Este trabajo aborda las ideas anarquistas en El Salvador específicamente en la Federal Regional de Trabajadores (F.R.T.S.), fundada en 1924. Dentro de dicha organización se puede apreciar según las fuentes de periódicos y revistas un rico debate entre grupos anarco-sindicalistas, marxistas, anti-imperialistas, unionistas, apristas y anarquistas. Estos últimos encontrarán su lugar de expresión en el Centro Sindical Libertario fundado en 1930. El objetivo consiste en describir los postulados ácratas reproducidos en ambas organizaciones y el grado de articulación internacional que estos sectores crearon a través de la conformación de densas redes intelectuales obreras.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL ANARQUISMO EN EL SALVADOR
Los trabajadores urbanos y rurales de finales del siglo XIX y principios del siglo XX entraron en contacto con los paradigmas del fenómeno político que constituyó el anarquismo, cuyos postulados fueron recreados en Europa y América[1]. El Salvador no fue ajeno a este proceso y contó con la presencia de anarquistas extranjeros como Anselme Bellaguerigue[2] y anarquistas locales como es el caso de Enrique Córdoba[3] al iniciar el siglo XX. La idea clásica del anarquismo, según Piot Kropotkin se define como:
“un principio o una teoría de la vida y de la conducta según las cuales la sociedad es concebida sin gobierno (del griego An y Arche: sin autoridad), la armonía en una sociedad así se logra no por la sumisión a la ley o por la obediencia a cualquier autoridad, sino por los libres acuerdos concluidos entre los numerosos y variados grupos, en base territorial o profesional, constituidos libremente para las necesidades de la producción y el consumo; tanto como para satisfacer la infinita variedad de necesidades y aspiraciones de un ser civilizado”[4].
Nuestro país en dicho período contó con mutualidades, cooperativas y gremios que trataron de nuclear las capas laboriosas para ganar estatuto legal[5], crear congresos obreros[6], establecer correspondas con los demás obreros de la región[7] y participar del ritual cívico[8], características que cruzan todo el periodo hasta la década de los veinte. En esta coyuntura surgen la Unión de Obreros Salvadoreños (U.O.S) y la Confederación de Obreros de El Salvador (COES), ambas con inspiración anarquista[9], en miras a formar una Confederación Centroamericana (C.O.C.A), esta sería patrocinada por La American Federation of Labour (A.F.L), fundada en 1918 por Samuel Gomper en Washington, esta contó con presencia de obreros de dichas organizaciones[10]. Estas y otras organizaciones lograron crear las condiciones necesarias para la autogestión obrera y el internacionalismo e iniciarían un acelerado proceso de radicalización en la medida que fueron incorporando sindicatos a sus filas.
Los estados de sitio implantados desde el Estado, flagrantes irregularidades en el sistema electoral y una persecución por parte del aparato represivo a la organización en el campo impuesta por la Dinastía Meléndez-Quiñones constituyen el marco histórico que vivieron los artesanos y obreros entre 1924 y 1927. Fue solo a través de la apertura política para el obrerismo, por parte de Pio Romero Bosque en a finales de la década, que los sectores sociales subalternos se desbordaron en nuevas expresiones políticas y culturales contra hegemónicas al proyecto de las élites. A pesar que el liberalismo continúo siendo la matriz ideológica de los obreros, estos pudieron poner en pie una Federación siguiendo las ideas de Pierre Joseph Proudhon[11]. Entre sus presupuestos tenemos que todo individuo es una unidad compleja e irreductible, dichos individuos desarrollan su potencial en convivencia con otros. Cualquier tipo de asociación parte de un “convenio” entre las partes en donde cada una de ellas es autónoma[12]. Dicha Federación perseguiría elaborar una constitución obrera y a servir de base entre la ciudad y el campo para echar a andar trabajo organizativo y sindical.
