Un elemento fundamental para realizar el análisis de la relación de la guerra con
la economía es considerar los esquemas, desarrollados a partir de Quesnay, que
se presentan mejorados como los esquemas de reproducción simple y ampliada
de Marx (1971, t. ii, pp. 350-456) y que, junto con otros aportes (de Leontiev y los
keynesianos), contribuyeron a la construcción de los sistemas de cuentas nacionales (Kowalik, 1979, p. 1059). Aunque es de señalar que “el multiplicador del
gasto de cien unidades de armamento financiadas con cien unidades de impuestos
puede ser mayor de la unidad si se sigue el moderno sistema de contabilidad nacional en vez del sistema de contabilidad que Marx usa” (Desai, 1977, p. 142).
económica anual de la sociedad, deben tomarse en cuenta las interacciones materiales y sociales entre los dos sectores de la economía [16] [sector i= medios de producción, sector ii= medios de consumo, sector iii= medios de destrucción] en la generación del producto total y su valor, así como considerar que el sector ii se subdivide a su vez
en un subsector que produce artículos de lujo y en otro que produce medios de
vida necesarios.
subsector de artículos de lujo (Kidron, 1971). Sin embargo, en sentido estricto,
los armamentos no pueden contemplarse como parte de este subsector en tanto
que no entran al proceso de reproducción del capital social. Así pues, no deben incluirse ni en en el sector i ni en el ii, ya que como medios de destrucción constituyen otra categoría especial del proceso de reproducción del capital, por lo que
en realidad integran otro sector diferente a los anteriores (un tercero o iii), al no
ser medios de producción ni tampoco medios de consumo para la reproducción,
sino medios para la destrucción, aunque el valor generado en este sector también
se descompone, al igual que los anteriores, en capital constante, capital variable
y plusvalía.
realmente deduciendo una parte de la generada en los sectores i y ii y transfiriéndola al tercero; de esta forma surge la economía de guerra permanente (Boggs,
2004, p. 23; Melman, 1979, p. 5).
requieren de un incremento desmedido de los artículos de lujo [18] (ya que el capitalismo no se finca en la abstinencia sino en el derroche), todo lo cual se traduce
en otra posibilidad de crisis, aunque ésta se sitúa al nivel de la reproducción simple (Marx, 1971, t. ii). Esto significa que la causa de la crisis no está sólo en la
sobreproducción del sector productor de medios de producción (menos en el
subconsumo, puesto que éste es característico de todas las sociedades de clase,
basadas en la pobreza de las masas).
tiene que ver con la desproporción entre el subsector de medios de vida y el de
artículos de lujo, cuando éste rebasa a aquél: “Es un fenómeno completamente
análogo a la realización de i (V + P) en ii ©; con la diferencia de que en el segundo caso (iib) V sólo se realiza en una parte de (ii a) p igual a él en cuanto al volumen de su valor” (Marx, 1971, t. ii, p. 364). [que me lo traduzcan]
asunto que aquí nos ocupa. En las dos, el ritmo de la acumulación lo marca un
superávit del sector i y, paralelamente, un déficit del ii (lo que no excluye el
sobreconsumo),[19] por lo que, en la reproducción ampliada, la ecuación de equilibrio intersectorial supone que el sector i reinvierte más en sí mismo que en los
otros. La otra hipótesis, que explicaría el capitalismo actual, es que crezca más el
sector iii de la economía. Y esto es lo que verdaderamente ocurre, porque, para
que éste pueda funcionar, requiere que de los dos primeros sectores le vendan
más (y menos al interior de ellos). Esto implica que se destinen menos medios de
producción y de consumo a realizarse en los dos sectores de la economía civil
a cambio de armas.
ampliada negativa (Bujarin, 1974), la cual supone una deducción de riqueza
material y social de los sectores productivos para su realización en el destructivo (Melman, 1977), y que igualmente genera su propio excedente en armamentos, de los cuales no emplea todos, ya que eu es el primer exportador de armas
en el mundo).
el acelerado cambio tecnológico),[20] y como no todos los productos de este último
se destinan a la guerra, muchos van entrando poco a poco hacia el primero (aunque sólo como artículos intermedios), principalmente, aunque también al sector
ii (videojuegos, juegos de guerra, defensa personal, sicarios, etcétera).
tecnología manda el sector militar, éste depende de los otros dos para garantizar
su funcionamiento, por lo cual la verdadera acumulación siempre es la que ocurre como resultado del intercambio (y desequilibrio) entre los sectores i y ii, pues
el iii es resultado de una deducción (en términos materiales y de valor) de los
anteriores (Bujarin, 1974; Melman, 1979) por mucho que pudiese impactarlos
positivamente.
Al contrario, genera y presupone un crecimiento sostenido, apoyándose en el consumismo y en las aventuras del capital especulativo a escala mundial, que
son un acompañante de esta economía, así como del “capitalismo criminal” (Galindo, 2005).
sólo como una simple asignación monetaria (lo que es un renacimiento del
nominalismo),[22] despreciando el impacto que acarrea en el proceso de reproducción económica y ecológica. En ese caso, se minimizan los fundamentos bélicos
de la crisis como núcleo de la comprensión del proceso de reproducción del capital social. Y es que los materiales empleados son destruidos permanentemente
como valores de uso e, incluso, aunque no se consuma el armamento, su carácter
destructivo radica en que no puede reponerse materialmente pero tampoco reproducirse en términos de valor.
Notas
total de la sociedad, se distingue el sector i, aquel que produce medios de producción, del sector
ii, que produce medios de consumo. No tienen nada que ver con la clasificación en sector primario
(minero y agropecuario), secundario (industrial) y terciario (servicios), que se refiere a las funciones físicas: obtención de la materia prima, su transformación y su consumo.
artículos de subsistencia, en la producción de otro, no son parte determinante del sistema” (Sraffa,
1966, p. 81).
p. 20).
volumen de producción, los métodos y todo lo demás son consecuencias del mismo. En realidad es
más adecuado concebir al sector de la industria bélica como logística económica que en función de
la producción para el mercado […] La innovación es importante. Pero apenas se puede afirmar que
sea autónoma” (Kidron, 1971, pp. 42 y 68).
subproducción creciente. Tal proceso se puede designar como reproducción negativa ampliada.
Además, la reproducción negativa ampliada avanza paralelamente a la acumulación de valorespapel” (Bujarin, 1974, p. 27). Igualmente: “Gran parte del producto anual que se consume como
rédito y ya no ingresa al proceso productivo en calidad de medios de producción está compuesto por los productos más nefastos, que satisfacen las pasiones, caprichos, etc., más deplorables. Este
punto es de todo punto indiferente para la determinación del capital productivo, aunque naturalmente, al desarrollo de la riqueza se le aplicaría un freno si una parte desproporcionada se reprodujera de esta suerte, en lugar de convertirse nuevamente en medios de producción y de subsistencia
que vuelven a entrar en la reproducción ora de mercancías ora de la capacidad laboral misma, en
pocas palabras, en vez de consumirse productivamente” (Marx, 1976, p. 85).
Bibliografía
York, Rowmn/Litllefield Publishers Inc
Revista Mundo Siglo xxi, núm. 2, México, ciecas, ipn.
primero, capítulo vi, inédito), México, Siglo XXI.
Touchtone.
Cita
PDF: Redalyc
Para saber más
Fuente: Tarcoteca.blogspot.com