l viernes pasado, día 12 de febrero, se agotó el plazo para que el rapero Pablo Hasél ingresara en prisión para cumplir una condena de nueve meses y un día por enaltecimiento del terrorismo e injurias contra la Corona y las Instituciones del Estado para las letras de sus canciones y sus Tweets. En rueda de prensa, el 1 de febrero, ya dejó claro que no se entregaría y que deberían ir a buscar, y ayer ya se supo que debería ser en la Universidad de Lleida. El rapero instalarse en la sala del Consejo de los Estudiantes, mientras algunas personas se pusieron a hacer guardia en el acceso al Rectorado, donde la Plataforma convocó a todos a través de las redes. Hoy, día 16 de febrero, a media de la mañana, al menos trece furgonetas de los Mossos d’Esquadra se han desplegado alrededor de la universidad y los agentes han accedido al edificio.Después de retirar varias barricadas, han procedido a echar una por una las personas que resistían en el suelo y en identificarlas. Afuera del recinto, cada vez se ha concentrado más gente. hacia las ocho y media de la mañana, la policía le ha detenido y ha sido trasladado al Centro Penitenciario Ponent de la ciudad.
Pablo Hasél ha explicado desde dentro del Rectorado que no ha pasado la noche en casa sino que ha sido escondido. El rapero asegura que toma la decisión de cerrarse porque “simbólicamente, tiene más fuerza estar rodeado de personas solidarias y no ponerlos tan fácil la detención. Si quieren enviar a la policía a la universidad, ellos mismos se desenmascaran y demuestran la falta absoluta de libertades “. Hasél llama a tratar de evitar el encarcelamiento “porque es un ataque sólo contra mí, si no contra nuestras libertades”.
Junto con Hasél, una veintena de personas entraron en el Rectorado del centro universitario, sin actividad por la Covidien-19, para hacer resistencia contra la detención. El mes de mayo, los magistrados del Tribunal Supremo confirmaron la sentencia de la Audiencia Nacional española, que el día 1 de febrero dio un plazo de diez días hábiles para que se entregara voluntariamente.
El rapero ha recordado en varias ocasiones que “no hay que estar de acuerdo con todo lo que digo para ver que esto es un grave ataque cuenta la libertad de expresión” y desde el primer momento, con el grupo de apoyo, ha hecho una llama a la movilización en las calles. La respuesta: concentraciones en todo el Estado español, manifestaciones y, incluso, una jornada de arte mural urbano Barcelona donde un grafiti pintado por Roc Black Block de crítica a la monarquía fue borrado por los servicios de limpieza de Barcelona en la cabeza de pocas horas.
El fin de semana, desde la Plataforma solidaria con Pablo Hasél han denunciado que continúan sufriendo “el acoso de la Brigada de Información”. Aseguran que la policía secreta les ha estado siguiendo y que dos furgonetas de ARRO de Mossos los han acorralado y han registrado seis miembros de la Plataforma.
En plena campaña electoral, el pasado 8 de febrero, Unidas Podemos registró en el Congreso una proposición de ley de “protección de la libertad de expresión” que incluye derogar los artículos del Código Penal que hacen referencia a los denominados “delitos de opinión “. Asimismo, en respuesta al recurso de súplica interpuesto por la defensa del rapero, Fiscalía defendió su ingreso en prisión.
Aparte de la condena de la Audiencia Nacional española, el rapero leridano acumula una sentencia de dos años y medio de cárcel por amenazas y obstrucción a la justicia y una de seis meses de prisión por un delito de lesiones a un reportero de TV3. Esta última, con tres acusados, se resolvió el pasado 6 de junio por unos hechos ocurridos precisamente durante una protesta estudiantil en el Rectorado de la Universidad de Lleida; según la decisión judicial, ha quedado probado que el 2 de junio de 2016 empujó y rociar con un líquido de limpieza el periodista.
A última hora de la tarde de este lunes 15 de febrero, se ha hecho público que la Audiencia Nacional española desestimaba el recurso que había presentado la defensa de Pablo Hasél, que pedía suspender la orden de ingreso en prisión, y según varios medios de comunicación los mozos habían comenzado a preparar el dispositivo para acceder al campus universitario para detener el cantante. Siguiendo la llamada de la plataforma que le apoya, más de un centenar de personas se concentraban alrededor de las 8 de la tarde en la rambla de Aragón de la capital leridana, junto al rectorado de la UdL, que han cortado con una sentada en el centro del vial.
Pablo Hasél desde la ocupación en la Universidad de Lleida
Si esto es lo último que escribo antes de ser encarcelado…
Hay muchas posibilidades de que entren esta madrugada para frenar el altavoz en que se ha convertido esta ocupación. Hay medios que cuentan que ya han llegado Mossos de otros lugares como refuerzos. Si esto es lo último que escribo antes de ser encarcelado…
ya lo he dicho todo durante años. Pero si tengo que decir algo hago una llamada a enfrentarse al miedo y desobedecer ante tantas imposiciones injustas de una tiranía cada vez peor camuflada. O lo hacemos o van a seguir avanzando como lo siguen haciendo sin que se les pare.
No podemos permitir que nos dicten qué decir, qué sentir y qué hacer. Si lo hacemos su represión habrá vencido, de lo contrario quedan debilitados. Están bien organizados para negarnos derechos y libertades, sólo queda organizarnos mejor para conquistarlos.
Me quedé aquí sin exiliarme para contribuir más a difundir el mensaje, a la movilización y sobre todo a la organización. Me encarcelarán con la cabeza alta por no haber cedido a su terror, por haber aportado mi grano de arena a lo que menciono. Todos podemos hacerlo.
Las injusticias tienen unos culpables y los he señalado alto y claro, con legítima y necesaria rabia. Quieren impedir que contemos sus políticas criminales y enemigas de la clase trabajadora para evitar la toma de conciencia y por tanto la lucha organizada. No lo conseguirán.
Fuente: Briega.org