December 28, 2020
De parte de Portal Libertario OACA
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Preliminares

Esta reflexión nace de dos artículos escritos por los compañeros Yesbi y Teva, que recientemente leí. Me refiero a ellos mediante juegos de palabras con el afán de no lastimarlos que, aunque no es mi intención, pudiera ocurrir. Me interesa además no lastimar lo que representan, que es de lo poco bueno y digno de admiración que actualmente ocurre.

El título de esta nota originalmente era otro, pero esta madrugada me desperté con la convicción de que estaba ante algo más grande que ha existido desde que conocemos la historia. En efecto, parece que toda doctrina que no pasa a la experiencia o pretende hacerlo, es sustancialmente ingenua. Pueden esas doctrinas pasar a la praxis, como las doctrinas marxistas o las anarquistas, lo que precisamente las hace ingenuas al pretender que choro más la aplicación del choro cambiará lo que se pretende cambiar. Otras doctrinas más simples como las de derecha o capitalistas, pasan a la práctica y construyen mundos a modo de sus impulsos más básicos, lo cuales al no ser rebasados los lleva a la ingenuidad de estarlos satisfaciendo, cuando en realidad los acotan y depauperan como ocurre en el consumismo, la religión y más genéricamente en la ideología y la cultura.

¿Es esta nota ingenua? No parece, en tanto que su existencia real no pasará de un párrafo o dos, que será lo más que se soporte leerla sin causar rechazo, abominación o ceguera. Pocos serán los ojos que la vean y pocos los que la lleguen a oír. Lo que no existe no puede ser o no ser ingenuo, solamente no es. Quizá en otro tiempo, pero hoy no es y si llegara a ser, quien sabe cómo sería.

¿Marx era ingenuo? Sí. Al menos lo era el Marx de El Capital, el cual nunca acabo, quizá por abandonar su ingenuidad. ¿Marcos era ingenuo? También, pudo dejar de serlo, pero prefirió esperar a que los trenes mayas lo invadieran para poder seguir expresando su ingenuidad. Quizá por eso se envolvió en un manto de ingenuidad ya como Galeano. ¿Los Toños Negris y los anarcos también son ingenuos? Lo son, con sus críticas y sus posturas fortalecen a los actuales despotismos, como seguramente lo hicieron los espartacos en su tiempo. Sin ellos, el capitalismo no hubiera llegado muy lejos.

Hay movimientos autonomistas claramente ingenuos como el del EZLN. Su praxis lo ha llevado a enconcharse en espera de ser engullidos por el despotismo en turno (sea el capitalismo o el que le siga). De otros poco sabemos, como el de la Rojava al cual no se podría acusar como claramente ingenuo debido a que se mueve en medio de la metralla. Movimientos como el de CECOSESOLA conserva rasgos experienciales pero no ha salido de Barquisimeto, lo cual sugiere un giro pragmático parecido a los que se inventa la derecha.

Queden estos preliminares en espera de que algún día, alguien reflexione sobre la ingenuidad de ciertas doctrinas.

Ingenuismo

Hay doctrinas ingenuas de diversos colores, las marxistas y las anarquistas son más bien blancas como los chistes de Capulina, mientras que las de derecha son oscuras y perversas pese a su ingenuidad. El autonomismo ingenuo es de esas doctrinas blancas que valen la pena dedicarles una madrugada. Es el caso del autonomismo en boga encabezado por los autores arriba citados.

Dicho autonomismo destaca dos aspectos: uno, el hecho de movimientos surgidos de los pueblos, colectivos y comunidades que buscan sus propios caminos. El otro aspecto que destacan es que el autonomismo avanza, poco a poco, pero avanza. Esta última afirmación es totalmente falaz. La primera es un tanto optimista por decir lo menos, pero en realidad está retorcida para hacerla girar en torno a la segunda afirmación. Es decir, se cita a movimientos autonomistas reales sin mencionar su grado de ingenuidad, creando la ilusión de que el autonomismo “ahí viene, ahí está”.

En lo que suele llamarse realidad ocurren cotidianamente multitud de líneas deleuzianas (molares, moleculares y de fuga) que ponen en perspectiva, refuerzan o amenazan a las sociedades, comunidades o colectivos en las que emergen. Son como estrellas fugaces que pueden brillar un instante o ser meteoritos que se materializan en catástrofes o que pueden derivar en formaciones sociales, colectivas o comunitarias.

Las líneas deleuzianas ocurren para bien, para mal o simplemente ocurren. Los movimientos autonomistas son del mismo orden: emergen en medio de un sinfín de ocurrencias, algunas llaman la atención tal cual llama la belleza de una mujer. Así como una mujer bella puede ser atrapada por un proxeneta, una autonomía suele ser atrapada, subordinada, sometida o subsumida por un despotismo. Para esos efectos ni se requiere ser un gran padrote ni mucho menos un gran poder encabezado por una gran pandilla. Al proxeneta y al despotismo les basta atender algunos impulsos vitales básicos de grupos e individuos para someterlos o iniciar su sometimiento.

