February 19, 2021
De parte de Nodo50
823 puntos de vista

Se repite la pauta que ya vimos de 2012 a 2014. Cuando el R茅gimen olisquea aires de rebeli贸n y de cuestionamiento de los pilares de su dominaci贸n (la monarqu铆a, la judicatura venal, los cuerpos represivos neofranquistas, y el poder econ贸mico de los monopolios y los bancos) se lanza por el camino de la represi贸n y la provocaci贸n para tratar de desacreditar el movimiento y desviar la atenci贸n. Es una t谩ctica muy vieja.

Hay que decirlo abiertamente, los responsables directos de esto son el aparato policial y el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, con la aquiescencia del presidente S谩nchez. Y lo mismo en Catalunya, en relaci贸n al Conseller d’Interior Miquel S脿mper y el Govern de la Generalitat. Y la derecha y la ultraderecha aplauden. Marlaska y S谩mper deben ser cesados, y los mandos policiales destituidos y encausados. Unidas Podemos debe exigir a S谩nchez una condena clara a la represi贸n policial y salirse de un gobierno que desde hace meses ha tomado un claro sesgo procapitalista y se ha olvidado de dos de sus compromisos m谩s importantes, como la derogaci贸n de la Ley Mordaza y de la reforma laboral del PP.

La responsabilidad principal en todo esto de Grande-Marlaska y S谩nchez no es una opini贸n o suposici贸n. Son hechos. Todos los Delegados del Gobierno regionales, en sus respectivas provincias, que dependen directamente del Ministerio del Interior, y son por tanto cargos pol铆ticos, han prohibido TODAS las concentraciones y manifestaciones en apoyo de Pablo Hasel que se han convocado a lo largo y ancho del pa铆s desde la semana pasada, en una actuaci贸n sin precedentes. Y lo han hecho tanto contra las concentraciones convocadas espont谩neamente y, por tanto, sin comunicaci贸n oficial; como las que s铆 siguieron el procedimiento administrativo formal. De esto 煤ltimo, somos testigos los camaradas de Lucha de Clases que fuimos coorganizadores de la concentraci贸n en Sevilla el s谩bado 13 de febrero (as铆 como la del mi茅rcoles 17 de febrero), cuando presentamos nuestra comunicaci贸n a la subdelegaci贸n del gobierno y la vimos rechazada sin ninguna raz贸n objetiva, en un atropello escandaloso a la libertad de expresi贸n. Por supuesto, quienes participamos en dicha concentraci贸n  no nos dejamos amedrentar e impusimos nuestro derecho a concentrarnos de manera pac铆fica, como as铆 hicimos.

驴Y cu谩l es la raz贸n para prohibir estas concentraciones que todo el mundo pudo ver que se desarrollaron de manera pac铆fica en todas las ciudades hasta que la polic铆a unilateralmente cargaba contra los concentrados? 驴Qu茅 buscaban con esto el ala “socialista” y prorr茅gimen del gobierno, y el aparato del Estado? Provocar violencia y altercados, y desacreditar el movimiento como dijimos al comienzo. Basta mirar los v铆deos que est谩n circulando por las redes sociales y ver c贸mo es la polic铆a la que inicia las cargas, sin provocaci贸n previa, para desatar la ira de las personas concentradas, cuando no introduce sus propios infiltrados en las concentraciones para 鈥渃alentar鈥 el ambiente.

Las consecuencias ya las estamos viendo: decenas de j贸venes heridos, mutilados, y detenidos, mientras se exageran las 鈥渂ajas鈥 policiales.

Con su cobard铆a y sometimiento al R茅gimen, como siempre, la direcci贸n del PSOE pavimenta el camino a su descr茅dito social y a la reacci贸n. En el contexto actual, el R茅gimen del 78 no descansar谩 hasta endosar un nuevo “Casas Viejas” al gobierno “progresista” antes de darle una patada en el trasero, como ocurri贸 en 1933.

