October 20, 2020
De parte de El Libertario
199 puntos de vista


 




N.
Prigorian
y
M
Sutherland

 

*
Resumen
e
Introducción
de
un
extenso
informe
sobre
el
tema,
accesible
en
versión
completa
en

https://www.ecopoliticavenezuela.org/wp-content/uploads/2020/10/Dossier-Relacion-EEUU-Venezuela-1.pdf
.

Por
mucho
tiempo,
la
relación
entre
Venezuela
y
Rusia
ha
sido
históricamente
de
lejanía,
escaso
intercambio
comercial
y
cooperación
bilateral
y
en
general
poca
relevancia
política
y
geopolítica.  
Sin
embargo,
esto
comienza
a
cambiar
en
el
siglo
XXI,
con
la
emergencia
del
Gobierno
de
Hugo
Chávez
y
la
llamada
‘Revolución
Bolivariana’.
La
Rusia
de
Putin
y
la
Venezuela
bolivariana
van
a
configurar
una
alianza
de
importancia
para
los
intereses
nacionales
de
ambos
países,
influyendo
en
un
grado

otro 
en 
las 
dinámicas 
socio-políticas
y
económicas
de
la
nación
caribeña,
mientras
expresaba
los
reacomodos
geopolíticos
que
en
América
Latina
se
desarrollan
en
este
siglo
XXI,
en
las
que
destaca
el
desplazamiento
de
los
Estados
Unidos
de
mercados
y
esferas
de
poder.
 



El
presente
informe
aborda
críticamente
el
devenir
de
la
relación
ruso-venezolana
en
el
período
bolivariano,
ofreciendo
un
balance
que
en
su
conjunto
revela
la
trascendencia
de
la
compra
de
armas
rusas
por
parte
del
Gobierno
bolivariano,
la
relevancia
del
sector
de
hidrocarburos
en
la
penetración
rusa;
la
muy
desigual
balanza
comercial
entre
los
países
(desfavorable
a
Venezuela);
el
significado
de
una
articulación
geopolítica
conflictiva
en
América
Latina;
y
el
especial
rol
de
Rusia
como
uno
de
los
salvavidas
para
el
Gobierno
de
Maduro.

El
informe
evidencia
cómo
la
relación
con
Venezuela
le
permitió
a
Rusia
posicionarse
y
reposicionarse
con
mayor
eficiencia
en
el
continente
latinoamericano,
valiéndose
de
las
propias
necesidades
del
país
caribeño
y
a
través
de
sus
cartas
más
fuertes:
la
industria
militar
y
la
petrolera.
Por
último,
se
resalta
también
la
intensificación
del
rol
del
país
euroasiático
en
Venezuela
en
el
período
de
crisis
presente,
determinado
por
el
colapso
económico
y
las
sanciones
estadounidenses,  
otorgándole
un 
rol
fundamentalmente
petrolero
a
la
relación
bilateral,
y
evidenciando
un
determinado
apoyo
de
la
Federación
de
Rusia
al
Gobierno
de
Nicolás
Maduro, 
incluso
más
fervoroso
que
el
brindado
por
China
o
Cuba.

         
°
°
°
°
°

Por
mucho
tiempo,
la
relación
entre
Venezuela
y
Rusia
ha
sido
históricamente
de
lejanía,
escaso
intercambio
comercial
y
cooperación
bilateral,
bajo
rendimiento
y
teniendo
en
general
poca
relevancia
política
y
geopolítica.
Sin
embargo,
esto
comienza
a
cambiar
en
el
siglo
XXI,
con
la
emergencia
del
Gobierno
de
Hugo
Chávez
y
la
llamada
‘Revolución
Bolivariana’,
así
como
una
serie
de
condiciones
que
van
a
propiciar
un
mayor
y
significativo
acercamiento
entre
estos
dos
países.
La
Rusia
de
Putin
y
la
Venezuela
bolivariana
van
a
configurar
una
alianza
de
importancia
para
los
intereses
nacionales
de
ambos
países,
influyendo
en
un
grado
u
otro
en
las
dinámicas
socio-políticas
y
económicas
de
la
nación
caribeña,
mientras
expresaba
los
reacomodos
geopolíticos
que
en
América
Latina
se
desarrollan
en
este
siglo
XXI.

