March 4, 2023
De parte de Nodo50
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隆Por la huelga indefinida militante hasta tumbar a Macron!

La batalla contra el Gobierno de Macron y su contrarreforma de las pensiones se recrudece y radicaliza, convertida ya en una rebeli贸n obrera generalizada. En solo dos meses hemos asistido a cinco jornadas de huelga general sectoriales, cada vez m谩s masivas y combativas; a paros de 48 o 72 horas en las refiner铆as, los ferrocarriles y otros sectores; o a luchas salariales cada vez m谩s extendidas contra una espiral inflacionista que arroja a millones de familias obreras a la miseria.

Un formidable movimiento huelgu铆stico de masas con capacidad para tumbar definitivamente a Macron y sus pol铆ticas, y que est谩 poniendo en cuesti贸n los pilares del capitalismo franc茅s.

Las jornadas del 7, 11 y 16 de febrero culminaron con manifestaciones a煤n m谩s multitudinarias que en enero: casi tres millones de franceses en las calles seg煤n CGT, 隆un mill贸n m谩s que en enero! A pesar de la retah铆la de los medios de comunicaci贸n burgueses se帽alando que las huelgas se desinflan, la realidad es justo la contraria. El movimiento avanza, se extiende y se fortalece, causando cada vez m谩s terror en el Gobierno y la clase dominante.

Ahora adem谩s se han sumado a la batalla las y los estudiantes, lo que supone una potente inyecci贸n de moral para los trabajadores. En muchos institutos trabajadores de los ferrocarriles y la petroqu铆mica han participado en los piquetes estudiantiles. Tanto en la Universidad de Rennes, ocupada por los estudiantes tras una votaci贸n a mano alzada en una asamblea multitudinaria, como en la de Par铆s o Toulouse se ha votado bloquear indefinidamente los campus a partir del 7 de marzo.

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La batalla contra el Gobierno de Macron y su contrarreforma de las pensiones se recrudece y radicaliza, convertida ya en una rebeli贸n obrera generalizada. 


La batalla del 7 de marzo. Hacia la huelga indefinida renovable

El sentimiento de fuerza es tan grande, que los 8 principales sindicatos franceses y las 5 principales organizaciones estudiantiles y juveniles agrupadas en la Intersindical, se han visto obligados a convocar una nueva huelga general para el 7 de marzo, la sexta, pero planteando la necesidad 鈥渆ndurecer el movimiento en todos los sectores鈥 y llamando a 鈥減aralizar Francia鈥.

La furia obrera ha desbordado a los propios dirigentes sindicales, plante谩ndose desde abajo, desde los Comit茅s de base y el activismo sindical, especialmente en la CGT, o desde la Francia Insumisa, la necesidad de llevar la lucha mucho m谩s all谩 impulsando huelgas indefinidas renovables cuya continuaci贸n se vote diariamente. El objetivo: paralizar y bloquear completamente la econom铆a, demostrando qui茅n manda realmente en la sociedad; y demostrar que el Gobierno y la patronal est谩n solos y son impotentes frente a la clase obrera organizada en lucha.

Incluso la CFDT, uno de los sindicatos m谩s a la derecha, se ha visto arrastrado en esta estrategia, dejando libertad a sus federaciones para decidir sobre la huelga indefinida renovable, pero matizando: 鈥淓stamos llamando a parar el pa铆s, que es diferente a un bloqueo鈥, se帽alaba su secretario general Laurent Berger. La fuerza del movimiento por abajo ha impuesto la unidad sindical pero en la lucha, sin medias tintas, planteando una estrategia ascendente, y dificultando que la burocracia sindical de la CFDT que ya firm贸 contrarreformas de pensiones en el pasado y que aparece como el interlocutor preferente del Gobierno, pueda descolgarse e intentar frenar el movimiento.

Desde que se anunci贸 la huelga general del 7 de marzo se suceden los anuncios de huelgas indefinidas renovables. As铆 ha ocurrido ya con las refiner铆as, por parte de CGT, que ir谩n a la huelga indefinida a partir del 6 de marzo, poniendo en riesgo el suministro de combustible en todo el pa铆s y, por tanto, el funcionamiento de toda la econom铆a.

Cinco grandes federaciones de la CGT ya han anunciado huelgas indefinidas renovables a partir del 7 de marzo: el sector qu铆mico (refiner铆as pero tambi茅n pl谩sticos, industria farmac茅utica, etc.), las minas y el sector energ茅tico, los ferroviarios, los puertos y la federaci贸n de cer谩mica y vidrio. Tambi茅n han acordado huelgas indefinidas los trabajadores de recogida de basuras y los de las plataformas de reparto (Just Eat, Glovo, etc.).