Los fascistas y pijos de los barrios ricos de todo el pa铆s han salido tambi茅n a la calle en estas semanas y meses, muchas veces sin comunicar sus concentraciones a la delegaci贸n del gobierno. Sin embargo, han sido tratados de manera exquisita por la polic铆a y el gobierno, en contraste abierto con la brutalidad, el ensa帽amiento y el sadismo  mostrado por los polic铆as antidisturbios contra la juventud trabajadora y de izquierda de los barrios obreros. Fue esto tambi茅n lo que vimos en el Linares obrero hace una semana, donde dispararon munici贸n real contra la poblaci贸n, durante las protestas populares contra la agresi贸n brutal que dos polic铆as psic贸patas perpetraron contra un hombre y su hija de 14 a帽os.

Y no es casual, La polic铆a no es imparcial ni se sit煤a por encima de las clases. Act煤a al servicio de sus amos, los ricos, los poderosos, los privilegiados, a cambio de suculentos sueldazos, privilegios e impunidad para sus abusos y acciones. Y aunque estas caracter铆sticas sobresalen en la Polic铆a Nacional, tambi茅n pueden encontrarse en los dem谩s cuerpos policiales auton贸micos, como los Mossos d鈥檈squadra (que han provocado la p茅rdida de un ojo a una joven manifestante) y la Ertzaintza. No es casual que sea el 鈥渟indicato鈥 policial de Vox, Jupol, el que tenga el apoyo mayoritario en la Polic铆a Nacional; aunque es verdad que el SUP y otros no se quedan muy atr谩s en sus simpat铆as reaccionarias y ultraderechistas. Nada nuevo bajo el sol, pero la nueva generaci贸n tiene que aprender las duras lecciones de la lucha de clases a trav茅s de su experiencia.

El R茅gimen no se esperaba una reacci贸n de la juventud trabajadora y de izquierda tan poderosa, sobre todo en Catalunya, aunque no s贸lo aqu铆. No es s贸lo porque Hasel sea catal谩n y se haya opuesto a la represi贸n del derecho de autodeterminaci贸n, sino que 茅l mismo se declara comunista. Y todo eso les preocupa mucho.  La detenci贸n y encarcelamiento de Hasel se ha convertido en una bandera que expone la arbitrariedad del Estado, y viene a cuestionar la monarqu铆a, la justicia de clase, los cuerpos represivos, el capitalismo y la represi贸n de los derechos democr谩tico-nacionales en Catalunya. Por tanto, el R茅gimen considera enemigos a batir a todos los miles de j贸venes que est谩n saliendo a la calle en defensa de Hasel, porque sus demandas van contra los pilares fundamentales del sistema, y porque teme que su ejemplo se extienda a masas m谩s amplias de la clase trabajadora. Por eso est谩n obligados a atacar al movimiento y tratar de apagarlo antes de que prenda m谩s all谩 de su actual base. Necesitan desacreditarlo, para preparar la agenda represiva ante las inevitables luchas que se avecinan, una vez se relaje la situaci贸n pand茅mica.

Por eso, de manera escandalosa, le acaban de aplicar a Pablo Hasel una nueva pena al tercer d铆a de ser encarcelado, al hacer firme una condena a帽adida de dos a帽os y medio que estaba recurrida por un caso de supuesta agresi贸n y que Hasel denunci贸 como un montaje policial, lo cual debemos creer.

La prensa del R茅gimen chilla hist茅rica clamando 鈥渄emocracia鈥. Esto es una farsa. Los ricos no necesitan democracia. Ejercen su poder y voluntad directamente. Tienen sus agentes en el consejo de ministros, en el Congreso, la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, en el generalato y en las c煤pulas de la Polic铆a, los Mossos y la Guardia Civil. La democracia s贸lo es 煤til y necesaria para las familias trabajadoras que, careciendo de otro poder que no sean sus manos y su conciencia, s贸lo pueden hacerse valer luchando en la calle. Por eso necesitan libertad y derecho de manifestaci贸n, de expresi贸n, de organizaci贸n, de elegir representantes populares. Los ricos no necesitan nada de esto para hacer valer sus intereses- Por eso fue la clase trabajadora, con sus luchas heroicas, quien trajo la democracia al Estado espa帽ol que los ricos y poderosos, y sus representantes en la derecha y la ultraderecha, tienen que consentir a rega帽adientes.

