La cifra oficial indica que 6.042 personas se inscribieron por voluntad propia en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (RGIAJ) en 2020, una lista que impide el acceso a portales online donde se puede apostar. La cifra total asciende a 56.329 inscritos en España, lo que supone un crecimiento del 12% respecto a los apuntados en 2019. De ellos, 13.811 son andaluces, lo que supone una de cada cuatro personas (24,52%) autoexcluidas de las apuestas online en todo el Estado.
Una plaga que asola los barrios y que el ministro «comunista» de Consumo, Alberto Garzón, tiene la solución: restringir el horario de publicidad. Patético.
Fuente: Insurgente.org