No
es
posible
comprender
el
cambio
cualitativo
de
esta
relación
bilateral
sin
advertir
las
determinantes
transformaciones
en
los
contrapesos
geopolíticos
en
la
región.
El
desplazamiento
de
los
Estados
Unidos
en
mercados
y
espacios
de
poder
explican
parte
de
la
dinámica
presencia
rusa
en
Venezuela
(y
otros
países
latinoamericanos),
y
viceversa.
Es
en
este
sentido
que
Venezuela
se
convertiría
en
el
espacio
por
excelencia
desde
el
cual
Rusia
emprendería
el
esfuerzo
de
trazar
una
nueva
demarcación
geopolítica
en
América
Latina
y
el
Caribe.
Los
significados
de
estos
procesos
son
de
gran
peso
y
hacen
parte
de
un
período
crítico
en
el
país
suramericano
y
la
región
en
su
conjunto,
y
de
complejas
disputas
internacionales
que
aún
están
en
desarrollo
al
terminar
la
década
de
2010.

El
presente,
que
hace
parte
de
la
trilogía
«Geopolítica
del
extractivismo
en
la
Venezuela
bolivariana:
incidencia
e
impactos
de
EEUU,
China
y
Rusia
a
la
luz
de
una
profunda
crisis»
producida
por
el
Observatorio
de
Ecología
Política
de
Venezuela,
aborda
críticamente
el
devenir
de
la
relación
ruso-venezolana
en
el
período
bolivariano.
En
el
mismo
se
evaluarán,
en
primera
instancia,
los
antecedentes
históricos
de
la
relación,
para
posteriormente
poner
la
mirada
en
la
evolución
que
tuvo
ésta
desde
la
llegada
de
Hugo
Chávez
a
la
Presidencia
de
la
República,
en
1999.

Se
analizarán
los
primeros
acercamientos
bilaterales
y
sus
circunstancias,
para
luego
examinar
los
rasgos
de
los
nuevos
acuerdos
y
esquemas
comerciales,
intercambios
militares,
y
en
general
la
expansión
de
la
relación,
que
va
a
intensificarse
justo
en
el
peor
momento
de
la
crisis
económica
venezolana.
El
apoyo
de
la
Federación
de
Rusia
al
Gobierno
de
Nicolás
Maduro,
en
estos
últimos
años
de
la
crisis,
ha
sido
muy
determinado,
a
pesar
de
que
la
mayor
parte
de
la
comunidad
de
naciones
latinoamericanas
ha
desconocido
la
legitimidad
del
Presidente,
e
incluso,
el
apoyo
ha
sido
más
fervoroso
que
el
brindado
por
China
o
Cuba.

Consideramos
que
el
debate
político
y
geopolítico
que
gira
en
torno
a
Venezuela
ha
sido
muy
simplificado,
instrumentalizado
y
mediatizado,
lo
que
ofrece
generalmente
visiones
superficiales
y
estereotipadas
de
la
temática
internacional
venezolana.
Las
disputas
geopolíticas
en
torno
al
país
caribeño
han
contribuido
al
empobrecimiento
de
estos
abordajes
y
discusiones.
Por
otro
lado,
existen
enormes
vacíos
documentales
y
de
información,
tanto
histórica
como
recientemente,
en
lo
que
respecta
a
la
relación
entre
Rusia
y
Venezuela.
Durante
el
proceso
bolivariano,
la
data
disponible
ha
sido
muy
escasa
y
casi
la
totalidad
de
los
acuerdos
firmados
entre
las
partes
es
totalmente
confidencial,
situación
que
se
empeora
en
el
período
de
crisis
reciente.
En
este
sentido,
el
presente
informe
intenta
dar
cuenta
de
manera
crítica
y
argumentada
de
la
deriva
de
estas
relaciones
bilaterales.
Una
de
las
principales
conclusiones
que
se
puede
establecer
de
la
lectura
de
los
textos
tiene
que
ver
con
una
relación
instrumental
que
establecen
los
dos
gobiernos
al
configurar
sus
vínculos
bilaterales,
que
va
a
funcionar
primordialmente
apalancada
por
el
auge
de
los
precios
del
petróleo
y
la
proyección
regional
de
Hugo
Chávez,
así
como
por
el
interés
de
entrada
y
posicionamiento
ruso
en
la
región,
en
su
disputa
vital
contra
los
Estados
Unidos.
Sin
embargo,
las
condiciones
y
perspectivas
van
a
modificarse
a
partir
del
surgimiento
de
la
crisis
económica
venezolana,
lo
que
va
a
dejar
a
Venezuela
en
una
situación
muy
desfavorable
y
permisiva.
En
todo
caso,
en
ambos
períodos
la
relación
de
subordinación
y
dependencia
de
Venezuela
no
fue
trascendida,
lo
que
se
evidenció
con
más
claridad
con
el
colapso
del
país.

