October 13, 2020
De parte de La Tarcoteca Contrainfo
302 puntos de vista

Me
ha
tocado
leer
la
Constitución
Española
CE
varias
veces,
pero
no
me
he
quedado
con
ningún
artículo.
Pura
bazofia.
Un
trauma.
Hay
que
saber
leerla.
Ese
ladrillo
infumable
está
lleno
de
sorpresas,
golpes,
llaves,
fintas,
quiebros,
patadas
y
puñaladas
por
la
espalda.
También
hachazos.

Tal
vez
el
más
famoso
lockdown
que
la
convierte
en
una
pesadilla
legal
sea
la
relación
Rey-Ejército.
En
la
Constitución
viene
articulado
de
la
siguiente
manera,
pero
lo
expondremos
en
orden
inverso
para
su
mejor
comprensión:

-articulo
62.
Corresponde
al
Rey:
h)
El
mando
supremo
de
las
Fuerzas
Armadas.

-articulo
8.1
Las
Fuerzas
Armadas,
constituidas
por
el
Ejército
de
Tierra,
la
Armada
y
el
Ejército
del
Aire,
tienen
como
misión
garantizar
la
soberanía
e
independencia
de
España,
defender
su
integridad
territorial
y
el
ordenamiento
constitucional.

Prácticamente
el
resto
de
Constitución
es
hojarasca,
aterezzo.

La
formación
de
un
ejército
es
un
mandato
constitucional.
Su
función
es
mantener
la
constitución,
es
decir,
así
mismo.
El
mando
militar
es
una
capacidad
única
e
individual
que
recae
en
el
rey.
La
militar
es
la
única
capacidad
autónoma
del
rey.
Cuya
misión
es
mantener
el
mandato
constitucional.
Y
así
entramos
en
bucle.
Su
naturaleza
es
por
fuerza,
por
ley,
por
historia,
por
política,
militar
y
no
política.

Por
la
falta
de
renovación
y
evidente
delación
en
el
mando,
el
ejército
actual
se
dispone
a
imagen
y
semejanza
del
gerente
anterior,
el
rey:
obsoleto,
corrupto,
arbitrario,
caprichoso,
indolente
y
negligente.
Y
lo
peor,
irreformable,
ni
por
ley
orgánica
ni
por
las
malas.
La
tropa,
lejos
de
ser
considerada
mercenariado
útil,
es
la
carne
de
cañón
de
los
campos
napoleónicos
con
capacidades
propias
de
esclavos
algodoneros.
Tiene
todo
los
ingredientes
para
el
fracaso
operativo.
Y
peor,
luchan
por
su
rey
contra
su
pueblo,
sus
propia
familias,
por
lo
que
lucharán
desmoralizados.
Veremos
deserciones.
Este
anclaje
en
el
pasado
y
el
cerrojo
institucional
explica
el
por
qué
sin
embargo
de
la
floreciente
industria
armamentística
y
la
complicidad
de
bancos
e
instituciones
en
su
desarrollo.
Una
industria
opaca
que
ni
si
quiera
es
controlada
por
el
Ministerio
de
Defensa,
sino
a
la
casa
real.
Si
el
dinero
va
a
el
mando
y
no
rinde
cuentas
el
mando
hará
lo
posible
por
hacer
se
con
el
dinero. 

Las
armas
fueron
la
principal
fuente
de
ingresos
e
influencia
nacional
e
internacional
para
Juan
Carlos
I,
la
llave
que
le
abrió
todas
las
puertas
.
Lo
serán
para
Felipe
VI.

El
régimen
no
da
más
de
sí.
Las
actividades
ilícitas
refrendadas
por
décadas
de
privilegios
e
impunidad
van
a
explotar
a
muchos
en
las
manos.
Peces
gordos,
oligarcas
locales
y
arribistas
se
verán
desplumados.
Un
ejemplo.
Desde
que
explotó
la
burbuja
inmobiliaria
en
2008
y
el
sector
construcción
quedó
arrasado,
ni
turismo
ni
tecnológicas
pudieron
suplir
el
flujo
de
sobornos.
Los
agraviados,
los
resentidos,
los
excluidos
de
su
sistema
de
pagos,
se
resistieron
a
perder
su
3%,
denunciaron
y
comenzaron
a
rodar
cabezas
en
forma
de
políticos
en
la
cárcel.
Fue
la
única
manera
de
meter
a

1000
políticos
en
la
cárcel
,
aunque
fuese
por
breve.
El
régimen
del
78
quebró
en
forma
de
fin
del
bipartidismo
en
2014.
El
mismo
año
quebró
la
figura
del
rey
en
forma
de
abdicación.
Tal
vez
veámos
desfilar
por
el
patíbulo
a
algún
expresidente
del
gobierno,
últimos
responsables
de
las
actividades
del
rey.

Desde
entonces
podemos
destacar
tres
aspectos:

-La
naturaleza
claramente
militar
del
rey,
no
política,
de
hecho
muy
distanciada.

-El
uso
político
de
la
figura
del
rey.

-El
creciente
flujo
de
capitales
al
ejército
y
fuerzas
de
seguridad
a
pesar
de
las
distintas
crisis.

Vemos
en
los
medios
cómo
el
rey
está
siendo
usado
por
derecha
e
izquierda.

La
derecha
lo
asume
como
propio,
convirtiéndolo
en
jefe
de
un
ejército
en
contra
de
la
voluntad
de
parte
de
su
pueblo.
Comprenden
su
naturaleza
pero
no
la
lógica
que
subyace.
Esta
imposición
transforma
al
ejército
en
un
ejército
de
ocupación,
porque
la
función
de
este
rey
en
concreto
no
es
política,
sino
militar.

