Convocada por familiares de las residencias con el apoyo del Movimiento de Pensionista ha reunido a varios cientos de personas que han marchado desde la plaza Moyua hasta la sede de la Diputación de Bizkaia de la Gran Vía de Bilbao.
Se denuncia una vez más que la Diputación sigue sin dar una información completa veraz y objetiva sobre lo que está sucediendo y sin hacer el más mínimo balance autocrítico de su actuación.
Ni se han mejorado las ratios de personal, ni se ha exigido y en su caso, dotado a los centros de los apoyos necesarios para la prevención de riesgos; los espacios en las residencias son en muchas ocasiones insuficientes, lo que, unido a la falta de personal, dificulta la realización de las tareas de atención y prevención; la Inspección pública de los centros no tiene el suficiente personal como para detectar las deficiencias.
Denuncian que la Diputación es quien tiene acceso a los datos de las residencias, el resto de organismos (familiares, pensionistas, medios…) no pueden comprobarlo ya que sus datos no concuerdan con los que reciben del personal que trabaja n laas residencias.
Vuelven a llegar noticias dramáticas de trabajadoras de Gallarta, Txurdinagabarri, Muskiz, Anai Cantero1… y el pasado miércoles 13, desde la residencia Trujiondo de Zamudio. 92 positivos de COVID, muerte de ancianos, auxiliares hospitalizados con neumonía bilateral…
Curiosamente entre los datos de los días 7 y 9 de enero, dan un descenso en todos los datos (positivos en residentes, en personal trabajador…), el único que aumenta es el de curados: 45 usuarios se han curado en esos dos días. ¿Es casualidad? Desde luego las cuentas con las informaciones que tenemos no nos cuadran.
Denuncian a Unai Rementeria, por el maltrato institucional después de meses de incidencia de la COVID que resulta inadmisible e inaceptable que trate de eludir sus responsabilidades, echando la culpa de la situación de las residencias a las trabajadoras o a familiares. La atención social es su responsabilidad.
Lo que está quedando una vez más en evidencia es la ineficacia de la Diputación Foral de Bizkaia para garantizar los derechos de atención y cuidados y su decisión de privatizar los servicios para beneficio de unos pocos.
Hoy estos servicios se mantienen en pie, gracias a las trabajadoras que están dando el 200%. Los familiares ven a sus allegados en la calle, con agua, frío, y las trabajadoras doblan turnos de trabajo por la falta de personal, por lo que, en las residencias no se pueden mantener esas “burbujas” de 14 personas y siguen sin realizar, en muchos casos, PCRs al volver de vacaciones e incorporarse a sus puestos, el personal trabajador.
Fuente: Cgt-lkn.org