June 21, 2021
De parte de ANRed
1,675 puntos de vista

Compartimos recuerdo de Leo Santillán, hermano de Darío, en el marco del Día del Padre: «Dari me dice ‘ya es tu día papá, te tengo un regalo’. Lo veo y recuerdo lo que me dijo un compañero ayer, al terminar la asamblea: ‘hace 20 años había que ser guapo para caminar en la Fe’. La Fe es un barrio donde Darío había elegido militar renunciando a las comodidades de una casa con sus hermanos, una cama, con un techo, con calefacción. Un barrio de Monte chingolo, Lanús. Uno de los miles de barrio o villas que no difieren de la realidad de cualquier de esos lugares que muchos no quieren mirar. Y aunque la consigna de hoy en parte suele ser ‘el peor virus es la indiferencia’, él, Darío, ya nos había marcado el camino correcto hace casi dos décadas». El próximo viernes 25 y sábado 26 se cumple un nuevo aniversario de la Masacre de Avellaneda, que conmemora los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, ambos militantes de la Coordinadora Aníbal Verón que el 26 de junio de 2002 cortaban el Puente Pueyrredón en una jornada de protesta en reclamo de planes sociales, y que fueron asesinados por efectivos de la Policía Bonaerense.


Compartimos posteo realizado por Leo Santillán en su cuenta de Facebook:

«Dari me dice ‘ya es tu día papá, te tengo un regalo’. Lo veo y recuerdo lo que me dijo un compañero ayer, al terminar la asamblea: ‘hace 20 años había que ser guapo para caminar en la Fe’.

La Fe es un barrio donde Darío había elegido militar renunciando a las comodidades de una casa con sus hermanxs, una cama, con un techo, con calefacción.

Un lugar donde había decidido tomar un pedazo de tierra, junto con otrxs vecinos, para construir su lugar en el mundo. Quienes lo conocieron, cuentan de su alegría al tomar esas tierras, y de ese momento, quedan sus palabras, al plantar una bandera de Argentina y (casi) proclamar: ‘esto es territorio liberado’.

Un lugar donde había empezado a poner esfuerzos para poner de pie ‘la blokera’, para construir bloques para lxs cumpas y vecinos sin una vivienda digna.

La Fe es un barrio de Monte chingolo, Lanús. Uno de los miles de barrio o villas que no difieren de la realidad de cualquier de esos lugares que muchos no quieren mirar. Un barrio que un pibe de 21 años (aunque cuando se ‘mudó’ tenia ’20 añitos’, nos enseñó que hay que mirar bien para poder mirarse.

Y aunque la consigna de hoy en parte suele ser ‘el peor virus es la indiferencia’, él, Darío, ya nos había marcado el camino correcto hace casi dos décadas».





Fuente: Anred.org