En estos días donde el encierro se ha incrementado en la capital debido a la situación pandémica que aún nos atraviesa, decidimos en conjunto salir a dar una vuelta ignorando el encierro impuesto, para manifestarnos en las calles en un gesto de solidaridad con la situación actual de lxs presxs en resistencia. Mientras algunxs se marean pensando en la papeleta y la torta del poder que se piensan repartir, la situación de lxs presxs sigue siendo crítica, con aislamientos, procesos dudosos y encierros justificados bajo relatos de la policía. Misma policía que se dedicó a torturar, asesinar, infiltrar, perseguir antes y durante el proceso de la revuelta (y que es una condición inmanente del cuerpo represivo). Pero cuando hablamos de presxs en resistencia extendemos el hilo más allá de solo la revuelta, porque entendemos que la estructura entera del sistema carcelario siempre fue pensada en encerrar a aquella marginalidad que no se adecua a un sistema de miseria. Intentando así ocultar bajo la alfombra a aquellxs que se disposicionen nocivamente a los intereses capitalistas.
Hoy en su mayoría lxs presxs son jóvenes sin mayores antecedentes lxs cuales han sido castigadxs ejemplificarmente por participar en la revuelta, siendo condenadxs a plazos inverosímiles. La necesidad de transformar la realidad de aquellxs que sufren los embates de un sistema implacable con lxs oprimidxs no reconoce ley alguna. “No existen presxs políticxs” es una sentencia inaudita pero totalmente predecible por parte del gobierno y sus fuerzas represivas, un grupo que goza de impunidad ante los crímenes cometidos contra miles de personas que se movilizaron ante la injusticia. Es claro y totalmente esperable que si existe un afán negacionista de todos los cuerpos muertos, mutilados y heridos, también se niegue la existencia de presxs políticxs. Ante esto nos queda la agitación por la amnistía de todxs lxs presxs en resistencia.
Ya llevan 8 días en Huelga de Hambre, prisionerxs subversivxs, anarquistas y de la revuelta contra la perpetuidad de las condenas. El día 22 de marzo del presente año se comenzó una huelga de hambre líquida en el módulo 2 y 3 de santiago 1, junto a otrxs del C.A.S, cárcel de san miguel y sección de máxima seguridad. Esta unificación y lucha dentro de la cárcel confluye con intereses comunes y específicos. Por un lado y objetivo principal es lograr la restitución del artículo n°1 del DL321 y la derogación del art n°9 del decreto antes mencionado. Compartimos los objetivos de la movilización:
“Objetivos y motivos específicos de la movilización:
A.- Decreto de ley 321 y su retroactividad
Exigimos la inmediata restitución del artículo primero (N°1) de este decreto. El cual considera la libertad condicional como un “Beneficio”, cuando más bien debiera ser un DERECHO transversal para cualquier persona privada de libertad.
Derogación inmediata del artículo nueve (Art. N°9) de este decreto. Debido a la imparcialidad y los excesivos requisitos que hacen de la libertad condicional un proceso más selectivo, truncando las posibilidades de acudir a nuestra libertad, además de que operan de forma retroactiva.
B.- En cuanto a nuestro secuestro y estadía en el CDP Santiago 1 como presxs imputados:
-Exigimos el fin de la prisión preventiva como castigo ejemplificador que ejercen los tribunales de justicia contra quienes nos encontramos en calidad de imputados, por considerarnos un “peligro para la sociedad” muchas veces incluso sin pruebas, vulnerando así nuestra libertad personal y presunción de inocencia.
– Fin a la prisión preventiva como pena anticipada. Exigimos que se cumpla lo dispuesto en la legislación internacional, que señala que nadie puede ser sometido a un encarcelamiento arbitrario, cuyos estándares definen la prisión preventiva como una medida cautelar no punitiva y como un mecanismo de última ratio u opción”.