LA FEDERACIÓN REGIONAL DE TRABAJADORES DE EL SALVADOR: GRADO DE ARTICULACIÓN INTERNACIONAL Y POSTULADOS ANARQUISTAS
La “Federal” como también fue conocida fue fundada el 21 de septiembre de 1924. De las noticias periodísticas de la época se desprende que la mayoría de sus miembros tenían inspiración anarquista y anarcosindicalista. Este último fenómeno político se define cómo la organización de los trabajadores a través de sindicatos que buscan la emancipación de la clase trabajadora. Es un movimiento autónomo, determinantemente economicista donde se practica el abstencionismo doctrinario[13] y el anticlericalismo[14]. Los anarcosindicalistas propulsan la autogestión.[15]
La “Federal” surge en el contexto de la materialización de La Confederación Obrera Centroamericana, en el periodo 1922-1928, patrocinada por la A.F.L., ésta influenció a la clase obrera salvadoreña. Señala Luis Salazar que por la importancia que significaba en esa época para el movimiento obrero mundial, quiso ser atraída por el colectivismo norteamericano de Gompers. Sin embargo, el Consejo Superior se inclinó por la Federación Sindical Internacional (F.S.I) con sede en Ámsterdam, cuyas tendencias eran anarquistas. La Tercera Internacional Comunista de Moscú, consideraba las actuaciones “moderadas” de la F.S.I., como traidoras al movimiento mundial de los trabajadores y las calificaban de “amarillas”. No obstante a partir de 1922, cambió y propuso con insistencia la fusión de ambas organizaciones con el fin de formar un frente único. De esta fecha en adelante todas aquellas organizaciones obreras adheridas a la F.S.I.[16] recibirían propaganda anarquista, entre ellos la COCA y en espacial la FRT de El Salvador.”[17]
El siguiente cuadro nos muestra las principales ideas de intelectuales anarquistas entre el Comité Pro Acción Sindical de Guatemala (C.P.A.S) y el Consejo Provisional Federativo de La F.R.T.S, que según Arturo Taracena, vivieron un proceso similar en cuanto a su radicalización e influencia entre las masas obreras, ambas prestaron sus países para la instauración de la C.O.C.A entre 1924-1925.
Manuel Bautista Grajeda. (1925-1944)
Sindicato: Comité Pro Acción Sindical. |
Máximo dirigente anarquista, talabartero de profesión. Vinculado al Partido Unionista Fundador del Comité Pro Acción Sindical. Sirvió de contacto con Julio Díaz, anarcosindicalista de la FORA (Finales de 1925 y 1926). Participó en el Congreso Constitutivo de la Asociación Continental Americana de Trabajadores (1929, Buenos Aires). | · Escribía sobre la situación social y obrera.
· Situación campesina e indígena en Guatemala. |
Virgilio Alvarado Chacón. (1924-1928)
Sindicato: Federal Regional de Trabajadores de El Salvador. |
Delegado plenipotenciario de la Federación Obrera de Nicaragua y honorable delegado ante la COCA. Miembro del Consejo Provisional de la FRTS (1924). Sirvió de contacto con Julio Díaz, anarcosindicalista de la FORA (Finales de 1925 y 1926). | · Elaboración de una constitución obrera |
Gumersindo Ramírez G.
(1924-192?) Sindicato: Federal Regional de Trabajadores de El Salvador. |
Líder obrero anarcosindicalista. Zapatero de profesión. Miembro del Consejo Provisional de la FRTS (1924). 1927, participó en congresos obreros en México. Editorialista en El Machete, órgano de prensa de la FRTS. | · Apoyó el aumento de la tarifa salarial.
· Daba estudios a sus obreros en la Universidad Popular. · Extenso trabajo organizativo en el campo. · Apolítico y anticlerical (aprendió sindicalismo en México). · Unión de trabajadores del campo y la ciudad ante las duras condiciones laborales |
Fuente: Elaboración propia en base a: Arriola, Arturo Taracena. “Presencia Anarquista En Guatemala Entre 1920-1932.” Revista Mesoamérica 15, 1988. 5-7.; López Bernal, Carlos Gregorio. Tradiciones Inventadas Y Discursos Nacionalistas: El Imaginario Nacional De La Época Liberal En El Salvador, 1876-1932. San Salvador: Editorial e Imprenta Universitaria, 2007. 197-198.; Dalton, Roque. Miguel Mármol: Los Sucesos De 1932 En El Salvador. San Salvador: Uca Editores, 2000. 148.; Monteflores, Omar Lucas. “El Anarquismo En Guatemala: El Anarco Sindicalismo En La Ciudad De Guatemala (1920-1932).” Universidad de San Carlos de Guatemala, 2011. 169. “Inauguración E Instalación Del Primer Congreso Obrero.” Diario Latino, 17 de noviembre 1924, 2.
