
Alfredo Cospito es un tipo consecuente que ama a su gente y las cosas bellas de la vida, y reivindica una vida digna de ser vivida. Alfredo lleva más de 10 años encerrado en las mazmorras del Estado fascista italiano, además, ahora privado del derecho a comunicarse con sus seres queridos e incomunicado en el régimen del 41 bis en una celda de máxima seguridad, donde encierran a todos los opositores o revolucionarios que se enfrentan a sus jodidas normas.
De este modo, para el Estado y todos los títeres que lo sustentan, es un archienemigo terco al que odian porque propugna la Anarquía de acción y no se doblega, además, la prensa generalista le califican como a un monstruo que tiene que pudrirse en las prisiones. En realidad, creen que aislando a los presos subversivos acallarán sus voces pero, se equivocan, porque jamás podrán silenciar los gritos de libertad que resuenan desde el principio de los días.
Es un asunto de conciencia e integridad, dentro o fuera de sus mazmorras. Y Alfredo no quiere dar un paso atrás en su lucha por la revolución y la libertad.
La verdadera amenaza es el Estado fascista que tolera que cientos de personas se ahoguen en el Mediterráneo cada día, o que la gente no tenga lo elemental para subsistir.
Lamentablemente, puede que lo exterminen, espero que no, políticamente nunca. Ojalá que esto no acabe en una tragedia.
Estamos a su lado. ¡Hey fascistas! Las váis a pasar canutas.
(EX)PRESIÓN
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Fuente: Portaloaca.com