Pero el riesgo de sometimiento de una autonomía no solo le viene desde fuera, sino que desde dentro surgen líneas deleuzianas que tienden también a someterlas cuando estas son capaces de generar despotismos. El camino para esto es fácil al satisfacer ciertos impulsos básicos (sobrevivencia, sexo, libertad, etc.). Que surjan poderes pastorales que devienen despóticos es lo más normal del mundo, por lo que esa posibilidad debe de estar exenta de toda preocupación, salvo de la preocupación de crearle poderes que se le opongan sin perder el carácter autonómico. Desde luego, no es tan fácil mirar esto, dado que la diada poder despótico-poder autonómico no discurre nítida, sino que ocurre en medio de todas las posibilidades de las líneas deleuzianas, lo cual se resuelve en favor de un despotismo o una autonomía solamente por vía de la experiencia que no en la práctica ni en la praxis. Si se resuelve en la práctica emergerá un despotismo absolutista, si lo hace en la praxis, surgirá un despotismo democrático como el que vivimos actualmente.

Ciertamente que están surgiendo luchas con orientación autonomista, tal cual siempre han surgido. Lo interesante de ese surgimiento no es otra cosa que su permanencia. En la actualidad los despotismos suelen constituir focos permanentes de atracción para individuos y comunidades, toda vez que son capaces de ofrecer ciertas satisfacciones de algunos impulsos vitales. Ejemplo de ello es el tren maya, las carreteras y los prostíbulos que penetran los territorios del EZLN. Con esas invasiones penetran ofertas vitales que son irrechazables por los entes biológicos, de ahí su poder. Si a esa oferta se le agregan manipulaciones, engaños, seducciones y resonancias se puede tener un panorama completo de por qué los despotismos triunfan inexorablemente sobre las comunidades ingenuas, incluso las más arraigadas.

Como se sabe, los poderes despóticos no son homogéneos, sino que están conformados por múltiples facciones girando en torno a objetivos más o menos comunes, dentro de los cuales destacan el impulso de dominación en función de la sobrevivencia, las manías, las creencias y todo aquello que implica el sometimiento del otro. Pandillas pequeñas pueden llegar a dominar a grandes masas, como de hecho ocurre con las pandillas que se apropian de los poderes en México.

Todo lo anterior indica que no basta con el surgimiento de movimientos autonómicos, ya que estos son más o menos fácilmente sometibles. Esto es especialmente fácil si las nacientes autonomías son ingenuas como lo ha sido el EZLN bajo la dirección de Marcos. Una autonomía para sobrevivir requiere enfrentar a los poderes de su entorno y más allá, precisamente en los aspectos vitales que tales poderes manejan. Una autonomía que satisface los impulsos humanos básicos, y lo hace igual o mejor de lo que lo hacen los poderes despóticos, tiene la posibilidad de crear poderes capaces de enfrentar a los despotismos.

No obstante, el riesgo es grande, en el fragor de la lucha con los poderes despóticos, las autonomías perderán hombres valiosos tal cual ocurre con la izquierda cooptada por el priismo en México. Pero esa lucha es inevitable si se quiere abandonar el ingenuismo autonomista que se enconcha en él mismo en espera de la expansión del despotismo. No basta con satisfacer los impulsos vitales de la gente, es necesario además enfrentar a los poderes despóticos que en todo tiempo y en todo momento surgen en el exterior e interior de las comunidades.

La lucha de las autonomías debe realizarse en todo terreno e incluso en el corazón del despotismo, que es algo que Marcos apenas atisbó. La calle, los poderes establecidos, el interior de las comunidades deben ser copados por las autonomías, porque el despotismo no desaparecerá debido al grado de eficiencia en la satisfacción de impulsos vitales que se llegara a alcanzar. Al despotismo al igual que a los poderes pastorales, se le mantiene a raya o nos devoran.

La actividad dual de mantener una autonomía real a la vez que se lucha contra los despotismos en su propio terreno, es sumamente desgastante y desangrante, pero no se mira en el horizonte otra alternativa. El movimiento majnovista ucraniano quizá perdió de vista que los bolcheviques eran otro despotismo y eso le costó la vida.

La experiencia electoral indígena de 2018 debió de continuar, pero sin su carácter parcial indígena. Era la puerta grande para disputarle a los poderes despóticos en su propio terreno el derecho de los pueblos a la autonomía. Desde luego, siempre se puede volver a intentar, pero para ello el EZLN deberá ser más abierto y menos receloso de deserciones y contaminaciones ideológicas.

En suma, no está ocurriendo en los movimientos de los pueblos nada que no haya ya ocurrido y que los despotismos no hayan podido someter o subsumir. Desde el momento en que los pueblos no se deciden por la acción dual de consolidación autonómica y lucha contra los poderes despóticos mediante poderes autonómicos y poderes enquistados en los despotismos, en ese momento de ingenuidad suprema, los autonomismos están condenados al fracaso. Podrán surgir mil manifestaciones y luchas autonomistas, mismas que, más tarde o más temprano serán cooptadas, subyugadas, seducidas o subsumidas por alguno o algunos de los poderes despóticos establecidos o en ciernes.