Con la llegada del militante anarquista argentino Julio Díaz de la Federación Obrera Regional Argentina (F.O.R.A), luego del segundo congreso de la F.S.I. a México en 1925, la Coordinadora General de Trabajadores mexicanos (C.G.T) se convertía así, en un baluarte estratégico que era necesario atraerse para la propaganda anarquista en el continente. José C. Valadés, por entonces secretario de la C.G.T. y Nicolás T. Bernal, del Grupo Cultural “Ricardo Flores Magón”, de Ciudad de México[18], enviaron un delegado de apellido Ríos a buscar los contactos en Centroamérica. A su regreso este notificó los contactos de Antonio Méndez Paz y Manuel Bautista Grajeda, en la ciudad de Guatemala, y de Virgilio Alvarado Chacón, en San Salvador, este figuraba como miembro del consejo provisional de la FRTS (para inicios de 1925 Gumersindo Ramírez G. aparece entre los principales dirigentes en la foto de la “junta provisional” de la F.R.T.S) como delegado por la C.O.C.A. en León, Nicaragua[19], las cuales fueron remitidas a Diego Abad de Santillán, directivo de la FSA en Ámsterdam[20].
Fuente: José Mejía. “El Día Obrero.” Diario Latino, 2 de mayo 1925, 4. Al pie de la foto se lee: Grupo del actual Consejo de la Federación Regional de Trabajadores de El Salvador., sentados: Virgilio Alvarado Chacón; Nicolás de J. Escobar, Presidente; César I Rodríguez. Parados: Gumersindo Ramírez G; Arturo Moreno. Este Consejo tiene su local en la 2ª C. P. N˚ 13. Controla en su organización ya siete diferentes gremios.
La celebración del 1˚ de mayo, símbolo adoptado por el movimiento anarquista mundial, comenzó otra etapa dentro del sector artesanal y obrero. En 1925 esta fecha conmemorativa se celebró en San Salvador. El objetivo de este evento fue dar a conocer el porqué de dicha “fiesta” obrera, a lo que agregaba José Mejía[21], intelectual obrero de la Sociedad de Artesanos el Porvenir de Santa Tecla, que en la mentalidad obrera habría que:
“quemar incienso puro para elevarlas en espirales blancas nuestro tributo de cariño y veneración a los mártires de Chicago muertos pérfidamente a nombre de la ley bastardeada (…) por una burguesía codiciosa y de corazón petrificado…”[22].
Más adelante deja ver su vocación internacionalista declarando: “No hay país civilizado en Europa y América en donde no sea celebrado el 1˚ de mayo por todos los obreros hombres y mujeres. Grandes desfiles, procesiones solemnes, discursos tremendos, paro de trabajo… nada de orgías… eso es el 1˚ de mayo en todo el mundo. Esa es la llamada Fiesta del Trabajo” [23].
El objetivo de Mejía es socializar al máximo la carga simbólica de esta conmemoración con todos los obreros organizados para que estos se encarguen de reproducirla, teniendo en cuenta:
“que sepan de fondo conocer la Génesis de esa celebración para que comprendan la verdadera finalidad de la Fiesta del Trabajo, única fecha mundial en la vida de los trabajadores todos del mundo.”[24]
La adopción de símbolos anarquistas, nos dice A. Cobos, nos permiten conocer más a profundidad la ideología que mayor acogido tuvo desde su fundación la Federal[25]. Se adoptó la bandera rojinegra (que duraría hasta 1930 cuando se reemplaza por la bandera roja con la hoz y el martillo con la leyenda: “PCS miembro del Consejo Sindical Latinoamericano”)[26]. Para 1925 un periodista del Diario Latino advertía acerca de los “peligros” de la ideología anarcosindicalista, este afirmaba que en Chalchuapa un sindicato de carpinteros y albañiles, la Unión de Trabajadores Sindicalistas, “en pláticas y conferencias confunden al sindicalismo con el BOLCHEVIQUISMO (…) nótase entre los que enarbolan la bandera roja y negra con cierta irrespetuosidad a las autoridades y odios entre los mismos obreros”[27].
