February 22, 2021
De parte de El Libertario
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José L. Velasco
 
Las  cifras  del  COVID-19,  a  19  de  diciembre  de  2020,  según  la  Organización  Mundial de la Salud (OMS) en el Mundo son 75.911.580  casos  confirmados  y  1.680.773  fallecidos. Sin embargo, las cifras reales son mucho  mayores,  y  para  ello  solo  hace  falta  comparar  las  cifras  de  muertos  por  países  para el mismo periodo del año anterior.

Las  cifras  no  dejan  de  crecer  día  a  día,  y  todas  las  esperanzas  están  centradas  en  la  vacunación  inmediata  de  la  población.  Vacuna  que  se  ha  logrado  disponer  en  un  breve  espacio  de  tiempo  debido  a  una  financiación pública sin límite de la industria farmacéutica,  a  través  de  los  contratos  de  compras  a  futuros  y  subvenciones  (vacuna  de Pfizer y BioNtech, más de 375 millones de euros  de  Alemania,  a  modo  de  ejemplo)  y,  sin embargo, la vacuna solo llegará de forma inmediata en los primeros meses de 2021 al 14% de la población mundial, no por falta de dosis sino por acumulación de la vacuna en los países ricos del capitalismo avanzado.

La  mitad  de  las  dosis  de  la  vacuna  han  sido acaparadas por países que representan el 14% de la población mundial, y la otra mitad irá destinada al 86% de la población mundial pero  llegará  con  mucho  retraso,  a  finales  de  2021 o principios de 2022, dependiendo de la capacidad mundial estimada de producción. Para la mayoría de la población de los países pobres la vacuna no llegará hasta el 2024.

El  problema  radica  en  la  existencia  de  la  patente  y  propiedad  intelectual  sobre  la  misma, que impide que se pueda compartir su fabricación  de  un  modo  abierto  y  universal.  De  esta forma el problema de su fabricación mundial estaría resuelto y la distribución equitativa a  todo  el  conjunto  de  la  población  mundial  también, en un breve espacio de tiempo.

La  propiedad  privada  de  los  medios  de  investigación,  creación  y  producción,  protegidos  con  las  patentes  (protección  Estatal), pero financiados con recursos públicos, constituyen  el  problema  para  solucionar  de  una  forma  equitativa  las  injusticias  sanita-rias,  sociales  y  económicas,  que  el  propio  capitalismo y sus gobiernos provocan.

La  propiedad,  la  industria  farmacéutica,  el  capitalismo  y  los  estados  forman  parte  de  lo  mismo:  la  barbarie  capitalista.  La  solución  viene  de  la  prefiguración,  aquí  y  ahora,  de  la  sociedad   sin   clases   sociales,   con   identidad   de  intereses,  sin  distinción  de  ningún  tipo,  en  igualdad  social,  económica  y  sanitaria.  El  camino: la autogestión generalizada de la vida, la independencia económica, social y sanitaria.

[Artículo publicado originalmente en el periódico CNT # 426, Valladolid, enero-marzo 2021. Número completo accesible en https://www.cnt.es/noticias/periodico-cnt-no-426-enero-a-marzo-2021-dosier-anarcofeminismo.]




Fuente: Periodicoellibertario.blogspot.com