March 7, 2023
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El pasado 25 de febrero, en el marco del Encuentro Internacional Feminista organizado por el Ministerio de Igualdad en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, se celebraba la mesa El feminismo ser谩 antirracista o no ser谩. Durante el debate, varias de las presentes entre el p煤blico se acercaron a la mesa y tomaron la palabra. Se trataba de activistas del Movimiento Regularizaci贸n Ya, que llevaban a este gran encuentro feminista una demanda por lo que llevan mucho tiempo peleando: la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) por la regularizaci贸n, que, despu茅s de conseguir 700.000 firmas, depende para la aprobaci贸n en el Congreso de los votos del PSOE, en plena cuenta atr谩s para el fin de la legislatura.

Las activistas cuestionaron que ellas y sus reclamos no hubieran sido invitados a participar en esa mesa. Se encarg贸 de cederles la palabra la escritora y periodista Gabriela Wiener, una de las ponentes, quien interpel贸 a Unidas Podemos para supeditar un eventual segundo gobierno de coalici贸n a la regularizaci贸n extraordinaria. La misma demanda hab铆a resonado entre quienes unos d铆as antes, el 22 de febrero, se encontraron en un acto sobre la ILP en el Congreso de los Diputados, un encuentro en el que, junto a otros grupos de la izquierda parlamentaria que apoyan la iniciativa, estaban presentes diputadas de Unidas Podemos, partido al que se le conmin贸 en un par de ocasiones, de nuevo, a condicionar su apoyo a Pedro S谩nchez a la regularizaci贸n, mostrando la misma presi贸n que ha mostrado para la aprobaci贸n de las leyes de igualdad.

Volviendo al 25 de febrero, pero cambiando de ubicaci贸n, aquel s谩bado, en Barcelona, los colectivos antirracistas hab铆an convocado una protesta ante el CIE de Zona Franca tras la apertura sorpresiva del m贸dulo de mujeres. Una pancarta denunciaba: 鈥淐ontra el sistema capitalista, heteropatriarcal, colonial鈥. El comunicado, apoyado por decenas de organizaciones, en primer lugar antirracistas, pon铆a una vez m谩s el foco en la Ley de extranjer铆a.

Las asambleas y comisiones 8M de diversas ciudades llevan a帽os incluyendo el eje antirracista en sus agendas. La asamblea del 8M en Barcelona ha puesto el combate contra la ley de extranjer铆a entre sus prioridades. En Valencia, la manifestaci贸n saldr谩 del propio CIE de Zapadores, y en Madrid, la lucha de las trabajadoras dom茅sticas o por la regularizaci贸n tambi茅n estuvieron presentes en la asamblea que tuvo lugar el s谩bado 4 de marzo en Callao, como estuvieron tambi茅n presentes los reclamos, por parte de activistas de Regularizaci贸n Ya de dar m谩s prioridad a la impugnaci贸n contra fronteras y CIE. Y es que, m谩s all谩 de incorporar lemas, e integrar las demandas en los manifiestos, desde los activismos antirracistas se reclama una mayor implicaci贸n de los feminismos en la lucha por los derechos de todas las mujeres, tambi茅n de aquellas migrantes y racializadas.

Cuesti贸n de prioridades

Que los feminismos deben ser antirracistas es una demanda que se ha venido repitiendo con fuerza en los 煤ltimos a帽os. Sin embargo, para muchas activistas antirracistas y migrantes este reclamo suele toparse con una realidad, la no priorizaci贸n de la agenda antirracista, contra la ley de extranjer铆a o por la regularizaci贸n. 鈥淓l primer contacto siempre pasa por entender el lugar de pronunciaci贸n que tenemos nosotras como mujeres migradas, que no necesitamos ser rescatadas sino escuchadas y trabajar a partir de ah铆鈥, explica Edith Spinola, de Servicio Dom茅stico Activo y activista de Regularizaci贸n Ya. Para ella, el r茅gimen de interna muestra este paradigma: 鈥淣o podemos hablar de feminismo rompedor cuando las mismas feministas siguen calladas ante el r茅gimen de interna, cuando quienes exigimos la erradicaci贸n de este r茅gimen esclavista somos nosotras y algunas aliadas鈥, explica. Para esta activista, el silencio ante las muertes en la frontera, la ley de extranjer铆a, o los CIE, tienen que ver con que esta realidad 鈥渘o atraviesa鈥 a algunos feminismos.