En el caso del transporte de Par铆s o en la SNFC (Compa帽铆a nacional de ferrocarriles),  la Intersindical ha tenido que convocar huelga indefinida a partir del 7 de marzo. Y lo mismo est谩 ocurriendo en el sector educativo donde en determinadas regiones, como Toulouse o Par铆s, tambi茅n se ha planteado unitariamente la huelga indefinida. Una ola que no cesa y a la que se sumaran en los pr贸ximos d铆as m谩s sectores.

En el sector privado, donde hasta ahora las huelgas han sido m谩s limitadas, tambi茅n est谩 cundiendo el p谩nico. La direcci贸n de Airbus envi贸 una nota se帽alando la necesidad de realizar un seguimiento exhaustivo de la actividad de los huelguistas. La Federaci贸n de Metal煤rgicos de CGT, que afecta a industrias privadas clave como Airbus o Renault, ha tenido que sacar tambi茅n un comunicado planteando fortalecer y radicalizar el movimiento huelgu铆stico a partir del 7 de marzo, tal y como se hizo 鈥渆n 1936[1], en 1968[2] y en menor grado en 1995鈥. Una autentica declaraci贸n de intenciones.

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Cinco federaciones de la CGT ya han anunciado huelgas indefinidas renovables a partir del 7 de marzo; a estas se han sumado el transporte de Par铆s, la SNFC (Compa帽铆a nacional de ferrocarriles), el sector educativo en regiones como Toulouse o Par铆s, etc.


Organizar la huelga indefinida de forma militante

El ambiente es tal que ha surgido el debate sobre la posible ocupaci贸n de empresas, al que ha tenido que referirse incluso el secretario general de la CFDT. El planteamiento es que a partir del d铆a 7, las y los trabajadores se re煤nan en asambleas generales en sus centros de trabajo para decidir y votar d铆a a d铆a continuar la huelga. Esta estrategia supone adem谩s un importante salto organizativo, ya que son los propios trabajadores los que se organizan en el d铆a a d铆a para continuar la batalla, dificultando las maniobras de la burocracia sindical para desactivarla. 

Para garantizar el 茅xito de las huelgas generales renovables es fundamental conformar comit茅s de lucha en cada f谩brica y centro de trabajo, en cada instituto y facultad, y promover la ocupaci贸n activa de todos estos espacios. Hay que establecer piquetes permanentes para garantizar el ejercicio del derecho de huelga frente a las amenazas de los patronos y contra la represi贸n por parte de la polic铆a. Se necesita crear cajas de resistencia potentes recaudando m谩s fondos para los huelguistas (la CGT ya ha logrado cerca de 500.000 euros y la Francia Insumisa casi 250.000). Hay que extender la autoorganizaci贸n en los barrios mediante asambleas permanentes, desde donde se impulsen manifestaciones y movilizaciones cada d铆a de huelga que demuestren la enorme fuerza de la clase obrera.

M茅lenchon y la Francia Insumisa apuestan por el combate en las calles

El otro aspecto central es que la batalla sindical es cien por cien pol铆tica, contra la derecha y las contrarreformas que impone el gran capital. Por eso es un paso adelante que  M茅lenchon y la Francia Insumisa hayan planteado que no solo hay que luchar por la retirada de la reforma sino por la reducci贸n de la edad de jubilaci贸n a los 60 a帽os con 40 a帽os de cotizaci贸n (no 43 como hasta ahora). Y para lograrlo el espacio fundamental es ocupar las calles hasta doblegar a Macron y su Gobierno.

La lucha extraparlamentaria es el factor crucial para imponer una correlaci贸n de fuerzas social tan favorable. El hecho de que la Francia Insumisa haya boicoteado abiertamente el tejemaneje parlamentario, impidiendo que se debatiera y se votara el famoso art铆culo 7 que ampl铆a la edad de jubilaci贸n hasta los 64 a帽os es correcto: no se puede aceptar que el Gobierno se base en la supuesta legitimidad del Parlamento para votar una reforma que cuenta con la oposici贸n mayoritaria de la poblaci贸n. 

