Vivimos una realidad que es contraria a la forma que tenemos de pensar, o en relación a los objetivos que buscamos. Buscamos la libertad, un mundo en equidad, en equilibrio, todo esto choca con nosotras cada vez que tenemos que lidiar con lxs humanxs que rodean los perímetros de nuestras cuevas, este tipo de individuos tiene toda una lógica contraria a la idea que podemos llegar a aspirar de libertad, están muy a gusto en la realidad del dinero, del trabajo, de las jerarquías y del consumo. Porque ese es su cómodo hogar, la sociedad está basada en ello, en esas lógicas. El especismo es uno de los motores que hacen girar la sociedad jerárquica y el sistema opresivo, es parte de un mecanismo que se retro alimenta con otros. Cada una de las integrantes de la sociedad está muy a gusto con la comodidad que ofrece el sistema jerárquico, tecno-industrial y hetero-patriarcal, incluso nosotras mismas que no renunciamos a pequeños “beneficios” con los cuales nos seduce esta maquinaria funesta. Estxs integrantes, harán lo que sea, para que no exista un cambio de paradigma que peligre las lógicas de este mortuorio mundo, e innegablemente serán nuestras enemigas. Nosotras que aspiramos a algo muy diferente, disímil a esas lógicas, nos vemos contagiadas por un entorno necrófilo, que sirve de condicionamiento para llevar a la practica nuestra forma de vivir, en relación a los afectos, los hábitos, etc. ¿Cuan diferente sería si nuestro entorno fuese plenamente de afines? potenciaríamos cada día, nuestras ideas. Con los logrxs de nuestrxs afines,seríamos conscientes que se puede más, ir más allá. Su ejemplo de praxis y nuestro ejemplo de praxis serviría, para potenciarnxs, superarnos mutuamente y constantemente, sería nuestro cotidiano, sería nuestra realidad. Pero la realidad que vivimos es muy diferente, es justamente la que envuelve a la sociedad, la que nos nutrió desde nuestro nacimiento. Podemos y deberiamos basar nuestros afectos y amistades entre afines solamente, claro. Pero saliendo de esa puerta, esta ese mísero mundo, donde la normalidad es la opresión, las jerarquías, la lógica del dinero y el consumo, siendo esta normalidad, una suerte de contaminante para nuestras ideas, que les pone un tope, una pared que las limita. Por lo tanto, es fundamental, la creación de lazos realmente profundos entre nuestrxs afines, que esa sea nuestra realidad, que ese sea el alimento de nuestras ideas, potenciémonos, erijamos lazos de solidaridad realmente fuertes, con un apoyo emocional real entre nosotras, rompamos cada uno de los esquemas, cada uno de los roles, cada una de las etiquetas e imposiciones que nos da la realidad de lxs amantes del orden y las jerarquías. Amémonos sin reglas, sin etiquetas, potenciémonos, seamos una bandada peligrosa e inclasificable, creemos nuestra propia realidad, basándonos en la equidad y solidaridad, y apliquemos esa antigua frase, que podemos modificar un poco: “Manos abiertas entre compañeras, puño cerrado en la cara a lxs enemigxs”. Recordando que lxs enemigxs, son todxs lxs amantes de esta sociedad, y realidad de supremacía humana y jerárquica.