La cita cobra especial interés si se contrasta con el testimonio de Miguel Mármol, un militante revolucionario de la Federal, fundador del Partido Comunista Salvadoreño y sobreviviente de la masacre de 1932. Este rinde cuentas del plan clandestino de los líderes anarquistas y anarcosindicalistas Raúl B. Monterrosa, Manuel Peña Pineda y Gumersindo Ramírez G., que paralelo a los directrices de la F.R.T.S., habían iniciado un movimiento clandestino de trabajo organizativo a nivel nacional, sobre la base de apoyar la tarifa salarial. Sus mayores esfuerzos se concentraron en organizar a los trabajadores del campo. Gumersindo Ramírez en un editorial de “El Martillo”, órgano impreso de la Federal, hacía referencia de las duras condiciones de vida de los campesinos, señalando que estas desaparecerían:
“solamente que tú y tus compañeros se unan como un solo hombre para unirse al mismo tiempo con los trabajadores de la ciudad, y así unidos, campesinos y obreros, accionaremos como un solo hombre para conquistar una vida mejor.”[28]
Mármol comenta que los puntos sobre los cuales se agitaban las reivindicaciones eran los bajos salarios, hambre, despidos injustificados y cada vez más numerosos, maltrato personal, etc.,[29] la lucha que se emprendió fue de inspiración ácrata: acción directa y huelga general.
Es por eso que los obreros salvadoreños optaron por la asociación federativa. Esta busca la coordinación de distintos sindicatos de base, cuyo principio puede ser gremial o territorial, por medio de delegados electos en asambleas abiertas. Estos sirven de nexo para transmitir las decisiones de la asamblea de base y las demás organizaciones. Los mandatos son revocables en cualquier momento y es tarea del Consejo Federal coordinar y servir de enlace de la asamblea de delegados. Por esta razón, no es casualidad asegura C. Launed, que los sindicatos anarquistas se llamen confederaciones o federaciones en vez de centrales[30].
Los obreros influenciados por las ideas anarquistas y anarcosindicalistas se encargaron de celebrar congresos obreros anuales, sindicalizar a los campesinos, dirigir las manifestaciones, mítines, huelgas, emisión de credenciales y acciones llevadas a cabo por la Federal hasta finales de la década de los veinte. Luego el proceso emprendido por este sector obrero con reformistas, antiimperialistas, apristas, laboristas y anarcosindicalistas fue interrumpido en 1929, cuando un reducido grupo de la Federal que ya se consideraba “marxista-leninista” decidió en un Congreso Extraordinario ad-hoc expulsar a toda costa, incluso con calumnias y amenazas a los ácratas de la Federal[31].
Ante esta expulsión Raúl B. Monterrosa se manifestó en la opinión pública y rindió cuentas claras de las calumnias interpuestas por el grupo comunista, que aunque era mayoría, no contaban con credenciales de la F.R.T.S.; por lo tanto no representó la voluntad total de “la magna entidad federativa” en palabras del propio Monterrosa, la cual él representaba, y por la cual había que redimirse -ante el pueblo y los obreros- por el falso “boicot y venta de la Federación a las autoridades” de que se les acusaba[32].
Esto correspondía a las pugnas ideológicas internas dentro de la Federal, producto de las directrices giradas en torno del Congreso marxista llevado a cabo en Montevideo en 1929. La Federal tuvo representantes en el Congreso[33], en dicha reunión decidieron mantener un distanciamiento con los anarquistas de la F.S.I y la Industrial Workers of the World (I.W.W)[34].