Para nosotrxs la situación de las cárceles no es ajena y es un problema el cual tenemos presente, más aún cuando en el último tiempo los encierros por prisión preventiva amparados por un Estado que intenta salvarse de su propia crisis parece algo cotidiano, es por eso que les dejamos un extracto publicado en el nro 3 de nuestro periodico “guerra de clases” el cual será publicado online dentro de estos días, les invitamos a reflexionar y a entender el porqué es primordial la solidaridad para quienes hoy están secuestradxs por el Estado:
Punitivismo con rostro humano: El peligro de una ciudadanía haciendo eco de la clase política
“El año pasado lxs presxs de diversas cárceles junto con grupos de afinidad anti-carcelaria se manifestaron contra la retroactividad de la modificación al Decreto Ley 321 sobre libertad condicional, ideada por los entonces senadores Hernán Larraín (UDI, actual ministro de justicia), Felipe Harboe (PPD, ex ministro del interior), Alberto Espina (RN, actual ministro de defensa), y Pedro Araya (exDC, hoy pro-PPD), y promulgada por Piñera el 18 de enero de 2019 (ley 21.124). Esta modificación convierte la libertad condicional en beneficio (considerada antes como un derecho).
La ley 21.124 aumenta los requisitos para optar a libertad condicional, endureciendo aún más las condiciones vividas por lxs presxs, que ya sufren hacinamiento y vulneraciones sistemáticas de sus derechos por obra u omisión de gendarmería. Se estima que a la fecha hay más de 42 mil individualidades secuestradas por el estado, sea cumpliendo ‘condena’ o en prisión preventiva, cuya población hoy incluye presxs políticxs Mapuche, presxs de la revuelta, y anarquistas, entre otras individualidades; y que fue impuesta arbitrariamente sobre compañerxs como Víctor Montoya (por ejemplificar con un caso concreto): que pasó 1 año y 4 meses encerrado, acusado de colocación de un artefacto explosivo en un retén de pacos, sin ninguna evidencia razonable, para luego ser absuelto por el Tribunal Oral en lo Penal.”
“La gran mayoría de quienes van a parar a la cárcel no son quienes asesinan, violan o torturan: aproximando, el 63,2% de lxs presxs condenadxs en chile está privadx de libertad por robo y “otras infracciones”. En cambio, homicidios, violación y abusos sexuales sumados dan un 9,6% (datos del 2012 en base al subdepartamento de estadística y control penitenciario, gendarmería de chile). Esto sin mencionar que la prisión preventiva comprende el 30% de la población carcelaria: más de 15 mil personas, siendo 40% de ellas mujeres (cifras de marzo, 2020); y en prisión preventiva la proporción de infracciones imputadas cambia sustantivamente: basta recordar lxs 2500 presxs políticxs de la revuelta. Otro mito que circula es el del supuesto “garantismo” o la “puerta giratoria” del sistema judicial. ¿Pero es realmente un sistema “blando”? 9 de cada 10 veces que el Ministerio Público solicita que el imputado quede en prisión preventiva, el/la juez accede. En el caso de las sentencias, en 9 de cada 10 juicios existe condena (datos hasta junio del 2017). Lo anterior, sumado a que la tasa de reincidencia entre quienes cumplen penas alternativas o libertad condicional es significativamente más baja que quienes cumplen la pena entera: 7% de reincidencia con libertad condicional, con los requisitos del viejo DL 321 (datos 2017); frente al ~38-58% de reincidencia entre quienes cumplen la pena completa en chile (datos gendarmería 2016 y 2013).”
Y aún si encerrar a alguien pudiese prevenirle de agredir –porque, claro, está encerrado– (asumiendo que el cambio es imposible o indeseable) ¿por qué hacerlo en recintos hacinados, dónde se violan derechos básicos, con problemas de agua, alimentación, higiene, electricidad, o salud? ¿Cómo concebir que alguien va a sentir menos resentimiento o rabia contra la comunidad después de pasar por años de violencia jerárquica dónde no tiene la oportunidad de aprender nuevas pautas de comportamiento, nuevas habilidades o nuevas formas de pensar acerca de sí o del mundo? Tal como algunas personas gritan ‘justicia’, equiparándola a ‘encierro perpetuo’, cabe preguntarse si aquello es sostenible en una sociedad sin estado. Porque, afirmar que el crimen dejará de existir una vez el patriarcado/ capitalismo/ tradicionalismo/ autoritarismo caiga, como hicieron algunxs de lxs anarquistas y marxistas tempranos, es una mera petición de principio. No tenemos razones ni evidencia para creer que el crimen (sea como sea que lo definamos) desaparecerá cuando el Estado desaparezca. Y, por lo tanto, debemos empezar a pensar qué haremos con las agresiones individuales desde ya y cuando hagamos al estado caer…”
¡HACIA LA AMNISTÍA TOTAL SIN CONDICIONES!
Asamblea Libertaria Santiago
29 de marzo del 2021
Fuente: Lapeste.org