August 28, 2021
De parte de Arrezafe
1,350 puntos de vista

Citas extraídas de “La
intoxicación lingüística. El uso perverso de la lengua”
.
Vicente Romano

“Donde la reflexión es
imposible, el mundo recibido debe considerarse como “la realidad”.
La autenticidad de la percepción difusa con el medio técnico hace
que la imagen televisiva o el texto de prensa sea la cosa misma. Lo “esencial” es haberlo oído, visto o leído en la radio, la TV o
el periódico.

Se prometen informaciones
y conocimientos. Pero, salvo la previsión del tiempo, útil para la
excursión dominguera, lo que se transmite raras veces es reducible a
la práctica directa de la vida. La fe en la información se diluye
en muchas noticias que se olvidan al cabo de un par de horas y con
las que el receptor no sabe qué hacer porque no está en condiciones
de comprender su origen, su alcance ni su significado. Cuanto mayor
es la fe en la información, más dogmático es el retorno al mito.
Los déficit racionales se satisfacen emocionalmente.”


“La concepción de la
realidad como el peor enemigo del hombre y, por consiguiente, la
explotación de la “ilusión redentora” se ha convertido desde
hace tiempo en la máxima de la industria del entretenimiento. El
sentimiento se ha convertido en mercancía rentable.

De ahí que, como la
conciencia es el resultado de la acción y la experiencia, haya que
crear otras condiciones sociales de vida y de trabajo que permitan al
hombre enriquecerse con experiencias personales y no permitir ninguna “explotación de sus almas” por poderes ajenos.”


“El uso tan frecuente
de abreviaturas (OTAN, ONU, UE, etc.) obstaculiza el planteamiento de
preguntas no deseadas. Así, OTAN no sugiere lo mismo que
Organización del Tratado del Atlántico Norte. En este caso habría
que preguntarse qué hacen en ella países que, como Turquía,
Grecia, Italia o Colombia, nada tienen que ver con el Atlántico
Norte, o que estas tropas se hallen ahora defendiendo los intereses
de los grandes consorcios petroleros usamericanos en Asia Central.”


“Para aproximarse a una
sociedad de hombres y mujeres libres, sociedad que jamás ha existido
en la historia, hay que incrementar la participación de la mayoría
en el producto de su trabajo y reducir la de la minoría. Pero lo que
ocurre es precisamente lo contrario. Bienestar significa disponer de
cosas, dominio es disponer de las personas, y, en el caso de los
medios, de su biotiempo. Con el biotiempo de los consumidores
succionan la fuerza de trabajo gratuita de la percepción. Esto forma
parte de la economía de señales. La fuerza de trabajo de los
telespectadores se succiona por la vía del entretenimiento y a las
diez de la mañana siguiente se intercambian por dólares o euros las
cuotas de audiencia.”


“El reduccionismo
actual del discurso periodístico conduce a la despolitización de la
sociedad, efectuada a través del reclamo consumista, lo que equivale
a la debilitación del Estado. Este se reduce entonces a acciones
simbólicas.

Este mecanismo apunta a
un orden económico que ya no pretende satisfacer necesidades, sino
crearlas. Los mensajes de los medios de masas, acoplados a la
industria de la sugestión del reclamo comercial, despiertan en los
receptores falsas expectativas. Deben buscar la salvación donde no
puede estar: en el consumo de los milagrosos mundos de los medios.
Como afirma Pross, tal vez la explotación de la tierra, de los
tesoros de la naturaleza, haya llegado tan lejos que la industria
tenga que recurrir ahora a la explotación del alma de los hombres y
mujeres. Los esfuerzos se dirigen ahora no tanto a explotar la fuerza
de trabajo como a estimularla fisiológica y psicológicamente para
crear las necesidades que hacen girar esta rueda de la denominada “sociedad libre de mercado”, o sea, del capitalismo.”


“El significado clásico
de informatio como formación, configuración, se mantuvo en la
filosofía medieval, en la escolástica, como terminus tecnicus:
proveer de una forma a la materia. Este significado desapareció
junto con la escolástica.

El significado de
formación mediante instrucción se destacó en el humanismo y el
Renacimiento. Informador era el maestro. Una noción que se mantuvo
hasta el siglo XIX.

Lo que ha quedado hasta
hoy es el significado de información como exposición, comunicado,
noticia.”


“En nuestra
civilización “tecnocientífica”, cada vez es menor el ámbito de
lo que conocemos por experiencia directa. Para la inmensa mayoría de
la población, el conocimiento de la realidad se deriva de las
noticias que afluyen de los medios de producción masiva de
comunicación, en particular de la TV. Se trata, pues, de
experiencias de segunda o tercera mano. O sea, no son experiencias en
el sentido original del término.

A decir verdad, no
siempre somos conscientes de lo poco que sabemos. Son más bien raros
los momentos en los que podemos notar lo poco que podemos vislumbrar,
comprender o concebir. Lo demás, aunque presenta la apariencia del
saber, no es más que una maraña de supuestos, opiniones interesadas,
prejuicios, ficciones. Y esto es lo que suele marcar la actitud ante
los acontecimientos tal como nos los presentan. Este campo de
opiniones derivadas y prefabricadas es el dominio de la propaganda.

Resumiendo mucho, sus
rasgos distintivos son la simplificación, indiferenciación,
uniformidad, el estereotipo, en suma, el pensamiento acrítico,
mágico.”


“Ampliar los
conocimientos, la conciencia, equivale a esforzarse contra la
manipulación general. En este sentido, el principal instrumento de
manipulación, de contaminación lingüística, es la violencia
simbólica o psicológica. Desentrañarla constituye una tarea básica
en todo proceso de emancipación.”


“En el contexto de la
intoxicación lingüística, la propaganda se entiende como
producción y difusión de mensajes dirigidos a influir en la
conciencia y el comportamiento de un público determinado o de todo
el público. La tarea de la propaganda estriba en imponer
valoraciones e interpretaciones hasta el punto de que las personas se
identifiquen con ellas y, así, adquieran validez social. Es, pues,
una aplicación de la violencia simbólica. Pretende hacer creer
algo, persuadir de algo. Tiene más carácter apelativo que
discursivo. Es, en alto grado, de índole monológica, no dialógica,
contrapuesta al diálogo.”


Los EEUU versus ellos.
Se trata de pintar a todos los enemigos como terroristas, salvajes,
malvados, comunistas, ateos, etc. Se alimentan así los peores
miedos: ¡que vienen los rusos!, los “pijamas negros”, los
islamistas… La propaganda usamericana demoniza así a mucha gente,
desde los habitantes originarios de Norteamérica hasta los iraquíes,
palestinos y libaneses que están muriendo mientras se redactan estas
líneas.

Apoyo incondicional a
las tropas
. Los estadounidenses se crían viendo películas de
guerra, jugando con armas de fuego, rodeados de monumentos bélicos,
entrenados en el respeto y temor a los uniformes. Presencian la
demonización de quienes se oponen a la guerra. Los medios rezuman
fervor militarista. Aceptan que los impuestos financien las guerras y
la propaganda bélica. Una vez iniciadas las intervenciones, todos
tras las fuerzas armadas hasta la victoria final: My country right
or wrong
[Mi país, con o sin razón]. Todo ello fomentado por la
industria del reclamo, como se demostró claramente en la primera
Guerra del Golfo.”






Fuente: Arrezafe.blogspot.com