El sector expulsado de la Federal expresó que el VI Congreso Obrero Regional, que sería celebrado en 1930 los redimiría ante la opinión pública y obrera[35], algo que nunca sucedió, debido a que las mismas tensiones que se daban a nivel mundial en torno a estas dos corrientes de pensamiento agudizarían las disputas ideológicas internas, lo que conllevó al destierro y al amedrentamiento de “reformistas” del F.S.I. y anarcosindicalistas dentro del proyecto de “recuperación” de la F.R.T.S. emprendido por los marxistas.
CREACIÓN DEL PRIMER GRUPO ANARQUISTA DE EL SALVADOR: EL CENTRO SINDICAL LIBERTARIO
El Centro Sindical Libertario surge en 1930 en torno a la creación de la Asociación Continental Americana de Trabajadores (A.C.A.T), patrocinada por la Asociación Internacional de los Trabajadores (A.I.T)[36] en 1929, Argentina. Luego de los conflictos y las purgas ideológicas dentro del seno de la F.R.T.S. los anarquistas se articularon en torno a los acuerdos y resoluciones del Congreso Constituyente efectuado en Buenos Aires.
Esta a su vez dejó sentada las bases del movimiento anarquista continental que tenía por objetivo aclarar los conceptos de la nueva organización social, la abolición del Estado y la abolición de monopolios, entre otros métodos de luchas, constante actividad internacionalista y la resolución de los congresos llevados a cabo[37]. Todo esto a través de las páginas del órgano impreso de la ACAT, “La Continental Obrera”.
Los grupos disidentes expulsados de la F.R.T.S., por su incompatibilidad en los proyectos políticos con los marxistas, como es el caso de la Sociedad Unión de Tejedores de San Salvador, encontrarán su correspondencia ideología con el secretariado en San Bartolomé Mitre de la ACAT. A la cual estos en 1930 dan referencia en los siguientes términos:
“Nosotros sentimos por este hecho una satisfacción profunda. Es la primera organización en la República de El Salvador que se declara por los ideales de libertad integral, y vemos, por consecuencia, en la entidad hermana que hoy se suma a las falanges del movimiento obrero anarquista del continente el núcleo inicial de nuestro movimiento en ese país.”[38]
De la corta nota se desprende el nombre de Agustín Pérez Cruz del Barrio Candelaria, quien resulta de los primeros en establecer redes intelectuales con el movimiento anarquista continental. Este solicitaba por medio del secretariado de La ACAT que le enviaran material propagandístico de La Continental a su domicilio.
En esta misma lógica de incorporación al programa reivindicativo y de luchas en el seno del obrerismo mundial por parte de los anarquistas es que un grupo decide conformar en 1930 en San Salvador el Centro Sindical Libertario. El secretario de esta institución Enrique Conde declaró:
“Nacido al calor del entusiasmo juvenil, y con el deseo de luchar por un mundo mejor y más humano se ha podido constituir por primera vez en este pequeño rincón del planeta, después de vencer muchos obstáculos, un grupo de trabajadores que llevan el nombre de Centro Sindical Libertario, y que, conscientes y amantes del ideal más grande y sublime que redimirá a la humanidad de sus cadenas y miserias, se dedicará a propagar ese ideal con fe y optimismo haciendo uso de todos los medios que estén a su alcance dentro del movimiento sindical revolucionario.”[39]
Este Centro según Conde, se dedicaría a propagar los ideales anarquistas y “encaminará sus esfuerzos a la organización sindical de los distintos gremios obreros, como un medio para hacer propaganda e impulsar la cultura social del pueblo trabajador. Hoy más que nunca se hacía sentir la necesidad de crear una entidad de esta índole que contrarrestara las influencias del comunismo importado de Moscú, que tantos daños está causando entre la clase trabajadora de este país; si antes no se había intentado nada era por la carencia de elementos afines que se interesaran por hacer algo en pro de nuestra noble causa. Y todo y había dejado a merced de los traficantes del bolchevismo y de la política”[40].