La
izquierda
pide
a
este
rey
que
realice
funciones
fuera
de
sus
atribuciones,
básicamente
políticas.
Lo
que
consigue
es
ponerlo
en
evidencia
pidiendo
cosas
fuera
de
su
alcance;
y
con
ello
a
sus
rivales
políticos.
Comprenden
la
lógica
pero
no
su
naturaleza.
Porque
la
naturaleza
del
rey
no
es
política,
sino
militar.

La
única
misión
del
Rey
es
Mandar
al
ejército,
y
“garantizar
la
soberanía
e
independencia
de
España,
defender
su
integridad
territorial
y
el
ordenamiento
constitucional”.
Es
decir,
mantener
el
funcionamiento
del
país
tal
cuál
es,
colisionando
constantemente
con
las
reacomodaciones
capitalistas
en
cada
crisis. 

El
ejército
trabaja
para
alguien,
para
quienes
lo
dirigen,
lo
usan
y
lo
pertrechan.
Que
fueron
los
mismos
que
lo
han
hecho
desde
1936.
Y
anteriormente
para
los
de
1874
con
la
Restauración.
Podríamos
seguir.
Los
capitales
establecidos
entonces
se
mantienen
hasta
ahora
con
muy
pocas
bajas
gracias
a
la
protección
militar.
Aunque
amigos
de
la
puñalada
trapera
son
más
de
morir
en
la
cama.
La
misión
del
Rey,
que
es
la
del
ejército
montado
por
el
IBEX
es
básicamente
Mantener
al
IBEX
en
todos
sus
aspectos.

Todavía
no
hemos
visto
la
magnitud,
pero

en
2020
quiebra
otro
de
los
puntales
del
Régimen
del
78,
el
Sector
Servicios

que
aún
mantenía
el
tejido
económico
y
varios
chiringuitos.
Y
la
paz
social.
Tras
la
pandemia
del
covid19
no
se
libra
nadie,
ni
obreros,
ni
pequeña
ni
gran
empresa,
mega
corporaciones
ni
bancos.
La
corona
va
a
sufrir,
porque
su
destino
es
el
del
IBEX.


En
2021

parte
de
la
inversión
va
a
ser
redirigida
a
la
economía
real
y
a
servicios
funcionales,
alejándose
de
las
estratosféricas
comisiones,
sangre
del
sistema
de
satrapías
españistano.
Alejándolos
de
los
sobornos
habituales.
Similar
a
lo
que
ocurrió
en
2008,

otra
Reacomodación
Capitalista
incompatible
con
los
anteriores
intereses
seculares
.
Colisionará
con
los
nuevos
intereses,
poniendo
a
prueba
las
fuerzas
de
la
reacción.
Se
pondrá
en
duda
su
utilidad.
Se
cuestionará.
Se
acentuará
aún
más
la
naturaleza
Invasiva
de
esta
reacción
Conservadora
y
su
naturaleza
militar.


3
escenarios,
casi
4

El
escenario-1
Prosperidad
fue
idílico.
Es
el
que
vivió
su
padre
de
1982
al
2008.
No
volverá. 

El
escenario-2
Ruina
es
un
hecho.
El
rescate
de
la
UE
y
el
BCE
es
su
confirmación.
España
se
convertirá
en
un
campo
de
batalla
por
los
despojos.
No
quedan
beneficios
que
rascar,
ya
nada
da
dinero
y
flaquean
las
ayudas.
Millones
de
liquidaciones
empresariales.
Las
fusiones
serán
primero
voluntarias,
después
obligatorias,
introduciendo
monopolios
extranjeros. 
La
lucha
por
los
despojos
no
será
agradable,
porque
nos
coge
a
todas
en
el
medio.
Los
contendientes,
se
atacarán
con
todas
sus
armas,
políticas,
económicas
y
sociales.
Todo
lo
que
dañe
a
los
otros.
Se
arrojarán
tanto
nacionalismos
como
separatismos
y
centralismos;
el
feminismo
y
el
machismo;
racismo
y
antirracismo,
laicismo
y
cultismo.
Y
sobre
todo
fascismo,
muuucho
fascismo.
Polarización
y
crispación,
agitación…
Después
bang!
¿Adivináis
a
quién
atrapará
el
fuego
cruzado?
A
una
institución
sin
sentido
que
tendrán
que
disolver
si
quieren
solucionar
algo.
Felipe
VI
recibirá
golpes
de
todos,
amén
del
pueblo,
con
quien
siempre
estuvo
en
liza.
Sin
recambio
posible
The
Man
in
the
Middle
se
quemará.
Y
eso
jugando
bien
sus
cartas,
y
teniendo
suerte. 
Lo
cual
nos
lleva
al
escanario-3,
el
preferido
por
lo
borbones,
le
espera
su
padre
en
Abu
Dabi
pasando
por
Suiza
por
efectivo:
Exilio.
El
escenario-4
expropiamos
al
IBEX,
nos
confederamos
y
le
damos
matarile
al
Borbón,
aunque
idílico,
todavía
queda
fuera
de
radar.
Esta
nueva
vieja
normalidad
es
la
que
se
legitima
si
no
se
otorga
a
un
sistema
la
posibilidad
de
cambio
porque
un
ejército
tiene
el
mandato
de
que
no
se
produzca. 
Todo
lo
que
rodea
al
Borbón
es
puro
artificio.
Lo
que
realmente
es,
es
lo
que
es,
un
líder
militar
cuya
próxima
guerra
parece
será
en
el
territorio
que
ocupa.

https://youtu.be/Sa_OUum5ra4  vía

Loam




Fuente: Tarcoteca.blogspot.com