La trampa de las energĂas âlimpiasâ en la transiciĂłn energĂ©tica
Albino Prada miembro del Consejo CientĂfico de Attac España. Publicado originalmente en infoLibre
Cuando la necesaria transiciĂłn energĂ©tica se plantea solo en tĂ©rminos de descarbonizaciĂłn se puede estar colando de matute lo que llamarĂ© trampa de las energĂas limpias. Singularmente se puede estar prorrogando, e incluso ampliando, el parque nuclear, ya que se considera que es neutro en cuanto a emisiones de CO2.
Esto supone escamotear que la energĂa atĂłmica tiene un problema irresoluble de gestiĂłn de residuos para las prĂłximas generaciones(entre nosotros la incĂłgnita Fosa AtlĂĄntica), al que se añade otro de limitaciĂłn de sus propios recursos minerales y otro de incertidumbres en reiteradas catĂĄstrofes y accidentes en estas centrales (con la guinda de Fukushima).
Por eso es muy importante distinguir la senda futura que se establece para esta fuente de energĂa y para las energĂas renovables (eĂłlica, solar, hidrĂĄulica, biomasa, etc.) que, siendo tambiĂ©n limpias, no tienen los problemas ambientales de aquella. Problemas no menores a los del cambio climĂĄtico para las que ambas serĂan neutras.
Para asĂ no actuar âcomo si los demĂĄs riesgos y amenazas del suministro energĂ©tico convencional no existiesenâ (Scheer, 2011: 76). Problemas que, en buena medida, comparte la energĂa nuclear con la derivada de los combustibles fĂłsiles, aunque no lo haga respecto a las emisiones de CO2. Pongamos por caso los riesgos para la salud por contaminaciĂłn, el agotamiento de los recursos o la dependencia exterior.
No cae en esta trampa o falsa apariencia un documento de Greenpeace (2010) cuando, al presentar un escenario para 2050 de superaciĂłn del actual sistema energĂ©tico fĂłsil-atĂłmico (SEFA) y para que las fuentes de energĂa renovables (FER) cubran en dicho año casi la totalidad de las necesidades energĂ©ticas mundiales, plantea que en las primeras se deben reducir las inversiones empresariales y/o pĂșblicas mientras en las segundas se deben hacer esfuerzos inversores muy considerables. Lo recogen asĂ en el siguiente grĂĄfico:
Cambio en la inversiĂłn acumulada en plantas de energĂa en ambos escenarios de (R)evoluciĂłn
Baste señalar y resumir aquà una idea cualitativa: mientras la inversión en plantas fósiles y nucleares se debe reducir en tres mil millones, en las instalaciones renovables se debe triplicar ese mismo esfuerzo, pero en positivo.
Este criterio de reducciĂłn para unas y refuerzo para otras debiera informar, por tanto, cualquier plan de transiciĂłn energĂ©tica dentro de los actuales programas de Next Generation de lo que ahora llaman transiciĂłn ecolĂłgica o climĂĄtica en relaciĂłn a la energĂa. Y condicionar a las empresas participantes que reciban fondos para unas (FER) a que reducirĂĄn sus inversiones para las otras (SEFA). Para no caer en la trampa de las energĂas âlimpiasâ y la subordinaciĂłn de las renovables. Y, en España, hacerlo asĂ al tiempo que evitamos que nuestro sol, viento, agua y biomasa sean capturados por inversores globales en detrimento de los ciudadanos, cooperativas o ayuntamientos.
Al hacerlo asĂ, la situaciĂłn del sistema energĂ©tico final en 2050 cambiarĂa radicalmente respecto a la senda actual (tal como presentamos en una segunda figura tomada de dicho informe). Porque a la desapariciĂłn radical del parque nuclear (en color rojo), debiera acompañar la reducciĂłn a la dĂ©cima parte del parque actual de gas, petrĂłleo y carbĂłn (en tres tonos de grises distintos en dicho grĂĄfico) con un impulso equivalente de las renovables (eĂłlica, solar, biomasa y geotĂ©rmica). Sin olvidar un necesario esfuerzo en eficiencia, ahorro y menor consumo para las necesidades humanas por un tercio del consumo actual (tramo blanco del grĂĄfico).
Sistema energético actual (REF) (SEFA) y sistema renovable (E[R]) (FER) en 2050
En esta misma lĂnea, ya un año antes, se habĂa publicado en la revista Scientific American un plan semejante basado en aerogeneradores, centrales maremotrices, centrales geotĂ©rmicas, hidroelĂ©ctricas, de oleaje, instalaciones fotovoltaicas y termosolares que, sin necesidad de recursos fĂłsiles o atĂłmicos cubrĂan las necesidades humanas en el planeta.
Solo con planteamientos estratĂ©gicos de esta naturaleza podemos superar todos los riesgos y amenazas del actual sistema energĂ©tico fĂłsil-atĂłmico (SEFA) evitando las trampas de la âcoexistenciaâ de unas fuentes con otras, de dejar apenas lo renovable para nuevos consumos, de solo referir la transiciĂłn energĂ©tica a descarbonizar, de una reconversiĂłn de megacentrales fĂłsiles como tĂ©rmicas con captura de carbono, de considerar lo renovable como un complemento, de considerar lo nuclear como âlimpioâ, o de ignorar los graves problemas de resiliencia, dependencia y no autodeterminaciĂłn energĂ©tica de un paĂs gestionado por el SEFA (como es el caso de España).
Todas trampas para frenar y controlar, en definitiva, lo que debiera ser el sistema renovable en el horizonte de 2050. Y entonces hacerlo en funciĂłn de los intereses econĂłmicos y financieros heredados del siglo XX.
Para evitar el sarcasmo de lo atĂłmico-nuclear como âlimpioâ por estar libre de emisiones de carbono, cualquier sistema energĂ©tico renovable, resiliente y no contaminante debe prescindir del actual parque de generaciĂłn nuclear.
Esto supone cerrar y desinvertir en las 427 centrales a dĂa de hoy operativas en el mundo con una edad media superior a los 20 años; imitando la decisiĂłn de Alemania al respecto a raĂz del desastre de Fukushima. Empezando por Estados Unidos (con 104), Francia (59) y JapĂłn (55). Lo que tambiĂ©n incluye las cinco plantas nucleares españolas.
Y dejar de invertir en las 64 plantas que estĂĄn en construcciĂłn o en las casi 90 programadas. En este caso empezando por China que tiene veinte en construcciĂłn y previstas treinta. Pues, de no hacerlo, para el caso de China, la Agencia Internacional de la EnergĂa considera que el vector nuclear serĂĄ creciente hasta al menos el año 2040 (equiparĂĄndolo al eĂłlico), pasando de 9 a mĂĄs de 30 reactores en funcionamiento.
Fuente: Asociaciongerminal.org