Por su parte, las acusaciones por parte de los comunistas hacía los anarquistas giraban en torno a los posicionamientos políticos, ya que como menciona Miguel Mármol con respecto a su expulsión de la federal, y por estar estos en la órbita de la American Federation of Labour y aceptar dinero del gobierno[41]: “¡A fuera! A los anarquistas les probamos que eran enemigos de lo político, (…) por eso los condenábamos: les probamos que ellos estaban traicionando los intereses de los trabajadores, cuando solo impulsaban ciertas luchas, que eran economicistas y no llevaban a la lucha política de masas”[42]. Pero a pesar que la coyuntura internacional desbordaba los conflictos ideológicos de estas dos poderosas ideologías en boga, los conflictos locales y las coyunturas nacionales muy pocas veces lograron unirlos.
Con motivo de la elección de oradores y nombramiento de credenciales para las manifestaciones a finales de 1930, en una acalorada sesión del recién constituido Partido Comunista se anotó:
“En este punto se trató el asunto de varios Miembros del CENTRO SINDICAL LIVERTARIO luchadores expulsados de la FRT y que en estos momentos se nos han ofrecido para tomar parte en nuestra Manifestación, la que después de su discusión se acordó aceptarlos media ves se ciñan a nuestras Líneas y que en sus palabras hablen en nombre del SRI y de la FRT; porque de no ser así, tendríamos que desenmascararlos en plena manifestación[43].
Esto puede ser considerado como una victoria pírrica por parte de los marxistas, debido a que esto aceleraría su apertrechamiento ideológico, ya que los oradores anarquistas siguieron gozando del visto bueno de las masas[44], por ende el Partido Comunista Salvadoreño, no pudo dejar de prescindir de su colaboración.
CONCLUSIÓN
El movimiento político y cultural de los anarquistas construyó el andamiaje clandestino dentro de los sindicatos del campo y la ciudad, ya que fueron los primeros en trabajar en el campo, a pesar de las prohibiciones por parte del Estado. Estos canales inauguraron el camino para que la ideología marxista “hegemonizara” la insurrección de 1932. Esto constituye una novedad en cuanto a la historiografía tradicional que busca los orígenes de la “insurrección comunista”, sin tomar en cuenta el largo proceso organizacional emprendido por los anarquistas desde principios del siglo XX.
Esta evidencia hace aún más nebulosa la participación del Partido Comunista de El Salvador en el levantamiento campesino del occidente de El Salvador. Esto debido a que a partir de la lectura de las actas levantadas por la Federal y el P.C.S. para los primeros años de la década de los treinta, hemos podido constatar que el anarquismo no disminuyó, es más, ni siquiera mermó el prestigio que gozó desde los primeros años de la puesta en pie de la Federal por parte de los obreros e intelectuales salvadoreños.
Esto se debió al tino que tuvieron los oradores anarquistas y anarcosindicalistas producto de la conducción de las masas en mítines emotivos, enormes manifestaciones y discursos que cooptaron a los sectores sub alternos a la radicalización por la vía de los postulados anarquistas, esta coyuntura combinada con la crisis de 1929, llevaría a los sectores campesinos a movilizarse, por razones que nos son difíciles de comprender, contra las élites en un intento desesperado por hacer valer sus derechos en una sociedad que se negaba a abandonar los valores estamentarios productos de años de experiencia colonial, sociedad que también vivió los avatares del anarquismo en las filas obreras e intelectuales de una época poco explorada en El Salvador.
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[1] Ángel Capelleti, El Anarquismo en América Latina, (Biblioteca de Ayacucho, 1990), http://www.bibliotecaayacucho.com/fba/index.php?id=97&b…s=157.
[2] Este migró al establecerse el Segundo Imperio Francés entre 1851 y 1852, primero llegó a Honduras, para después establecerse definitivamente en El Salvador, estuvo involucrado en la Revolución Francesa. En 1850 publicaba en París L´Anarchie-journal de l´Or, a su vez fungió como docente y funcionario público durante su estancia en el país. Nettlau en 1906 constató la existencia de un vástago suyo en el Pimental, Departamento de La Libertad. Ver: Arturo Taracena Arriola, “El manuscrito de Max Nettlau sobre el anarquismo en Centroamérica (1906-1932),” Política y Sociedad 2009.
