October 13, 2020
De parte de El Libertario
1,549 puntos de vista

 




Rubén
Hernández

 

Recientemente
el
protector
de
Mérida,
no
porque
proteja
a
los
ciudadanos
comunes,
sino
por
ser
jefe
de
uno
de
los
protectorados
“socialistas”
de
Venezuela, 
advirtió
en
una
entrevista
que
le
fue
realizada
en
una
estación
radial,
que
los
merideños
deben
seguir
teniendo
paciencia
ante
la
muy
complicada
situación
socioeconómica
en
Venezuela,
agravada
aún
más
por
la
pandemia
de
COVID-19.
Increíble
pero
cierto,
Jehyson
Guzmán
tuvo
la
desfachatez
y
la
inmoralidad
de
pedir
más
paciencia
y
sacrificio
al
pueblo
indefenso
y
desesperado
por
tantos
problemas
que
nos
agobian,
entre
ellos:



1.-
El
cada
vez
más
elevado
costo
de
la
vida,
y
el
consecuente
aumento
de
la
pobreza
y
la
miseria,
producto
de
factores
externos
e
internos,
algunos
de
ellos
relacionados
con
el
estilo
de
vida
lujoso
de
la
élite
política
“•revolucionaria”.

2.-
Los
“salarios”
van
de
mal
en
peor,
y
a
la
fecha
de
escrito
este
artículo
(octubre
de
2020)
no
llega
ni
a
los
2
dólares
el
mínimo,
que
no
alcanza
ni
para
adquirir
¡2
kilos
de
harina
de
maíz¡
A
pesar
de
que
la
constitución
de
Venezuela
establece
un
salario
mínimo
digno
para
los
trabajadores
venezolanos,
en
la
nación
suramericana
tenemos
el
dudoso
honor
de
percibir
el
peor
sueldo
base
del
planeta.

3.-
La
deficiente
prestación
de
los
servicios
básicos,
tanto
los
ofrecidos
por
el
sector
público
como
por
el
sector
privado,
que
además
cobra
lo
que
le
viene
en
gana
por
servicios
como
la
telefonía
celular,
el
internet
y
el
gas
doméstico.

4.-
La
poca
inversión
social
en
salud
y
educación,
que
ha
llegado
a
un
nivel
tan
bajo,
que
prácticamente
han
sido
privatizadas
de
hecho,
considerando,
por
ejemplo,
que
en
los
hospitales
y
ambulatorios
no
hay
insumos
básicos,
y
hasta
las
hojas
blancas
hay
que
comprarlas
para
que
nuestros
hijos
tengan
derecho
al
estudio;además,
y
con
justa
razón,
numerosos
médicos
y
maestros
están
abandonando
sus
funciones,
tan
mal
valoradas.Por
cierto,
el
acceso
a
internet
y
la
educación
virtual
en
esta
época
de
pandemia
no
es
precisamente
algo
barato,
eso
en
caso
de
tener
la
suerte
de
contar
con
un
servicio
que
al
menos
medio
funcione.

5.-
La
notable
escasez
de
gasolina,
factor
que
ha
servido
de
excusa
para,
entre
otras
cosas,
que
los
prestatarios
del
servicio
de
transporte
público
urbano
y
extraurbanohayan
subido
los
costos
de
los
pasajes
de
forma
desproporcionada,
inalcanzable
por
los
“salarios”
miserables.
Por
cierto
que
dicha
escasez
ocurre
en
un
país
que
en
años
anteriores
producía
combustible
hasta
para
exportar,
y
vendido
a
un
precio
bien
módico.
Y
si
bien
esta
deficiencia
se
debe
en
buena
medida
a
los
criminales
bloqueos
y
sanciones
internacionales,
al
robo
de
activos
de
PDVSA
por
Estados
Unidos
y
a
la
abrupta
baja
de
los
precios
del
petróleo
por
la
pandemia, 
la
crisis
de
la
estatal 
petrolera
y
su
consecuente
paralización
casi
total,
también
se
debe
a
la
ineficiencia
y
corrupción
internas.

