por primera vez en su historia.
Abdul Ahad Mohmand,
primer y único cosmonauta afgano
Cuando los «muyahidines»
llegaron, además de cortar los dedos a las mujeres con uñas
pintadas, y matar a muchas de ellas, después de violarlas con
sadismo, junto a defensores del régimen socialista, fue quemar todo
el esfuerzo puesto años atrás en hacer avanzar al país.
Saqueo y quema de libros
en Kabul, 1992
¿Qué pasó después?
La oposición, llamada en
Occidente, incluso por la izquierda “de salón” RESISTENCIA,
REBELDES, LUCHADORES POR LA LIBERTAD, que no es mas que un amasijo de
300 comandantes enfrentados entre sí y acostumbrados a llenarse los
bolsillos con los dólares de la CIA, termina en 1992 por derribar al
gobierno comunista. Las conquistas sociales son liquidadas y el país
pasa a un nuevo tipo de guerra civil entre los diferentes jefes
tribales.
La CIA, el régimen saudí
y el general pakistaní Nasrullah Babar forman un grupo integrista
aún más fanático y brutal que toma el poder en Kabul en 1996, los
talibanes. Los USA pretenden que este régimen no dificulte la
instalación de oleoductos que transporten el petróleo
centro-asiático a manos de las petroleras yankis. Otras vías
alternativas por Irán y China no son posibles. Los talibanes hacen
saber mediante dos gestos lo que va a ser su política: arrastran por
las calles de Kabul y cuelgan al último presidente comunista,
Najibullah, y ordenan a las mujeres a esconderse debajo de de una
espantosa pieza de tela. El asesinato de Najibullah podía haberlo
evitado él mismo: le ofrecieron salvarse si firmaba un documento
favorable a Pakistán. Al no hacerlo, los lacayos de EEUU no tardaron
tiempo en darle una muerte horrenda y terrible.
Los antiguos amos de la
CIA pensaron seguramente que su operación había tenido éxito y que
Kabul “ya era libre”. Pocos imaginaban, y tampoco sus aliados de la
OTAN, que los fanáticos integristas se iban a volver contra ellos
colaborando, supuestamente, en los devastadoras atentados de EEUU y
otros lugares.
El pueblo afgano tuvo una
oportunidad de obtener un desarrollo pacífico y construir una
sociedad más justa. La única ayuda que recibieron de Occidente fue
las armas de los bandidos integristas, después las lágrimas de
cocodrilo de algunas feministas pequeñoburguesas, los misiles de
Clinton y un país sumido en la miseria en todas sus categorías clasificables.
Todavía, quienes tenemos
memoria tenemos que aguantar noticias como «Una mujer conduce por
primera vez en Afganistan» (Europapress, 2014), como si fuésemos IMBÉCILES y desconociésemos la historia. La Historia de un
Afganistán libre, socialista, donde las mujeres podían ser y
desarrollarse, donde los pobres y los humildes por fin tocasen con la
punta de los dedos el poder y autogestionar sus destinos.
Por desgracia, execrables
y repugnantes intereses sembraron de muerte y pobreza Afganistan en
nombre de la libertad: Como en Irak, como en Libia y como hoy en
Siria. Debemos recordarlo, debemos tener memoria, pues si no lo
hacemos, conseguiremos que vuelvan a matar, de nuevo, a todos y todas
las valientes que en 1978 lucharon por un Afganistán mejor que da
mil patadas a la cloaca creada por EEUU en 2001.
Los afganos, a pesar de
todo, no lo han olvidado. Cabe señalar que una encuesta de Radio
Kabul en 2008 preguntaba qué gobierno preferían los afganos: Un 93%
dijeron que la República Socialista, recordando el periodo de
prosperidad vivido en aquellos años que, de momento, parece que no
volverán.
BIBLIOGRAFÍA:
http://www.marxist.com/destino-afganistan-socialismo-o-barbarie-es.htm
http://arqueohistoriacritica.blogspot.com.es/2013/10/afganistan-gloria-y-tragedia.html
http://www.theatlantic.com/photo/2014/08/the-soviet-war-in-afghanistan-1979-1989/100786/
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parecido interesante, compártelo, es importante que estos datos
sean conocidos. La mayoría los desconoce, cuando son claves para
entender el surgimiento del yihadismo.
Salud y comunismo!
Fuente: Arrezafe.blogspot.com