[3] Publicó su tesis “algunas fases del problema social” en 1904, se graduó de abogado en la Universidad de El Salvador. Entre sus principales postulados tenemos: La herencia es el origen de la desigualdad social. En este planteamiento Córdova sigue al pensador ruso Mijail Bakunin para quien el Estado lo que debería hacer es modificar la ley de herencia para llegar cuanto antes a su completa abolición, mientras existiera el derecho de herencia, perduraría la desigualdad económica hereditaria. En 1926 vio venir el colapso del anarquismo ante la oleada bolchevique. Ver: Ricardo Argueta, “El primer pensador anarquista en El Salvador (1904),” Análisis sociológico boletín(2014).
[4] José Mourelo, “El anarquismo en Costa Rica” (Licenciatura en Derecho, Universidad de Costa Rica, 1970). 19-20.
[5] Luis Rubén Gonzáles Márquez, “Sociabilidad y organizaciones artesanales obreras: La Sociedad de Artesanos El Porvenir de Santa Tecla 1902-1932” (Licenciatura en Historia, Universidad de El Salvador, 2012). 201-232.
[6] Rafael Menjivar, Formación y lucha del proletariado industrial salvadoreño (San José: Educa, 1982). 39.
[7] Cristina Zeledón Lisano, El anarquista, defensor de los trabajadores, labrador de ideales: Semblanza de (Billo) Zeledón (Cartago: Instituto Tecnológico de Costa Rica, 2003). 45.
[8] Carlos Gregorio López Bernal, Tradiciones inventadas y discursos nacionalistas: el imaginario nacional de la época liberal en El Salvador, 1876-1932 (San Salvador: Editorial e Imprenta Universitaria, 2007). 98-116.
[9] Arturo Taracena Arriola, “La confederación obrera de Centro America 1921-1928,” Anuario de Estudios Centroamericanos 10 1984. 5-9.
[10] Ibid. 12.
[11] Anarquista francés (1809-1865). Una de sus tesis más importantes es que la propiedad es un robo.
[12] Pierre Joseph Proudhon, El Principio Federativo (México D.F.: Ediciones Gernika, 2001). 61-64.
[13] Edmundo Anaya R., “La Federación Regional de Trabajadores no apoyará a ningún partido político,” Diario del Salvador, 11 de septiembre 1929. 1.
[14] Roque Dalton, Miguel Mármol: Los sucesos de 1932 en El Salvador (San Salvador: Uca Editores, 2000). 139.
[15] Según Argueta es una socialización de los medios de producción a través del control obrero.
[16] También conocida como AIT (Asociación Internacional de los Trabajadores). Ámsterdam se configuraba como el centro neurálgico de operaciones anarquistas a nivel mundial, con agresivas campañas de propaganda contra el imperialismo, dentro del contexto de la guerra hispano-estadunidense y el proceso en su zona de “acción y reconquista” de obreros a las causas anarquistas.
[17] Luis Alfonzo Salazar, “Los sindicatos obreros” (Tesis, Universidad de El Salvador, 1956). 17.
[18] María Miguelañez Martínez, Anarquistas americanos y la Asociación Internacional de Trabajadores. Una historia social y cultural de redes transnacionales (España: Ministerio de ciencia e innovación, 2013). 5.
[19] José Mejía, “El día obrero,” Diario Latino, 2 de mayo 1925.
[20] Arturo Taracena Arriola, “Presencia Anarquista en Guatemala entre 1920-1932,” Revista Mesoamérica 15 1988. 5-6.
