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ALTO A LOS ATAQUES ARMADOS CONTRA NUESTRXS HERMANXS INDÍGENAS DE CHIAPAS

A 5 meses de cumplirse los 24 años de la masacre de Acteal en el que fueron asesinadxs 45 mujeres y hombres indígenas por grupos paramilitares. Hoy nuevamente vemos una escalada de violencia en contra de pobladores en la comunidad de Pantelhó e integrantes de la Sociedad Civil las Abejas de Acteal por parte de grupos del crimen organizado que el pasado 5 de julio asesinaron en el municipio de Simojovel al Compañero Simón Pedro Pérez López integrante de la organización Sociedad Civil las Abejas de Acteal; incrementado este panorama de violencia a partir del día 7 y 8 de junio en el que se denuncia a grupos pertenecientes al crimen organizado catear casas, levantar personas, quemar viviendas y amenazas e intimidación a pobladores de Pantelhó e Integrantes de las Abejas de Acteal, contabilizándose a estos momentos un total de 2000 indígenas Tzotziles desplazados de las regiones de Pantelhó y Chenalhó, esto en los tiempos de pacificación decretados por el mesías que ocupa la silla presidencial.

Este panorama de terror no es una debilitación del Estado, ni mucho menos una omisión o hacerse de oídos sordos del mismo como tampoco la muestra de un Estado fallido; estas prácticas de violencia contra la población indígena en Chiapas (y en todo el territorio mexicano) a través de uno de sus brazos armados que operan en la supuesta clandestinidad el Narco, es la forma pura del Estado.

Todo Estado “nace y se fundamenta en la violencia y en la conquista” el terror impulsado por instituciones legales (Guardia Nacional, Ejército Mexicano) o ilegales (grupos del crimen organizado/ narcotráfico / para militares) son el pilar y la base mediante el cual se sostiene el Estado, sea este presidido por un gobierno Neoliberal, Neo desarrollista o Progresista.

Las imágenes que se nos presentan hoy en Chiapas de niñxs, jovenxs, ancianxs, hombres y mujeres huyendo con lo poco que han podido recuperar hacia la sierra y centros habilitados para refugiados son la continuidad de las prácticas de contrainsurgencia efectuada por el Estado Mexicano desde el levantamiento Zapatista en el 94′, presidida en esos tiempos por grupos paramilitares y ahora por células criminales del Narco, en un territorio con amplia presencia Militar y de la Guardia Nacional, lo que nos muestra que a pesar de la política de abrazos, no balazos del señor Andrés Manuel López , se sigue siendo parte y cómplices de estos grupos que operan en la supuesta ilegalidad.

La guerra hacía los pueblos, luchas, resistencias y organizaciones indígenas se agudizó desde la llegada de la llamada 4 Transformación, por un lado, está la guerra armada del terror y la muerte, por otro, su cuchillo llamado INPI coopta, miente y engaña a los pueblos, y aún más peligroso, la contrainsurgencia dentro del movimiento al dividir procesos y organizaciones que representan un peligro para su gobierno y sus megaproyectos.

Antes este panorama hacemos un llamado a permanecer alertas a lo que pueda acontecer en la región de Pantelhó y Chenalhó en el estado de Chiapas, y en territorio de nuestros herman@s Zapatistas y herman@s del Congreso Nacional Indígena / Concejo Indígena de Gobierno.

Exigimos justicia por el cobarde asesinato de Simón Pedro Pérez López.

Alto a la criminalización del pueblo en armas que valientemente ha emprendido la defensa de su comunidad.

Responsabilizamos al Estado y todos sus grupos armados como los responsables de la oleada de violencia y terror sucedido y lo que pueda suceder en la región de Pantelhó y Chenalhó.

Desde el Istmo Oaxaqueño
Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio




Fuente: Tierrayterritorio.wordpress.com