Y esto, lamenta Kenia Garc铆a del Colectivo de Prostitutas de Sevilla, limita las alianzas: 鈥淧ara nosotras, una herramienta importante podr铆an ser las acciones del feminismo institucional, pero lastimosamente muchas de las que llegan al poder, en vez de luchar en contra, siguen colaborando con pol铆ticas punitivistas e incluso la militarizaci贸n de las fronteras y la industria de la guerra鈥. Las mujeres, considera la activista, cuando est谩n en situaci贸n de poder, pueden ser una herramienta para introducir transformaciones, 鈥減ero esto no sucede cuando estas mujeres son herederas del colonialismo鈥, con lo que es dif铆cil establecer alianzas coordinadas para derribar el poder punitivo del Estado.

Nadia Azougagh forma parte de varios colectivos en Almer铆a, pero fundamentalmente de La Resistencia. La activista habla de un ecosistema diverso, donde la cuesti贸n de las alianzas est谩 en proceso, siendo estas, considera, una herramienta esencial para combatir la explotaci贸n. Donde se ven las alianzas claramente, considera, es justamente dentro de los colectivos m谩s vulnerados, las mujeres que sufren directamente la explotaci贸n y el abuso sexual en los asentamientos. La alianza es entre quienes viven lo mismo. Quienes no lo viven no est谩n, asume. 鈥淪on las propias mujeres las que se organizan para combatir explotaci贸n y violencia. Por ejemplo, hacia un abuso sexual dentro de un asentamiento en concreto, las mujeres lo que hacen es gritar para que las otras mujeres sepan que est谩n sufriendo en ese momento un abuso o est谩n intentando entrar a su chabola y todas ellas se juntan, y la apoyan y las cuidan y combaten a ese t铆o que est谩 intentando entrar a la chabola. Entonces son una alianza feminista que se crea dentro del propio colectivo鈥.

Feminismos propios

Organizarse para defenderse de agresores, de explotaci贸n laboral o cuidar a los hijos e hijas, es una pr谩ctica habitual en los asentamientos. Aliarse con aquellas que est谩n atravesando la misma situaci贸n, se帽ala la activista desde Almer铆a: 鈥淎lianzas en los cuidados o la sororidad que se crean entre quienes sufren una situaci贸n de vulnerabilidad concreta鈥. Que te afecte pasa a ser central en la organizaci贸n.

Algo que se construye, en palabras de Spinola, 鈥渕erendando o almorzando mientras hablamos de maternidad transnacional, derechos laborales o buscando una sonrisa. Para nosotras, el feminismo es abrazarnos entre las de abajo sin olvidar todo lo que nos atraviesa, para ser m谩s fuerte en nuestra exigencia de condiciones justas como mujeres, y en especial como mujeres migradas trabajadoras de hogar鈥.

De 鈥渉acer alianzas entre las excluidas鈥 habla Kenia Garc铆a, que define el feminismo de las trabajadoras sexuales como 鈥渄isidente, popular y transfeminista鈥. El objetivo es 鈥渉acer frente a un sistema que no solo nos deja fuera sino que nos estigmatiza porque no cumplimos con los mandatos y convencionalismos sociales heteronormativos y patriarcales de lo que deber铆a ser una 鈥榤ujer aceptable y respetable鈥欌. Lo que se sufre y se vive son elementos que 鈥渘os unen y colectivizan para no solo denunciar nuestra situaci贸n de desigualdad generada por el propio sistema, sino tambi茅n para reivindicar pol铆ticas que nos reconozcan como sujetos activos merecedoras de derechos, de respeto y reconocimiento, todo esto a trav茅s de la autoorganizaci贸n y apoyo mutuo鈥. El feminismo, concluye Garc铆a, 鈥渆s una herramienta que nosotras tambi茅n necesitamos鈥.