En
la
elaboración
del
presente
informe
han
participado
dos
autores,
la
investigadora
en
ciencias
sociales
Nelly
Prigorian
y
el
economista
Manuel
Sutherland,
quienes
ofrecen
un
balance
que
en
su
conjunto
revela
la
trascendencia
de
la
compra
de
armas
rusas
por
parte
del
Gobierno
bolivariano,
la
relevancia
del
sector
de
hidrocarburos
en
la
penetración
rusa;
la
muy
desigual
balanza
comercial
entre
los
países
(desfavorable
a
Venezuela);
el
significado
de
una
articulación
geopolítica
conflictiva
en
América
Latina;
y
el
especial
rol
de
Rusia
como
uno
de
los
salvavidas
para
el
Gobierno
de
Maduro.

En
el
primer
capítulo,
Prigorian
ofrece
una
mirada
general
sobre
los
antecedentes
de
la
relación
ruso-venezolana
con
la
intención
de
identificar
y
exponer
las
claves
que
posibilitaron,
ya
en
el
siglo
XXI,
el
desarrollo
de
las
intensas
relaciones
bilaterales:
desde
Francisco
de
Miranda,
pasando
por
la
formación
de
la
República,
el
surgimiento
de
la
URSS
y
sus
relaciones
con
partidos
como
el
PCV,
hasta
llegar
a
los
períodos
de
crisis
que
vivirán
los
dos
países
en
la
década
de
los
90.
La
autora
también
resalta
que,
en
cada
período
del
proceso
histórico,
Rusia
fue
dejando
una
huella
en
la
política,
en
la
cultura
y
en
la
percepción
del
venezolano
de
lo
que
llaman
el
Mundo
ruso.

En
el
segundo
capítulo,
la
misma
autora
evalúa
el
desarrollo
de
la
relación
bilateral
en
el
proceso
bolivariano.
Prigorian
expone
como
la
relación
con
Venezuela
le
permitió
a
Rusia
posicionarse
y
reposicionarse
con
mayor
eficiencia
en
el
continente
latinoamericano,
valiéndose
de
las
propias
necesidades
de
ese
país
caribeño
y
a
través
de
sus
cartas
más
fuertes:
la
industria
militar
y
la
petrolera.
Venezuela
no
sólo
se
terminaría
estableciendo
como
el
principal
comprador
de
equipos
y
armamento
militar
ruso
en
América
Latina,
sino
también
fue
el
primer
país
del
continente
que
estimuló
la
entrada
de
las
empresas
energéticas
rusas
e
hizo
puente
para
el
establecimiento
de
vínculos
entre
Rusia
y
otros
países
dela
región
como
Brasil,
Argentina,
Bolivia
y
Ecuador.
La
autora
también
señala
la
intensificación
del
rol
del
país
euroasiático
en
Venezuela
en
el
período
de
crisis,
y
su
importante
papel
en
las
dinámicas
de
política
interna
y
disputas
internacionales.

En
el
último
capítulo
de
este
informe,
Sutherland
ofrece
un
análisis
económico
de
la
relación
bilateral,
también
en
el
proceso
bolivariano.
El
economista
expone
que,
aunque
la
balanza
comercial
de
ambos
países
experimenta
un
extraordinario
incremento
en
el
Gobierno
chavista,
esta
básicamente
consiste
en
las
exportaciones
de
Rusia
a
Venezuela
y
termina
siendo
abiertamente
deficitaria
–Venezuela
compra
armas
rusas
y
algunos
elementos
tecnológicos
para
el
área
petrolera
y
no
les
vende
casi
nada
al
país
euroasiático.
A
su
vez,
resalta
el
alto
nivel
de
endeudamiento
del
país
caribeño
con
Rusia
y
la
forma
cómo
Rosneft
ha
sido
un
importante
prestamista
e
inversor
en
el
sector
petrolero
de
Venezuela.
Resalta
el
hecho
que
la
crisis
y
las
sanciones
estadounidenses
han
determinado
fuertemente
la
relación
fundamentalmente
petrolera
que
se
ha
configurado
entre
ambas
naciones,
y
cómo
empresas
como
Rosneft
y
Gazprom
han
venido
a
sustituir
como
socias
comerciales
a
las
compañías
estadounidenses.

Hemos
querido
con
este
esfuerzo
ofrecer
mayores
y
más
sustentados
insumos
de
la
relación
bilateral,
sobre
la
cual
aún
existe
poca
literatura
que
desarrolle
análisis
extensos
y
detallados.
Quedamos
con
la
aspiración
de
que
este
informe
aporte
algunos
elementos
que
puedan
contribuir
al
esfuerzo
general
de
comprensión
de
la
situación
venezolana
actual,
el
rol
de
Rusia
en
el
país
y
el
desarrollo
de
su
crisis,
en
su
papel
en
el
juego
de
actores
geopolíticos
que
inciden
en
la
política
doméstica,
y
quizás,
en
el
develamiento
de
claves
que
sean
capaces
de
orientar
caminos
alternos
al
orden
capitalista
extractivista-rentista.




Fuente: Periodicoellibertario.blogspot.com