M茅lenchon ha se帽alado que el debate parlamentario es un completo parip茅, y que la opini贸n p煤blica ya ha hablado con contundencia en las calles: la reforma es rechazada por el 72% de los franceses y por m谩s del 90% de los asalariados. Los intentos de Macron de justificar la reforma, se帽alando que es necesario hacer sacrificios, contrastan con las bajadas de impuestos a las grandes fortunas, con el r茅cord de beneficios de las grandes empresas de la Bolsa francesa (CAC40), 140.000 millones en 2022, o con el aumento de un 30%, m谩s de 100.000 millones, del gasto militar para seguir alimentado las aventuras del imperialismo franc茅s.

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M茅lenchon ha se帽alado que el debate parlamentario es un parip茅, y que la opini贸n p煤blica ya ha hablado con contundencia en las calles: la reforma es rechazada por el 72% de los franceses y por m谩s del 90% de los asalariados. 

La estrategia de M茅lenchon, que est谩 contribuyendo a radicalizar y politizar el movimiento, extendi茅ndolo entre la juventud estudiantil y entre la juventud obrera precaria, construyendo una caja de resistencia para los huelguistas, y organizando movilizaciones y m铆tines por toda Francia para garantizar que a partir del 7 de marzo se bloquee efectivamente el pa铆s, ha levantado una furiosa hostilidad entre la clase dominante. De ah铆 la campa帽a hist茅rica desde todos los medios de comunicaci贸n burgueses acus谩ndole de irresponsable y de poner en peligro las instituciones.

Al mismo tiempo, la prensa se ha volcado en elogios a Le Pen y la extrema derecha, se帽alando su papel ejemplar y de oposici贸n responsable a la reforma pero sin estridencias y, desde luego, sin bloquear el debate parlamentario.

隆Por una alternativa revolucionaria con un programa comunista!

Esta campa帽a de ataques contra M茅lenchon y la Francia Insumisa se est谩 apoyando en una parte de sus aliados en NUPES, tanto el moribundo Partido Socialista como los ecologistas o el Partido Comunista, as铆 como en la burocracia de la CFDT y de la CGT, que se han sumado a la campa帽a contra la estrategia de bloqueo parlamentario.

Un reflejo de la magnitud que ha adquirido el movimiento, de su creciente radicalizaci贸n, y del terror de todos estos bur贸cratas acomodados ante la perspectiva de una crisis revolucionaria.

M茅lenchon y la Francia Insumisa, junto a los movimientos sociales y la izquierda combativa, deben profundizar esta estrategia, extendiendo el movimiento, arm谩ndolo pol铆ticamente, y confrontando con todos aquellos que est谩n maniobrando activamente para intentar desactivar esta rebeli贸n de la clase obrera y reconducirla  a las tranquilas aguas del parlamentarismo burgu茅s y la negociaci贸n.

Sin duda, entre miles de activistas sindicales y juveniles las simpat铆as hacia M茅lenchon y los insumisos se han multiplicado. Sobre esta base hay que dar una batalla en el seno de los sindicatos y de los movimientos sociales para imponer la huelga indefinida militante con dos objetivos: tumbar la reforma de las pensiones y tumbar a Macron. 隆Es perfectamente posible!

Y para hacerlo hay que levantar una alternativa pol铆tica revolucionaria que ponga en cuesti贸n el propio capitalismo, que plantee que la 煤nica forma de evitar estas contrarreformas y la miseria creciente de la clase trabajadora y la juventud, pasa por acabar con los privilegios y la propiedad de los capitalistas, por nacionalizar la banca y los grandes monopolios y utilizar sus ingentes recursos en beneficio de la mayor铆a de la sociedad.

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Hay que levantar una alternativa pol铆tica revolucionaria que ponga en cuesti贸n el propio capitalismo. Es necesario nacionalizar la banca y los grandes monopolios y utilizar sus ingentes recursos en beneficio de la mayor铆a de la sociedad.

Esta lucha cuenta con la simpat铆a de millones de trabajadores europeos que est谩n padeciendo las mismas contrarreformas, la misma inflaci贸n, la misma miseria, y la misma guerra imperialista que tanto est谩 enriqueciendo a los capitalistas. Hoy se levantan los trabajadores ingleses y franceses, pero ma帽ana se sumar谩n los trabajadores del resto del continente.

Como en 1936, y como en Mayo del 68, la 煤nica alternativa es y ser谩 la revoluci贸n socialista.

 Notas:

[1] Se refieren al levantamiento revolucionario de junio de 1936, una oleada huelgu铆stica con ocupaciones de f谩brica que puso contra las cuerdas al capitalismo franc茅s.

[2] El famoso Mayo del 68, la mayor huelga general revolucionaria de la historia de Francia, que tambi茅n estuvo a punto de acabar definitivamente con el sistema capitalista.




Fuente: Izquierdarevolucionaria.net