¿Cómo no hablar de Berni? En lo Berni que te volviste, en lo Berni que se volvió la política, en como nos recabe todo ahora. En cómo opera lo Berni en los miedos, frustraciones y añoranzas. Miedo gobernador, miedo vecino, miedo de una mamá desesperada, miedo militancia, miedo elecciones. No hay nada más Berni que un militante asustado.
Por donde pasa Berni ya no hay más política. ¿Como militar después del show piromaniaco y televisivo que armó en Guernica? ¿Cómo marchar el 24 después de la desaparición de Facundo, el ataque a la mamá, el encubrimiento a la gorra, el silencio cómplice? Porque la política no puede ser arriba del patrullero, marcando, hostigando, verdugueando. No puede ser quemando ranchos de pibas que no tienen donde vivir, no puede ser andar enfierrado para las cámaras, no puede ser siendo cómplice y socio de esta policía asesina. Con todo esto tan ortiba no hay posibilidad de nada, se cierran los caminos, se nos agota el aire, perdemos amigos, nos quedamos sin tierra.
Berni se va a ir ¿Cuanto más se van a aguantar todas estas payasadas? Pero lo Berni, lo macho, lo vigilante, lo patrullero, esa manera de actuar frente a las cámaras, ya se metio bien adentro de todos nosotros, se hizo marca, cicatriz, modo de vivir la política.
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Fuente: Lobosuelto.com