鈥淓l hecho de que una mujer no tenga papeles conlleva que est谩 en desigualdad total鈥, algo que, considera Azougagh, no parece siempre f谩cil de ver desde la posici贸n de mujeres blancas urbanas presentes en los movimientos

Ampliar los feminismos

Azougagh celebra los pasos adelante que han dado los feminismos en los 煤ltimos a帽os, pero considera necesario recordar a todas las mujeres que a煤n se quedan fuera, la falta de atenci贸n que reciben. Para explicar esta percepci贸n recurre tambi茅n a lo cercano: considera que en el movimiento feminista en Almer铆a, por ejemplo, no se le da importancia debida al hecho de no tener papeles. 鈥淓l hecho de que una mujer no tenga papeles conlleva que est谩 en desigualdad total鈥, algo que, concede, no parece siempre f谩cil de ver desde la posici贸n de mujeres blancas urbanas presentes en los movimientos. Una despreocupaci贸n que es fruto de un privilegio, considera la activista.

Pero los feminismos son diversos, y el feminismo dentro del movimiento antirracista, considera Garc铆a, 鈥渆st谩 haciendo un trabajo muy potente no solo para resistir sino para avanzar, no solo en el plano pol铆tico sino tambi茅n en el social, en el cambio de las narrativas y el imaginario social鈥, las 700.000 firmas de la ILP ser铆an muestra de esto, un objetivo, recuerda, que se ha alcanzado precisamente a fuerza de alianzas: 鈥淗an involucrado a todos los agentes sociales posibles, desde sindicatos, partidos pol铆ticos e incluso la iglesia鈥, destaca Garc铆a, todo un ejemplo de 鈥渃贸mo se pueden establecer estrategias y potenciar alianzas鈥.

鈥淪i queremos realmente desestructurar el sistema de dominaci贸n, la mirada de c贸mo afectan la migraci贸n y la racializaci贸n en las mujeres es fundamental鈥, afirma Kenia Garc铆a

La potencia y capacidad transformadora a futuro pasa, para estas activistas, por seguir la v铆a del antirracismo. Sin 茅l, 鈥渆l feminismo no solo pierde su potencia como movimiento pol铆tico radical y de justicia social, no se desarrolla ni evoluciona sino al rev茅s, cuando desde los feminismos no cuestionamos ni nos preocupamos por la desigualdad, seguimos reproduciendo jerarqu铆as, privilegios e incluso opresi贸n y retrocesos, si queremos realmente desestructurar el sistema de dominaci贸n, la mirada de c贸mo afectan la migraci贸n y la racializaci贸n en las mujeres es fundamental鈥, apunta Garc铆a. Y es que, recuerda, 鈥渆l racismo y las pol铆ticas de fronteras son estructuras, herramientas, que aseguran y sostienen por ejemplo la divisi贸n del trabajo en funci贸n a la clase, raza y g茅nero鈥. Se trata, en definitiva de 鈥渓uchar por redistribuir recursos y no alimentar al capitalismo que se lucra explotando mediante la desigualdad鈥. 

Priorizar otras agendas y poner delante otros sujetos, as铆 lo expresa Spinola: 鈥淧ara un feminismo transformador se debe luchar por las invisibles, por las que est谩n en el margen鈥. Para la activista, es contradictorio hablar de poner 鈥渓a vida en el centro鈥 mientras 鈥渟e realiza quita de custodia a las madres migradas sin atender las circunstancias que la llevaron ah铆鈥, ni se puede hablar de violaci贸n o violencias machistas, sin tener en cuenta cu谩ntas deben callar por miedo a que una denuncia derive en un castigo para ellas: una orden de expulsi贸n. 鈥淣o se puede hablar de todas cuando la ley de extranjer铆a nos discrimina, nos asesina en la frontera, nos viola en nuestros puestos de trabajo鈥.




Fuente: Elsaltodiario.com