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REVOLUCIÓN y los CICLOS HISTÓRICOS DE LUCHA PROLETARIA son DETERMINADOS en base
a las FASES DE SUCESIÓN DE LOS ASPECTOS ECONÓMICOS Y POLÍTICOS DEL CAPITAL que,
a su vez, permite ESTABLECER una posible SERIALIZACIÓN/PERIODIZACIÓN de la
lucha de la especie humana por el comunismo. Toda esta labor teórica fue
abordada por la Izquierda Comunista Italiana [Bordiga y compañía] desde la
ORTODOXIA DETERMINISTA. Crearon un arsenal de categorías que es preciso
comprender. La anatomía del hombre sigue permitiendo comprender la anatomía del
mono y no al revés.» (Un compañero de la región mexicana, Octubre 2021)
Este
arsenal de categorías es el de la Crítica de la Economía Política de Marx
(fuerzas productivas, relaciones de producción, formas de propiedad, valor,
mercancía, fetichismo de la mercancía, fuerza de trabajo, trabajo asalariado,
plusvalía −absoluta y relativa−, subsunción −formal y real−, capital −variable
y constante−, composición orgánica del capital, tasa de explotación, tasa de ganancia, acumulación de capital,
valorización y desvalorización, crisis capitalista, miseria creciente, ejército industrial
de reserva, mercado mundial, etc.), quien afirmaba que «toda la mierda de la economía política desemboca en la lucha de clases», puesto que las relaciones de
producción y distribución son relaciones de explotación y antagonismo de clases.
Por lo tanto, los ciclos económicos capitalistas y los ciclos de lucha
proletaria no son independientes más que artificialmente, sino que en realidad
son orgánicamente inseparables e indirectamente proporcionales, tal como la
forma de doble hélice que posee el ADN humano o de dos curvas que se cruzan formando una cadena. De allí que, desde una perspectiva anticapitalista y antirreformista, no se puede
comprender los unos ciclos (de crisis o de prosperidad y estabilidad económica)
por separado de los otros ciclos (de alta o de baja intensidad de lucha de clases).
Ambos conforman una unidad dialéctica viva. He aquí la base material de la correlación de fuerzas y, por tanto, del
carácter (revolucionario, contrarrevolucionario, reformista, transicional,
etc.) de las diferentes coyunturas o periodos históricos que se desarrollan y
se suceden de manera desigual en las diferentes regiones del mundo. Y he aquí,
sobre todo, la potencia revolucionaria de este arsenal de categorías o «armas
de la crítica» (Marx) cuando se lo usa en la práctica: desde la investigación
militante y el análisis de coyuntura hasta la autoorganización de clase y la
agitación en las calles. De lo contrario, se cae ya sea en el objetivismo o
materialismo vulgar ya sea en el subjetivismo o idealismo: ambos igual de impotentes
y estorbosos para la revolución comunista, entendida como la transformación total y radical de las relaciones sociales capitalistas en relaciones sociales comunistas.
La
apropiación, restauración y perfeccionamiento de este arsenal teórico consiste,
pues, en centrar la atención en la evolución histórico-mundial de la
codeterminación fundamental entre economía y lucha de clases, y en cómo este
conjunto de determinaciones y contradicciones en proceso −principalmente, la relación de subsunción e implicación recíproca entre el trabajo y el capital− produce rupturas y
saltos en contra y más allá de las relaciones capitalistas o, por el contrario,
reestructuraciones de ellas. Todo esto es lo que, en última instancia, explica por qué todavía no ha triunfado la revolución comunista mundial sobre el capitalismo; pero también cuándo, dónde y cómo puede triunfar. Porque, como decía Bordiga, la Crítica de la
Economía Política es, por un lado, «la necrología del Capital», lo que quiere decir la
ciencia de su muerte violenta o el estudio de las determinaciones, leyes y
contradicciones estructurales cuyo devenir lo conducen a la misma: «la
economía marxista no se escuda en sutilezas sobre el análisis de la mercancía
para hallar leyes inmutables e inmanentes del proceso económico (las
pretendidas leyes “naturales” de la economía), sino con el fin de exponer con
riguroso desarrollo la indagación científica sobre el devenir de la sociedad
humana en toda su complejidad y en la sucesión histórica de sus vicisitudes,
referida a épocas que se distinguen por una mecánica diferente del mundo
económico»; y, por otro lado, también es «una descripción del comunismo»,
