El 28 de mayo de 2011, cientos de cirujanos se instalaron en sucursales de bancos de al menos diez ciudades del Reino Unido. Como muchos hospitales p煤blicos hab铆an cerrado por la falta de financiaci贸n, los doctores trasladaron su espacio de trabajo a las sucursales de los mismos bancos que se lucraban con la deuda del gobierno. Los cirujanos visibilizaban n铆tidamente c贸mo los bancos provocaban los recortes en la sanidad. En realidad, la acci贸n coordinada formaba parte de la Emergency Operation, del colectivo UK Uncuts que luchaba contra los recortes de los servicios p煤blicos. La acci贸n estuvo precedida por un v铆deo de llamada a la acci贸n titulado C贸mo convertir un banco en un hospital. Las sucursales se llenaron de vida, de ni帽os jugando, de falsos cirujanos curando cuerpos simb贸licamente. Los bailes reivindicativos, la entrega de panfletos y las consigna a golpe de meg谩fono redondearon una exitosa jornada l煤dica que provoc贸 el cierre de al menos cuarenta sucursales bancarias. La investigadora cultural Paula Serafini atribuye el 茅xito de la acci贸n de UK Uncuts a un car谩cter perform谩tico que fue m谩s all谩 de las palabras. 鈥淰estirse y comportarse como doctores justific贸 la apropiaci贸n temporal de un espacio inapropiado. La yuxtaposici贸n de dos 贸rdenes improbables 鈥揺l financiero y el sanitario鈥 construy贸 una acci贸n cargada de simbolismo鈥, escribi贸 Paula Serafini en Subversion through Performance: Performance Activism in London.
Con los primeros zarpazos de la pandemia covid-19, casi una d茅cada despu茅s de la irreverente performancede UK Uncuts, comenzaron a proliferar carteles para engrandecer la heroicidad del personal sanitario. Aquellas ilustraciones de M茅dicos Super Man o Enfermeras Super Woman sintetizaban la decadencia de una sanidad p煤blica sin recursos. Con los servicios de urgencias y de atenci贸n primaria en colapso, el personal sanitario se ve铆a obligado a hacer jornadas dignas de s煤per h茅roes de ficci贸n. Las im谩genes del recinto ferial del IFEMA de Madrid, transformado en un improvisado hospital, redondeaban la met谩fora de la destrucci贸n de vida propiciada por el neoliberalismo. Los cuerpos vulnerables de los enfermos y las vidas precarias del personal sanitario sustituyeron en IFEMA a ARCO, la principal feria de arte de Espa帽a (ARCO), que tuvo que ser cancelada. Donde deber铆a haber habido arte, apenas hubo enfermedad, dolor y muerte.
Acci贸n 鈥楨mergency Operation鈥 en Upper Street, Londres. | Fotograf铆a de A. Denney
La 煤ltima frontera del arte. Dos a帽os y medio despu茅s del swing perform谩tico de UK Uncuts, la gesti贸n neoliberal se cern铆a sobre los hospitales de Madrid. La privatizaci贸n de buena parte de la sanidad p煤blica parec铆a inevitable. La Marea Blanca, aquella peculiar uni贸n de m茅dicos y pacientes, mostraba su fuerza en las calles. El blog Al final de la asamblea, uno de los mejores relatos de la evoluci贸n del 15M, describ铆a c贸mo la batalla se driblaba dentro de algunos hospitales: 鈥淓l hospital de La Princesa es un buque con el pabell贸n agujereado, un fuerte sitiado. Es una fortaleza asediada, pero resiste. Hay m茅dicos que cogen el tel茅fono cada d铆a decenas de veces para evitar que el sistema derive a la privada a sus pacientes. Hay un grupo de vecinos, muchos jubilados, que todos los d铆as van a la puerta del hospital a recordar que estamos en lucha, que ellos lo van a seguir defendiendo. Llevan pancartas y cantan canciones, luego se unen trabajadores y pacientes. Si esto es una guerra ellos han encontrado su puesto all铆鈥.
En una 茅poca en la que las privatizaciones y los recortes planean de nuevo sobre la sanidad p煤blica y en la que la atenci贸n primaria est谩 en riesgo (y en Madrid, en huelga), la ocupaci贸n de bancos de UK Uncuts y la resistencia de los jubilados guerreros del Hospital de la Princesa componen una nueva sinfon铆a. El eco del tiempo y la gesti贸n neoliberal de la pandemia engrandecen y resignifican aquellos gestos de resistencia. Por un lado, revelan que las grandes manifestaciones en defensa de la sanidad p煤blica son necesarias pero insuficientes. La lucha tambi茅n es simb贸lica narrativa. Los lenguajes art铆sticos, los cuerpos en performance y las acciones act-hack-art-tivistas pueden forzar el cortocircuito del plan de privatizaciones. Por otro lado, esa sincron铆a insin煤a la 煤ltima frontera de la creaci贸n art铆stica, que tiene que ver con ese 鈥渂orronear la l铆nea entre arte y vida鈥, apuntado magistralmente por Claire Bishop en El giro social: (la) colaboraci贸n y sus descontentos. Si el arte de 煤ltima tendencia busca, como afirma Bishop, 鈥減royectos desmaterializados, antimercado y pol铆ticamente comprometidos鈥 y obras protagonizadas por la colaboraci贸n de la gente, la atenci贸n primaria deviene valios铆simo material art铆stico. La atenci贸n primaria, con sus m茅dicos de cabecera y pediatras, con las doctoras y enfermeros que se saben el nombre de nuestros hijos, con los profesionales que amalgaman conocimiento y afectos, configura la infraestructura que posibilita la vida (y el arte). Quienes trabajan como comisarios de arte y hablan del 鈥渕useo hospital鈥 o relacionan 鈥渓os cuidados鈥 con los museos, deber铆an decretar sin ambages que la atenci贸n primaria y todas y cada una de las personas que hacen que siga funcionando componen la verdadera obra de arte de nuestros tiempos. Y quienes protegen con vehemencia Las Majas de Goya frente a las dos activistas ambientales que se pegaron a los cuadros deber铆an defender los centros de salud de los barrios que los de arriba quieren cerrar como si fueran verdaderos museos.
El 28 de mayo de 2011, cientos de cirujanos se instalaron en sucursales de bancos de al menos diez ciudades del Reino Unido. Como muchos hospitales p煤blicos hab铆an cerrado por la falta de financiaci贸n, los doctores trasladaron su espacio de trabajo a las sucursales de los mismos bancos que se lucraban con la…
Fuente: Ctxt.es