October 29, 2022
De parte de Nodo50
2,531 puntos de vista

Presidenta de la Asociación de Mujeres Peruanas Afectadas por las Esterilizaciones Forzadas anunció que evalúan marcha nacional hacia Lima por retrasos en el proceso judicial e insuficiente apoyo de las autoridades para el acceso a la justicia y reparación de las víctimas.

Por Wilson Chilo, corresponsal en Cusco

El Poder Judicial amplió por cuatro meses la investigación en los casos de esterilizaciones forzadas a mujeres, en su mayoría indígenas, perpetradas durante el régimen de Alberto Fujimori entre 1996 y 2000. Las víctimas no solo reclaman celeridad, sino también resolver las deficiencias del sistema de justicia que les impide acceder a la verdad y reparaciones.

Rute Zúñiga Cáceres, presidenta de la Asociación de Mujeres Peruanas Afectadas por las Esterilizaciones Forzadas (AMPAEF) indicó a Wayka que están coordinando la convocatoria de una asamblea para evaluar acciones frente a las demoras en la investigación. «Ya es demasiado, están pisando nuestros derechos, nos están victimizando. Nosotras nos vamos a organizar en una marcha nacional hacia la ciudad de Lima”, informó.

La presidenta de AMPAEF también cuestionó el papel que viene cumpliendo el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (MINJUSDH) en su compromiso de acompañamiento y búsqueda de justicia para las sobrevivientes y sus familiares. «No se abastecen, tenemos que gastar nuestro dinero para ir al Cusco, viajar dos a tres horas [para brindar nuestras declaraciones], es dificultoso para las compañeras”, comenta.

Foto: Wilson Chilo

SOLO 4 ABOGADOS PARA MÁS DE MIL CASOS

Yudith Conto Cantero del área legal de Derechos Humanos Sin Fronteras (DHSF) refiere que a nivel nacional hay denuncias penales, carpetas fiscales y procesos en situación de investigación que las víctimas de esterilizaciones forzadas de comunidades alto andinas afrontan con falencias y dificultades.

La abogada indica que desde el Ministerio de Justicia solo se ha destinado para Cusco a 4 defensores que dan asistencia legal a los 1321 casos registrados en la región.

Captura del informe de la Dirección de Asistencia Legal y Defensa de Víctimas a la congresista Katy Ugarte. Foto captura.

“A lo descrito hay que agregar, que las compañeras no se sienten seguras porque no conocen a su abogado. No conocen qué proceso se está haciendo, no se les da la información ni en qué etapa de investigación están y por qué se recaba su testimonio”, señala.

Según Yudith Conto, las víctimas de esterilizaciones forzadas también desconocen la fecha exacta para sus declaraciones o se les reprograma a última hora. Al respecto, menciona que se ha alcanzado una queja al Registro de Víctimas de Esterilizaciones Forzadas (REVIESFO) y al Ministerio de Justicia sobre este tema.

FALTA DE ACCESO A INTERNET

A esta problemática también se suma la falta de acceso a internet y a las nuevas tecnologías de comunicación para las denunciantes. Según Conto, las víctimas afrontan dificultades para dar sus declaraciones virtuales y a movilizarse desde sus comunidades hacia la capital de la provincia en búsqueda de conexión internet.

“Esta situación les genera un gasto extra en su economía, son pasajes de ida y vuelta, cubrir su alimentación e incluso algunas tienen que quedarse a dormir en la intemperie o plaza del lugar por los escasos recursos que tienen”, indica.

Así también lo describe Rute Zúñiga sobre las dificultades que afrontan las sobrevivientes. “No tenemos internet adecuado y celulares modernos, nuestras compañeras que son campesinas, no tienen estudios superiores para que ellas puedan manejar el celular y no hay internet para que puedan declarar en sus procesos. Tienen que bajar una a dos horas desde sus comunidades hacia el pueblo para suplicar quien puede dar acceso a internet”, denuncia.

HERIDAS QUE NO CIERRAN

Doris Huayllparimachi Quehuarucho (54) pertenece a la provincia de Anta y es una de las sobrevivientes. Ella tenía 25 años cuando asistió a la posta de su provincia por un resfrío y terminó siendo esterilizada sin su consentimiento. Solo recuerda que le pusieron una bata verde y luego despertó en el Centro de Salud de Anta.

—Cuando desperté me habían cortado, no me avisaron, ni capacitaron en nada, como a animales nos han cargado a cinco mujeres más a la posta, nos han encerrado, las traían en camillas y las metían en un salón, la portera nos encerró con candado. En tiempos de Fujimori era así, nos trataron como animales—, narra.  

Su esposo la estuvo buscando y recién a las nueve de la noche la encontró sin poder caminar. Tras el reclamo de su pareja, solo atinaron a decirle «querías que tu esposa esté pariendo como chancho y cuy», cuenta.

Luego de más de veinte años, Doris junto a Rute Zúñiga reclaman que el actual gobierno de Pedro Castillo cumpla con el compromiso que anteriores gestiones no han logrado resolver: una reparación integral para las víctimas a nivel nacional.




Fuente: Wayka.pe