January 23, 2021
De parte de Portal Libertario OACA
187 puntos de vista

Parte I

¿Cómo entendía Bakunin el materialismo? Es habitual en la historia considerar a Marx el pensador materialista por antonomasia. Pero, ¿dónde reside la originalidad en el pensamiento del ruso respecto a un término acaparado por el poderoso teórico alemán?

Antes que nada, a pesar de que el socialismo y el anarquismo modernos nacen con una concepción materialista del mundo, insistiría en la dificultad para resolver el conflicto, histórico y social, acerca de si los hechos influyen más sobre las ideas, o viceversa. La visión de Bakunin, y las ideas anarquistas en general, puede ayudar a acercar ambas posturas, a ello unimos el afán libertario por ir renovándose continuamente, por vincular todo lo posible teoría y praxis y por profundizar en las cuestiones vitales, por lo que en mi opinión habría que dejar a un lado toda ortodoxia al respecto. También reconocer, aunque más adelante abundaré en ello, la deuda de Bakunin con Feuerbach, el primero que parece dar un golpe en el idealismo hegeliano (donde los pensamientos, ideas y representaciones han producido, determinado y regido el mundo real) y tratar de resolver la contradicción: reclama para la realidad terrenal todo lo valioso que el hombre había imaginado para un paraíso celestial, la única realidad es la de la naturaleza y de los hombres y la teología debe convertirse en antropología.

Parte II

Bakunin insistirá en la divergencia entre las escuelas materialista e idealista. El materialismo partía de la animalidad para llegar a la humanidad, el idealismo comienza en la divinidad y acaba condenando a la humanidad a una animalidad perpetua. En otras palabras, el materialismo persigue los más altos pensamientos y aspiraciones, la realización de la libertad. Frente a los idealistas, que deducen todos los hechos históricos del desarrollo de las ideas, y a los marxistas, que ven en la historia y en las manifestaciones más ideales de la vida el reflejo o el resultado inevitable del desarrollo de los fenómenos económicos, Bakunin se alineaba con estos últimos inicialmente.

Recordaba, para el caso, a Proudhon, el cual afirmaba que el ideal no es sino la flor, cuyas raíces están enterradas en las condiciones materiales de la existencia. La humanidad sería la negación acumulativa del principio animal en el hombre, y es esa negación, tan natural como racional, lo que da lugar al ideal, el mundo de las convicciones intelectuales y morales, el mundo de las ideas. Para el anarquista ruso, materialismo y ateísmo eran la misma cosa y ambos constituían la base de la verdad.

Parte III

Bakunin funda su defensa de la libertad humana en su concepción del materialismo, muy influida ésta por Feuerbach. Para este autor, la teología debía convertirse en antropología y en ciencia «filosófica», la única vía para aclarar los «misterios» teológicos y para demostrar que se trata de «creencia en fantasmas». Para Feuerbach, las entidades trascendentes no son más que supuestos de los conceptos humanos, la capacidad del hombre para pensar seres infinitos no demuestra la existencia efectiva de universales filosóficos o religiosos. El ser humano crea sus dioses a su imagen y semejanza, invirtiendo la conocida fábula judeo-cristiana, y lo hace acorde a sus necesidades, deseos y angustias.

Capi Vidal

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Fuente: Portaloaca.com