“El infierno de los
vivos no es algo por venir; hay uno, el que ya existe aquí, el
infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos.
Hay dos maneras de no sufrirlo.
La primera es fácil
para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el
punto de dejar de verlo.
La segunda es
arriesgada y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber
reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y
hacer que dure, y dejarle espacio”.
Italo Calvino, Las
ciudades invisibles, Ediciones Minotauro, Barcelona, 1999, pp.
250-251.
Fuente: Arrezafe.blogspot.com