entendido como el movimiento real que anula y supera el orden capitalista: «en
todas sus páginas [de El Capital], como en la obra ciclópea de Marx, se eleva
tanto el grito de batalla de la clase obrera en la lucha por la destrucción del
modo de producción burgués, cuyas infamias ocultas por la fachada democrática y
su superestructura estatal denuncia, como la anticipada visión de la sociedad
en la cual el género humano saldrá finalmente de su prehistoria y,
reconciliándose idealmente en las primicias de una vida asociada comunitaria,
basará todas las relaciones de producción y de convivencia humana sobre
criterios no mercantilistas, no individualistas, no vulgarmente contingentes,
sino humanos y racionales.» (Amadeo Bordiga, Elementos de la economía
marxista, 1977)
¿Movimiento
real de abolición y muerte violenta del capitalismo por parte de quién? El
capitalismo y la lucha de clases producen su propio sepulturero: el
proletariado que lucha por dejar de ser la clase del Trabajo/Capital. El
proletariado que lucha por dejar de ser proletariado; es decir, por dejar de
ser la gallina de los huevos de oro y el esclavo asalariado y ciudadanizado de
la burguesía. El proletariado que lucha por dejar de ser una clase explotada,
dominada y enajenada, para poder devenir una comunidad real de individuos libre
y directamente asociados como tales, que poseen y controlan las condiciones
materiales de su existencia plena. De manera que, así como la toda la mierda de la economía política desemboca en la lucha de clases, según Marx, toda la lucha de clases
desemboca en la abolición de las clases, lucha revolucionaria del proletariado
mediante, cuyas premisas materiales están dadas y desarrolladas, contradictoria
y catastróficamente, por el propio capitalismo. El proletariado es, por tanto,
el sujeto de la crítica (práctica y teórica) de la economía política y de la
producción del comunismo, desde la época en que Marx escribió El Capital y
de la Comuna de París hasta el ciclo de revueltas de los últimos años y los
debates sobre la teoría de la comunización, pasando por los dos «asaltos históricos»
del proletariado contra la sociedad de clases durante el siglo XX con sus
respectivas armas crítico-prácticas (de las izquierdas comunistas a las teorías
situacionista y operaísta).
otras palabras, la lucha de clases es el motor de la sociedad capitalista: de
su desarrollo, su reproducción, su crisis, su reestructuración y también de su
posible destrucción y superación. La teoría que, mediante el método dialéctico-materialista
y las categorías de la Crítica de la Economía Política, aprehende y expresa
esta realidad histórico-social viva, esta codeterminación fundamental en
movimiento contradictorio y en espiral, no desde la posición del Capital sino
desde la posición del proletariado, también es una forma de lucha de clases,
cuyo objetivo práctico es la abolición y superación de la sociedad de clases y
de fetiches mercantiles o el comunismo. De allí que, en palabras de Bordiga, «el
arco histórico del valor» es dialécticamente inseparable de «el arco histórico
del comunismo». La teoría comunista tensa las cuerdas de este arco doble para
cambiar el rumbo de la flecha de la historia de la especie humana.
Pero
¿por qué desde el determinismo? Dejemos que el mismo Bordiga nos responda y
clarifique: «El determinismo no tiene, en su acepción más madura, nada que
ver con la pasividad. Muestra sólo que el hombre actúa antes de haber querido
actuar y quiere antes de saber el porqué quiere. Su cerebro es el menos seguro
de sus órganos. Así, el mejor uso que un grupo de hombres pueden hacer de su
cerebro es el de prever el momento histórico en que (nada que ver con la
pasividad) serán catapultados en el torbellino de la acción y de la lucha, con
la cabeza por delante por una vez [, y el de actuar en consecuencia].»
(Amadeo Bordiga, Diálogo con los muertos, 1956)
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Proletarios Cabreados
Quito, Octubre 2021
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Materiales
recomendados:
1. Elementos de la economía marxista − Amadeo Bordiga (1977): http://www.mediafire.com/file/sfc2u33u4ue1ocg/Elementos+de+la+economía+marxista+.pdf/file
2. Contribuciones a la crítica de la economía − Grupo Comunista Internacionalista (1986): https://www.mediafire.com/file/51gtyls5nv6p14w/Contribuciones+a+la+Cr%C3%ADtica+de+la+Econom%C3%ADa+-+GCI.pdf/file
Fuente: Proletariosrevolucionarios.blogspot.com