La organización y eficiencia despótica debe combatirse con organización y eficiencia autonomista, a la vez que la organización y la eficiencia pasan a segundo plano en la experiencia autonomista interna.

¿Como mantener a raya a poderes despóticos y pastorales? En principio se puede hacer lo mismo que hace el despotismo capitalista, pero al revés. Es decir, Así como todo despotismo estimula al egoísmo en detrimento del otro impulso vital que es el gregarismo, este puede ser estimulado, aunque sin detrimento del egoísmo, el cual es irrefrenable, precisamente porque es vital.

El consumismo es el más grande estímulo (que no el único) que proporciona el capitalismo al egoísmo, reduciendo al mínimo al gregarismo, confinándolo al trabajo en equipo empresarial, la familia como productora de mano de obra y la colaboración externa a las comunidades. Por lo demás, las comunidades han sido sistemáticamente destruidas reduciéndolas a meros agregados de personas.

Estimular al gregarismo significa fortalecer los dos procesos gregaristas con que el humano cuenta: las neuronas espejo y la hormona oxitocina. Las hormonas espejo nos ponen en el lugar del otro, y la oxitocina facilita el recableo neural en función del grupo y del otro. Evidencia de lo anterior es el crecimiento del área cerebral de los recuerdos entre los choferes ingleses forzados a memorizar un sinfín de rutas y calles londinenses. O sea, estimular un área cerebral provoca su crecimiento y por ende, amplía sus posibilidades procesuales.

La secreción de oxitocina (también conocida como la hormona del amor) se logra con actividades de grupo y obviamente con actitudes afectuosas, independientemente de procesos que estimulan su secreción como es la maternidad. El trabajo colectivo, la colaboración en tareas específicas (en el trabajo o en el hogar), la actividad comunitaria, etc. son ejemplos de como mantener a raya al despotismo.

Estimular a las neuronas espejo es otra posibilidad de mantener a raya al egoísmo. Para ello no basta ponerse en el lugar del otro, sino que hay que pasar a apoyar lo que el otro requiere en una actitud solidaria. Esto se facilita si se establecen relaciones estrechas de trabajo, de supervivencia y en general de satisfacción de impulsos vitales como los que se han referido (sexo, placer, entretenimiento, etc.)

Al restaurar el equilibrio entre el egoísmo y el gregarismo es fácil creer que estamos ante un dualismo o dialéctica. En realidad, la dialéctica es una forma de simplificación que utilizan los despotismos con fines de dominación. Lo que ocurre en eso que llamamos realidad es bastante más amplio que el proceso dialéctico que es bastante simplón. Cuando hablamos de egoísmo hablamos de la predisposición de un organismo a la sobrevivencia, no obstante, no hay nada parecido a un egoísmo, sino que existen diversos egoísmos, diferenciados tanto en grado como en naturaleza. Según la intensidad del egoísmo que experimentemos será su intensidad de ejercicio. De forma similar el egoísmo que busca saciar su impulso sexual no es el mismo que el que busca saciar su sed, por más que pueden llegar a coincidir en objetivos. Cualquiera de las variaciones del impulso egoísta combinada con el impulso gregarista hace aparecer ñoña a la dialéctica.

Al activarse el impulso egoísta se activan diversas partes del cerebro que lo matizan, modulan e imprimen modalidades procesuales diversas; lo que hace que el impulso egoísta nunca se presente “puro”, en todo tiempo es diferente. Esa diferencia nace de su asociación con emociones y sentimientos específicos, con recuerdos, palabras, sonidos y todo lo que el cerebro humano es capaz de contener.

Por el lado del gregarismo la variabilidad es aún más amplia. Las distintas cantidades vertidas de oxitocina produce diversos estados que van de lo amoroso a lo afectivo. De forma similar las neuronas espejo actúan de acuerdo al coctel de sustancias presentes en el cerebro en cada momento, por lo que, el ponerse en el lugar de otro presenta múltiples modalidades.

Por otra parte, si bien los impulsos egoísta y gregario son sumamente poderosos, existen otros impulsos que determinan la expresión aquellos. En otro lado ye he citado la fuerza que tienen impulsos vitales como el sexual, el del placer o el del entretenimiento entre otros. De tal manera se combinan y reconbinan los diferentes impulsos vitales que en todo momento son capaces de influirse mutuamente y no quedar en mero egoísmo, gregarismo, sexo, libertad, etc. Incluso llegan a presentarse como impulsos dominantes como en el caso del sexo o del hambre.

Todo esto que parece tan complicado como lo es, comienza con la propagandización de que la autonomía de los pueblos es posible aquí y ahora. En el horizonte se tendrán metas como degradar a planos subordinados al conocimiento, la lengua, la ciencia y la organización, entre otros, como miras utópicas que guían las posibilidades autonomistas. Utópicas no por irrealizables, sino porque estas deben obedecer a la experiencia comunitaria.

Jorge Luis Muñoz

Xochimilco, CDMX
diciembre de 2020

Fuente: www.autonomiamx.wordpress.com




Fuente: Portaloaca.com