6.-
Las
violaciones
continuas
de
los
derechos
humanos
por
parte
de
las
fuerzas
armadas
regulares
e
irregulares
al
servicio
del
Estado,
en
el
marco
de
las
crecientes
y
justas
protestas
callejeras
por
la
situación
país.
Detenciones
arbitrarias,
torturas,
asesinatos
y
desapariciones
forzadas
de
ciudadanos
comunes,
tan
solo
por
exigir
que
haya
una
mejor
situación
socioeconómica.

Y
noobstante
el
abismo
en
que
se
encuentra
Venezuela,
y
la
indefensión
y
desesperación
que
ha
generadozozobra
en
la
mayoría
de
la
ciudadanía
en
Venezuela,
individuos
como
el
dizque
protector
Jehyson
Guzmán
aún
se
atreven
a
pedir
paciencia
de
cara
a
la
resolución
positiva
de
la
tremenda
crisis.
Un
inmoral
es
ese
señor,
simple
y
sencillamenteporque
si
bien
hay
factores
externos
que
indudablemente
han
afectado
de
forma
terrible
a
nuestra
economía
y
calidad
de
vida
en
los
últimos
años,
también
es
cierto
que
la
dirigencia
política
no
padece
las
mismas
penurias
del
pueblo
común,
y
las
autoridades
socialistas
solo
lo
son
de
la
boca
para
afuera
como
se
dice
coloquialmente.
Guzmán
es
un
inmoral
porque:
no
pasa
hambre
como
la
mayoría
de
los
venezolanos
hoy
día,
y
tiene
un
alto
nivel
de
vida
material,
pues
de
ninguna
manera
percibe
un
miserable
“sueldo”
como
el
trabajador
promedio;
siendo
de
izquierda
como
dice
ser
no
se
sacrifica
como
millones
de
venezolanos,
y
aún
así
pide
el
voto
de
los
pobres
y
miserables
para
llegar 
a
la
Asamblea
Nacional
en
las
elecciones
de
diciembre
del
presente
año; 
si
se
enferma
él
o
su
familia
más
cercana
no
son
atendidos
por
el
deficiente
sistema
público
de
salud,
a
menos
que
sea
uno
de
los
privilegiados
para
los
que
aparentemente

funciona
dicho
sistema; 
no
tiene
que
calarse
largas
filas
para
surtirse
de
combustible
y
para
ingresar
a
los
bancos;
no
tiene
que
gastar
su
salario
y
mucho
más
para
movilizarse
en
el
transporte
“público”;
y
pare
de
contar.
Por
cierto
Guzmán,
usted
que
tanto
defiende
la
constitución,
¿para
cuándo
se
cumplirá
con
lo
dispuesto
en
el
artículo
91?

De
manera
que
a
menos
que
demuestre
lo
contrario
con
su
realidad
cotidiana,
Jehyson
Guzmán,
el
“protector”
de
los
merideños,
no
es
más
que
otro
de
los
dirigentes
políticos
que
en
Venezuelasolo
han
servido
a
sus
propios
intereses
y
a
la
estabilidad
de
la
seudodemocracia
o
democracia
burguesa.
Y
se
evidencia
una
vez
más
que
la
élite
política,
con
diferencias
solo
en
los
discursos
o
en
las
formas
ideológicas,
siempre
ha
sido
la
misma
en
el
país
caribeño
y
el
resto
del
mundo;
élite
vinculada
al
gran
capital
dentro
y
fuera
de
Venezuela,
para
la
que
los
ciudadanos
comunes
solamente
han
servido
como
tontos
útiles,
para
ser
usados,
por
ejemplo,
cada
vez
que
ha
habido
elecciones
a
la
vista.
Es
decir
que
la
dirigencia
chavista-madurista
de
hoy
es
el
equivalente
de
la
adeca
y
copeyana
del
puntofijismo,
y
de
la
liberal
y
conservadora
del
siglo
XIX.
Entonces 
se
debe
entender
de
una
vez
por
todas
que
al
poder
político,
sin
importar
su
discurso,
jamás
le
importará
erradicar
la
pobreza
ni
ayudar
en
verdad
al
ciudadano
promedio 
facilitándole
una
buena
calidad
de
vida,
pues
está
indisolublemente
vinculado
con
la
élite
económica.
Y
en
épocas
de
profundas
crisis,
como
en
la
actualidad,
siempre
se
ha
acentuado
esta
patética
realidad.




Fuente: Periodicoellibertario.blogspot.com