Rafael
Uzcátegui
Los
actuales
ministros
venezolanos
de
Defensa
e
Interior,
según
el
reciente
informe
de
la
Misión
Independiente
de
Determinación
de
Hechos
de
Naciones
Unidas,
tienen
responsabilidad
en
graves
violaciones
a
los
derechos
humanos
ocurridas
en
el
país
desde
el
año
2014.
Ambos
figuran
en
la
lista
de
graduandos
de
la
llamada
“Escuela
de
las
Américas”,
un
centro
creado
por
Estados
Unidos
desde
el
año
1946
y
que
ha
sido
denunciado
por
activistas
del
continente
por
ser
un
centro
donde
se
enseñaron
técnicas
de
tortura
y
asesinato.
En
1946
los
Estados
Unidos
crearon
en
Panamá
un
centro
de
adiestramiento
militar
para
actividades
de
guerra
y
contrainsurgencia.
Durante
la
Guerra
Fría
fueron
entrenados
centenares
de
militares
de
toda
América
Latina
para
mantener
a
raya
la
influencia
de
la
Unión
Soviética
en
la
región.
Según
divulgó
Amnistía
Internacional
en
2005:
“A
mediados
de
los
90
el
gobierno
de
los
EEUU
reveló
que
la
Escuela
de
Américas
(SOA
por
sus
siglas
en
inglés)
había
utilizado
manuales
de
capacitación
que
defendían
prácticas
como
la
tortura,
la
extorsión,
el
secuestro,
y
ejecución.
Si
bien
se
han
implementado
algunos
cambios
curriculares
en
este
instituto
de
capacitación,
nadie
ha
alguna
vez
se
ha
responsabilizado
por
los
manuales
de
capacitación
ilegales
o
por
el
comportamiento
de
los
graduados
de
SOA”.
Según
la
organización
SOA
Watch
entre
los
alumnos
de
la
Escuela
de
las
Américas
“figuran
destacados
violadores
de
derechos
humanos
como
los
argentinos
Leopoldo
Galtieri
y
Roberto
Viola,
el
boliviano
Hugo
Bánzer
Suárez,
el
salvadoreño
Roberto
d’Aubuisson,
además
de
dos
de
los
tres
oficiales
vinculados
con
el
asesinato
del
arzobispo
Oscar
Romero;
tres
de
los
cinco
oficiales
citados
en
la
violación
y
el
asesinato
de
cuatro
religiosas
norteamericanas;
y
diez
de
los
doce
militares
que
participaron
en
la
masacre
de
900
civiles
en
El
Mozote,
en
El
Salvador”.
La
polémica
hizo
que
en
1984
el
centro
fuera
trasladado
al
estado
de
Georgia,
en
Estados
Unidos,
y
que
en
el
año
2001
fuera
rebautizada
como
“Instituto
de
Cooperación
para
la
Seguridad
Hemisférica
(WHINSEC)”.
Las
críticas
se
han
mantenido
hasta
el
día
de
hoy,
pues
para
sus
críticos
mantiene
su
misión
original.
En
el
año
2004
el
Estado
venezolano
dejó
de
mandar
alumnos
para
sus
diferentes
cursos.
Hasta
ese
momento,
según
las
cifras
disponibles,
3590
venezolanos
habían
realizado
sus
entrenamientos.
Dos
de
ellos,
en
la
actualidad,
tienen
altos
cargos
en
el
gobierno
de
Nicolás
Maduro.
Y
sus
nombres
aparecen
reiteradamente
en
el
reciente
informe
de
la
Misión
Independiente
de
Determinación
de
Hechos
de
la
ONU,
sobre
situaciones
ocurridas
en
el
país
a
partir
del
año
2014.
Según
el
listado
disponible
en
sitio
web
de
SOA
Watch
(https://soaw.org/graduados-de-soa/)
entre
el
21
de
febrero
al
19
de
abril
de
1995
el
capitán
Vladimir
Padrino
López
realizó
el
“Curso
de
operaciones
psicológicas”.
Seguidamente,
entre
los
días
24
de
abril
al
5
de
mayo,
del
mismo
año,
también
participó
en
el
“Curso
de
adiestramiento
para
instructores”,
lo
que
sugiere
que
multiplicaría
en
Venezuela
las
enseñanzas
aprendidas.
Por
su
parte
el
capitán
Nestor
Luis
Reverol
Torres
realizó
entre
el
15
de
octubre
al
14
de
noviembre
de
1996
el
“Curso
de
administración
de
recursos”.
Hoy
el
primero
es
Ministro
de
Defensa,
mientras
Reverol
es
Ministro
de
Interior
y
Justicia,
dos
cargos
de
primer
nivel
en
la
administración
Maduro.
La
Misión
de
la
ONU
tuvo
como
mandato
del
Consejo
de
Derechos
Humanos
de
la
ONU,
en
septiembre
de
2019,
investigar
sobre
4
situaciones
ocurridas
en
Venezuela
desde
el
año
2014:
Desapariciones
forzadas,
ejecuciones
extrajudiciales,
torturas
y
detenciones
arbitrarias.