[21] Dirigente obrero anarcosindicalista, participó en el Primer Congreso Obrero Centroamericano (1911), Miembro delegado ante la C.O.C.A. por La Sociedad El Porvenir. Vinculado al Partido Laborista. Alcalde de San Salvador, 1928; 1929 suplente y en 1930 propietario. Entre sus publicaciones encontramos la influencia anarcosindical del español Anselmo Lorenzo: Entender la sociología como arma de liberación, reflejar la figura de Jesús como revolucionario y la mercantilización de los trabajadores por la burguesía. Exigió reformas al fisco y al monopolio del aguardiente.
[22] Mejía, “El día obrero.” 4-8. Las cursivas son nuestras.
[23] Ibid. 8.
[24] Ibid.
[25] Amparo Sánchez Cobos, Sembrando ideales: Anarquistas españoles en Cuba (1902-1925) (Sevilla: Concejo Superior de Investigaciones Científicas, 2008). 175.
[26] Acta No 09 de la local del PC de la IC. San Salvador: 20 de Diciembre de 1930. Erik Ching, “Latin American materials in the comintern Archive,” Latin American Research Review 35, no. 1 (2000).
[27] “La vida departamental,” Diario Latino, no. 16 de diciembre (1925). 3. Nótese que utilizan banderas “rojinegras,” estos colores son identificados con los anarquistas de todos los tiempos. Además eran los colores de la CNT española, que simbólicamente, eran utilizados en signo de solidaridad internacionalista (uno de los primordiales principios anarquistas), por parte de los obreros del occidente en Chalchuapa y Atiquizaya.
[28] López Bernal, Tradiciones inventadas. El discurso se desprende de Sobre organización. El Martillo, año 1, N˚ 3, julio de 1927, pág. 2.
[29] Dalton, Miguel Mármol: Los sucesos de 1932 en El Salvador. 87-88.
[30] José Julían LLaguno Thomas, La semilla que germina: Anarquismo, cultura política y nueva intelectualidad en Costa Rica (1900-1914) (San José: Acracia Editores, 2012). 122.
[31] “Con una reunión borrascosa se clausuró a las tres a. m. el V. Congreso Obrero,” Diario del Salvador, 15 de agosto 1929. 1.
[32] Raul B. Monterrosa, “Explicaciones de don Raul Monterrosa respecto de su expulsión de la Sociedad Regional de Trabajadores ” Diario del Salvador, 21 de agosto 1929. 1.
[33] “La Regional de Trabajadores de El Salvador en el Congreso Obrero de Montevideo,” Diario del Salvador, 5 de enero 1929. 4.
[34] Adherida también a la A.I.T.
[35] Raul B. Monterrosa, “Carta abierta al Consejo de la Federación Regional de Trabajadores refiriendose a la expulsión de varios trabajadores ” Diario del Salvador, 30 de julio 1929. 5.
[36] A.I.T.: organización anarcosindicalista mundial con varias centenas de millares de miembros como la F.O.R.A. Argentina, la U.S.I. en Italia, C.G.T. en Portugal, I.W.W. en Chile, la C.N.T. española. estas eran las principales organizaciones que constituían la AIT a principios del siglo XX.
[37] A.C.A.T, “Asociación Continental Americana de los Trabajadores: Acuerdos y resoluciones del congreso constituyente efectuado en Buenos Aires. los días 11 al 16 de mayo de 1929,” La Continental obrera 1(1929). 2.
[38] A.C.A.T, “Notas Continentales El Salvador,” La Continental Obrera 1, no. 10 (1930). 12.
[39] A.C.A.T, “El Salvador Centro Sindical Libertario,” La Continental Obrera 2, no. 12 (1930). 3.
[40] Ibid.
[41] Monterrosa, “Carta abierta al Consejo de la Federación Regional de Trabajadores refiriendose a la expulsión de varios trabajadores “. 8.
[42] Ernesto Isunza Vera, “Cosmovisión de la Vieja Guardia. Organización y cultura comunistas Centroamericanas, 1922- 1934.” (Licenciatura en Sociología, Universidad Veracruzana, 1993). 197.
[43] Acta No 11 de la local del PC de la IC. San Salvador: 20 de Diciembre de 1930.
[44] Vera, “Cosmovisión de la Vieja Guardia.” 207.
Fuente: Josalemnh.wordpress.com