Persiguen a raperos, artistas y activistas por volcar su rabia e indignaci贸n en canciones y redes sociales. Independientemente del buen o mal gusto, y del acuerdo o desacuerdo con el contenido de esos mensajes, todo entra en la libertad de expresi贸n. La palabra se combate con la palabra: con argumentos, con la burla, con el descr茅dito y el aislamiento social, y con la movilizaci贸n popular. No con la porra, la c谩rcel ni la represi贸n del Estado. Lo que com煤nmente se consideran delitos, no se cometen con palabras, sino con hechos. El llamado “enaltecimiento del terrorismo”, entra tambi茅n dentro de esta libertad de expresi贸n, aparte que es una tipificaci贸n represiva arbitraria que rechazamos y que adem谩s se aplica solamente y de manera sesgada a quienes el R茅gimen considera sus enemigos. Fascistas, “artistas”, pol铆ticos, empresarios, periodistas, polic铆as, militares, y hasta obispos y curas de la Iglesia franquistas y reaccionarios, han amenazado f铆sicamente y de muerte, e insultado p煤blicamente, a dirigentes de la izquierda, sindicales y activistas sociales, o hacen apolog铆a del genocidio nazi y franquista, y lo siguen haciendo cotidianamente, pero no son perseguidos ni encausados, porque son parte del R茅gimen. Lo que tenemos es una justicia de clase, hip贸crita, destinada principalmente a perseguir a quienes cuestionan el sistema,la monarqu铆a y el capitalismo. Por eso le negamos toda legitimidad moral, social y pol铆tica.

Por todo lo anterior, seguimos instando a la juventud a que siga la lucha en la calle pero tambi茅n a que sus filas se vean reforzadas con capas m谩s amplias de la clase trabajadora y otros sectores oprimidos. Hoy van por Hasel y ma帽ana querr谩n ir a por el resto de nosotros. Hay que mostrarles el pu帽o ahora.

La polic铆a est谩 ahora ebria de arrogancia, se siente impune, tiene un altavoz pol铆tico ruidoso en el que se reconoce (Vox), y considera que la calle es suya. El gobierno s贸lo ha mostrado cobard铆a y servilismo antes los cuerpos represivos lo mismo que ante los generalotes franquistas. Esto anima a煤n m谩s a los franquistas y reaccionarios en el aparato del Estado. Pero se van a encontrar con una sorpresa. Llegado un punto van a provocar una reacci贸n opuesta y mucho m谩s poderosa. Lo ocurrido en Linares es s贸lo un anticipo de lo que est谩 por venir, y entonces no habr谩 polic铆as ni represores suficientes para apagar el fuego.

EEUU demostr贸 en el verano pasado, tras el asesinato de George Floyd, que nada pueden decenas de miles de uniformados con palos y pistolas al servicio de sus amos, cuando se sit煤an enfrente de millones en las calles. En muchos barrios la polic铆a se vio obligada a huir y a abandonar sus comisar铆as. Y se crearon patrullas vecinales para organizar el orden y la seguridad en los barrios, durante semanas, con m谩s eficiencia que antes y sin apenas violencia ni delincuencia com煤n.

En el Estado espa帽ol se prepara un escenario similar, pero detonado por los muchos jirones que desgarran las costuras del R茅gimen represivo y corrupto del 78. La nueva generaci贸n, llamada a protagonizar la lucha por la transformaci贸n socialista de la sociedad, est谩 aprendiendo r谩pidamente de su experiencia. Nada la detendr谩.

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Fuente: Luchadeclases.org