Uno
de
los
focos
de
la
investigación
fueron
los
operativos
de
seguridad
ciudadana
denominados
“Operativos
de
Liberación
del
Pueblo”,
que
según
las
ONG
venezolanas
ocasionaron
graves
y
sistemáticas
violaciones
de
derechos
humanos:
“La
Misión
-reza
en
el
informe-
tiene
motivos
razonables
para
creer
que
quienes
ocupan
los
más
altos
cargos
del
poder
en
relación
con
las
OLP,
en
particular
el
Presidente,
el
Ministro
del
Interior,
y
el
Ministerio
de
Defensa,
contribuyeron
a
la
comisión
de
las
violaciones
y
los
crímenes
ocurridos
durante
las
operaciones
entre
julio
de
2015
y
julio
de
2017”.
La
investigación
reflejó
que
el
Padrino
López
era
responsable
de
la
creación
del
llamado
“Plan
Zamora”,
bajo
el
cual
se
reprimieron
las
protestas
ocurridas
en
el
año
2017
que
ocasionaron
más
de
140
personas
asesinadas:
“El
Plan
-afirma
la
Misión
de
la
ONU-
se
aplica
bajo
la
premisa
que
“en
parte
o
en
todo
el
territorio
nacional,
grupos
desafectados
y
organizados
realizan
protestas
violentas
que
generan
graves
alteraciones
al
orden
público”.
Según
la
descripción,
esas
amenazas
incluyen
campañas
en
medios
de
comunicación
contra
el
gobierno,
pronunciamientos
de
agentes
políticos
contra
el
gobierno
y
la
promoción
de
la
delincuencia
y
la
inseguridad
como
parte
de
“una
estrategia
de
desestabilización”
de
los
agentes
contra
el
gobierno”.
Padrino
López
es
citado
en
otros
casos
descritos
en
las
más
de
400
páginas
que
conforman
la
investigación.
Sobre
Nestor
Reverol
se
indica
que
como
Comandante
General
de
la
Guardia
Nacional
Bolivariana
(GNB),
publicó
un
manual
con
normas
y
procedimientos
operativos
que
describe
las
acciones
de
la
GNB
en
respuesta
a
situaciones
que
amenazan
el
orden
público.
Los
enemigos
internos
del
Estado,
según
este
documento,
serían
“aquellos
individuos
que
pueden
ser
nacionales
o
extranjeros
que
se
encuentran
en
el
territorio
nacional
y
que
mantienen
posiciones
opuestas
a
las
políticas
del
gobierno
nacional”.
Los
tres
expertos
independientes
que
conforman
la
Misión
de
la
ONU,
entre
ellos
Francisco
Cox
quien
también
investigó
para
la
desaparición
de
los
43
estudiantes
desaparecidos
en
Ayotzinapa,
México,
redactaron:
“La
Misión
tiene
motivos
razonables
para
creer
que
el
Presidente
y
el
Ministro
del
Interior
tenían
conocimiento
de
las
ejecuciones
extrajudiciales
cometidas
en
el
contexto
de
las
operaciones
de
seguridad
y
contribuyeron
a
su
comisión”.
El
informe
de
la
Misión
también
describe
una
serie
de
métodos
y
casos
de
tortura
contra
personas
privadas
de
libertad
en
Venezuela
por
razones
políticas.
Uno
pudiera
especular
si
hay
alguno
de
factura
Escuela
de
las
Américas.
Lo
cierto
es
que
el
legado
de
esta
peculiar
universidad
continua
vivo
en
el
continente,
y
se
expresa
en
los
autoritarismos
de
diferente
signo.
Esto
es
una
buena
razón
para
que
los
venezolanos
nos
involucremos
en
la
campaña
internacional
que
durante
años
ha
pedido
el
cierre
de
la
Escuela
de
las
Américas.
[Nota
final
de
El
Libertario:
Por
supuesto
que
apoyamos
esta
denuncia
al
papel
de
la
Escuela
de
las
Américas
en
la
formación
de
represores
para
América
Latina,
pero
también
debemos
insistir
en
desenmascarar
el
sesgado
e
hipócrita
enfoque
de
quienes
asumen
esa
justa
causa
pero
callan
o
miran
a
otro
lado
ante
el
incómodo
hecho
de
que
militares
venezolanos
que
fueron
aplicados
alumnos
de
esa
institución
ahora
sean
los
mas
altos
responsables
de
la
“seguridad
del
Estado”
en
Venezuela.
Vease
al
respecto
lo
que
decimos
en
“¿Vale
censurar
a
la
“Escuela
de
Asesinos”
y
callar
ante
su
más
notable
pupilo
criollo?”
http://periodicoellibertario.blogspot.com/2015/03/vale-censurar-la-escuela-de-asesinos-y.html.]
[Tomado
de
https://www.derechos.org.ve/opinion/chavistas-en-la-escuela-de-las-americas.]
Fuente: Periodicoellibertario.blogspot.com